Un triste fallecimiento ha generado una gran conmoción en el mundo del fútbol, principalmente en Japón y Brasil. El jugador profesional Riuler Oliveira, de solamente 23 años, quien se desempeñaba en el Shonan Bellmare de la primera división nipona, murió en la madrugada de este martes de forma repentina. Según medios brasileños, sufrió un infarto. Aunque desde su club han comunicado que aguardan una autopsia.
“En estos momentos estamos esperando a los resultados de la autopsia. Lamentamos profundamente su fallecimiento repentino”, publicó en un comunicado el club Bellmare donde jugaba el centrocampista brasileño, quien jugaba en Japón hace algunas temporadas y había vestido la camiseta de clubes como el JFC Miyazaki o el FC Osaka, de la cuarta división.
En su país natal, Oliveira jugó en el Coritiba en 2015, en el Athletico Paranaense en 2016 y el Inter de Porto Alegre en el año 2018. Había iniciado su carrera en las divisiones inferiores del São Paulo y jugó también siete partidos en la selección sub-17 de Brasil.
Según informó Globo Esporte, sus seres más cercanos están en contacto con la embajada de Brasil en Japón para organizar el traslado del cuerpo desde Hiratsuka, al oeste de la prefectura de Kanagawa, hacía el país sudamericano. Los propios familiares también confirmaron la muerte de Riuler a través de sus redes oficiales: “Infelizmente, comunicamos el fallecimiento de nuestro padre, hijo, jugador y gran hombre”.
Los clubes por los que pasó en Brasil también expresaron sus condolencias. Athletico Paranaense ofreció su “solidaridad a todos los amigos y familiares de Riuler”, al igual que Coritiba. Por su parte, el Inter de Porto Alegre destacó los logros que consiguió el jugador durante su paso por la entidad.
“Con profunda tristeza, lamentamos el fallecimiento del deportista Riuler de Oliveira, a los 23 años. En el Club del Pueblo, el deportista formó parte del Celeiro de Ases (inferiores) y ganó el Campeonato Gaúcho Sub-20 en 2018. Ofrecemos nuestra solidaridad a todos los amigos y familiares”, expresó el elenco gaúcho.
Esta temporada, en su regreso al Shonan Bellmare tras un préstamos en el FC Osaka, había disputado dos partidos de la J-League, además de un partido de la Copa del Emperador y otros ocho compromisos de la Copa J-League, siete como titular, siendo la competición en la que más rodaje tenía bajo las órdenes de Bin Ukishima.
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