Cauhtémoc Blanco se convirtió en uno de los íconos más representativos de las Águilas del América y la Selección Mexicana de Futbol. El astro azteca tuvo la oportunidad de brillar en los distintos equipos que estuvo y con la camiseta verde de su país. También, la calidad futbolística que mostró en la Copa del Mundo de Corea-Japón en 2002 le valió para que Europa volteara al continente americano y se fijara en su desempeño.
Fue cuando el Real Valladolid de la Liga de España lo fichó. Al cuadro ibérico llegó arrastrando una lesión que le provocó, Ancil Elcock jugador de la selección de Trinidad y Tobago, en un partido previo a la copa mundial en el continente asiático. De ese modo, Blanco emprendió el sueño de jugar en el Viejo Continente y desplegar su futbol en un cuadro que no precisamente peleaba los primeros puestos del campeonato. Por el contrario, pues los albivioletas aspiraban a no descender.
Tico Gómez, fisioterapeuta del equipo blanquivioleta, recordó el momento que tuvo con el 10 de la selección mexicana. Donde estuvo al borde de la muerte tras los ejercicios que le indicó en una piscina de la institución española.
“Cuando llegó aquí venía con un esguince colateral del ligamento interno de su rodilla. Fue una lesión que fácilmente pudo retirarle del mundo del futbol. Se le hizo un trabajo específico para su recuperación. Le dije que íbamos a hacer un trabajo en el agua que nos iba a ayudar a su recuperación. Se tiró a la alberca y no salía, veía que no salía del agua. El chico no sabía nadar. Le dije que porqué no me lo había mencionado y contestó: Usted me mandó tirarme a la piscina, pues yo me tiro.”
Blanco también rememoró el momento en el que se ahogó: “Me estaba ahogando. Como pude llegué a la orilla y descansé. Le dije que no me volviera a meter a la alberca. Hazme sufrir, hazme lo que quieras pero no me voy a volver a meter a la piscina”.
El día que se le operó al ídolo azteca, tuvo un acercamiento religioso, así lo narró un directivo del cuadro Pucela: “El día que lo operaron yo estaba en el quirófano. Él estaba de brazos cruzados y había un crucifijo cerca. Me pidió que se lo bajara. Se lo puso en el pecho y se puso a llorar”.
Asimismo, el estilo descarado de Cuauhtémoc dentro de los terrenos de juego es una de las virtudes que el futbolista adquirió durante su faceta de aprendizaje en la cantera americanista. En la rueda de prensa de su presentación dejó ver su desconocimiento por las cosas que pelearía su equipo: “Yo ni lo conocía al Valladolid. Llegué con la mentalidad de que iba a ser campeón”.
En cuanto a números, el gobernador de Morelos puede presumir de ser el segundo máximo goleador de los azulcremas con 153 anotaciones, por detrás de Luis Roberto Alves Zague con 192. Con el Tricolor metió 38 tantos y se mantiene en el tercer peldaño de los rompe redes históricos de la selección azteca. Sumado a lo anterior, consiguió dos campeonatos internacionales con las Águilas del América y uno nacional en 2005.
Ahora, Cuauhtémoc Blanco dejó las canchas e incursionó en la política. Comenzó como alcalde de Cuernavaca en 2016 y el día de hoy ocupa un puesto más alto, pues se convirtió en el gobernador del estado de Morelos.
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