Restan semanas para que se abra el telón del mercado de pases veraniego en Argentina, pero Boca ya empezó a moverse. A la espera de sellar la clasificación a la Libertadores 2022, de ser posible mediante el título de Copa Argentina para sumar otro trofeo a sus vitrinas, el Consejo de Fútbol evalúa nombres para reforzar el plantel de Sebastián Battaglia. Y uno que fue recurrente en las últimas ventanas figura en la carpeta de Juan Román Riquelme. Se trata de Paolo Guerrero.
Según pudo confirmar Infobae, Jorge Bermúdez, mano derecha de Román, viajó a Perú para reunirse con el delantero que cumplirá 38 años en enero próximo. El puesto de centroatacante siempre fue un problema sin resolver para la actual gestión xeneize. Y Guerrero fue una debilidad hasta para la comisión directiva pasada, que tenía un preacuerdo a fines de 2019, cuando perdió la elección con los mandatarios actuales. Por diferencias con el tope de dólar en el contrato, el CDF gestionó su posible fichaje pero la tratativa se desmoronó. Ahora, con el jugador libre, hay facilidades para contratarlo aunque existe otra contra.
El Depredador, que rescindió su contrato con Inter de Porto Alegre en las últimas semanas, arrastra problemas en su rodilla derecha por una lesión ligamentaria sufrida el año pasado. “Estoy bien, recuperándome muy bien. Creo que voy bien, pero debo continuar trabajando, porque mi recuperación es a paso firme, tranquilo. Este año no voy a jugar, está claro, así que debo prepararme para el próximo año estar 100 puntos y no tener más problemas”, manifestó al respecto. ¿El dato de color? Guerrero se entrenó en Argentina antes de viajar a Rusia en 2018 para la Copa del Mundo.
Los pergaminos de Guerrero, de dilatada trayectoria en el fútbol europeo, campeón del mundo con Corinthians en 2012 (convirtió el único gol en la final en la que el Timao derrotó al Chelsea) y con participación en la Copa del Mundo de Rusia 2018, conforman los pro de la cuestión. Boca no dispone de muchas alternativas en la ofensiva y Battaglia maquilla eso con los goles del juvenil Luis Vázquez, a quien no le vendría para nada mal un competidor de este estilo para que lo tutele. La gran preocupación en la Ribera pasa por el estado físico del incaico, que disputó su último partido oficial con la camiseta de su selección (60 minutos en la victoria 2-0 ante Chile el 8 de octubre pasado).
La directiva boquense es muy meticulosa a la hora de contratar jugadores: esto quedó en evidencia con la baja del colombiano Felipe Román, que no pasó la revisión médica desde Millonarios de Bogotá y tuvo que volver a Colombia justo antes de estampar su firma en Buenos Aires. Antes de la rúbrica y el apretón demanos, el cuerpo médico encabezado por el Doctor Jorge Batista, somete al potencial refuerzo a un estudio médico exhaustivo. Y los antecedentes de Paolo están ahora en manos del histórico facultativo xeneize.
Para Ricardo Gareca es una pieza importante en la selección peruana por su calidad y lo que representa en el grupo fuera de la cancha. El Tigre lo tiene en cuenta para las próximas citaciones, en las que el elenco incaico definirá su clasificación al Mundial de Qatar 2022, pero el propio jugador ya advirtió que no estará disponible para la doble Fecha FIFA de finales de enero y principios de febrero (Perú visitará a Colombia y recibirá a Ecuador, en dos duelos claves por sus aspiraciones). “No creo estar para los partidos de Ecuador y Colombia. Mi recuperación es tranquila, quiero ir con calma. Lo que más quiero es ya no tener problemas el próximo año y jugar tranquilo”, mencionó al respecto.
El ex Bayern Múnich, Hamburgo y Flamengo de Brasil se inició profesionalmente en Alianza Lima, donde reina la expectativa por un posible regreso. Ese deseo quedará postergado, al menos a la brevedad: “Soy hincha del club a muerte, pero todavía no lo tengo en mis planes”. La frase ante el Canal N de Perú fue una pista sobre su intención de no volver a su país y jugar en el exterior.
Suponiendo que Boca, que cuenta en el plantel con los peruanos Luis Advíncula y Carlos Zambrano, se asegure su boleto a la próxima Libertadores, la fase de grupos comenzará recién en abril, por lo que Guerrero tendrá un importante lapso para recuperarse completamente de su rodilla. En Perú la noticia cayó como una bomba, pero en Buenos Aires transitan la senda de la cautela: “Todavía no hubo avances, solamente una reunión. ¿Hacerle un contrato por productividad? Eso aún no se está evaluando”.
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