Enrique Burak es una de las voces más reconocidas en el periodismo deportivo. Su versatilidad le permite hablar con la misma autoridad de beisbol, futbol americano, atletismo y, aunque no le guste del todo, también de futbol.
En los últimos años el cronista se ha ganado la fama de ser antifutbol. Sin embargo, en los comienzos de su carrera se dedicó a narrar este deporte y, además, era un aficionado recalcitrante del América, club del cual lo sabía absolutamente todo. Con el paso del tiempo, ambas pasiones se apagaron y Burak encontró acomodo en otros deportes. Gracias a esas disciplinas fue que se diversificó como comentarista estelar en Televisa.
Enrique recordó en entrevista con Apuntes de Rabona que durante su infancia y juventud desarrolló un fuerte cariño por Las Águilas. El estilo de aquel equipo lo marcó en ese momento de su vida.
“Yo le iba al América. Le empecé a ir al América en la 71-72, cuando pierde la final 4-1 con el Cruz Azul. Me gustaba mucho aquel equipo. Las épocas de Zelada, Trejo, Manzo...”, mencionó Burak.
Aunque le tocó ver a la mejor versión en toda la historia del Ave, empezó a sentir desinterés por el equipo a mediados de los 80. “Un buen día ya no me gustaron. Les perdí la afición. Me encantaba el futbol. Yo era de los que se veía prácticamente todos los partidos”, confesó Burak sobre sus dos pasiones.
El cronista no solamente era afecto a los azulcremas; en general, sentía un gran gusto por el balompié. “Eran las épocas en las que había partidos del Guadalajara miércoles y en el Azteca los jueves. Aquellos partidos de los jueves del Azteca los pasaban en diferido y con comerciales. Algo que es inconcebible en este momento”, rememoró.
La afición de Burak por el futbol era muy grande. No se perdía ningún partido y conocía a todos los jugadores. Pero desde siempre su principal pasión era por los deportes en general. Lo mismo disfrutaba de Wimbledon que de un partido normal de la liga mexicana de futbol. Por eso, cuando escaló puestos y se convirtió en un referente de la comunicación deportiva, se volvió habitual verlo comentando y analizando una variedad de deportes amplia para lo que se acostumbra ver en televisión.
Burak también recordó que le tocó vivir una época dorada en el cronismo deportivo. Dos de sus grandes inspiraciones fueron Ángel Fernández y Fernando Marcos. Ambos comentaristas marcaron a generaciones enteras de periodistas y aficionados, que se regocijaban con la calidad narrativas e inventiva que ofrecían en cada transmisión que les tocaba. Esa escuela y esas vivencias resultaron claves en el futuro éxito que tendría Burak.
Junto a Pepe Segarra y Antonio de Valdés, Burak ha integrado un equipo que ya es habitual en los grandes eventos de deportes norteamericanos. No importa si se trata de una Serie Mundial o de un Super Bowl, la presencia de ese tridente está garantizada para comentar los más destacado. Burak además ha hecho apariciones en partidos de tenis para ratificar que su presencia en el mundo de los deportes es total.
En La Jugada, el programa estelar de la barra deportiva de Televisa Deportes, Burak introdujo una sección llamada Mundo Deportivo, en la que resumía lo más importante de la actividad (ajena al balompié) del fin de semana. El programa siempre se ha centrado principalmente en el futbol mexicano; por ello, los aportes de Burak han destacado por ser refrescantes y didácticos para el espectador, que así ha podido tener un acercamiento a disciplinas poco comentadas.
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