José Ramón Fernández tiene mil anécdotas para contar. Sus vivencias dentro del mundo del periodismo deportivo le podrían dar para llenar decenas de libros. En cualquier contexto, a Joserra le han sucedido cosas de todo tipo. Desde momentos gloriosos hasta chuscos, pasando por aquellos en los que vivió en carne propia la crueldad de uno de los fenómenos globales más reseñados de los tiempos que corren, el terrorismo.
Durante todo el tiempo que trabajó en TV Azteca (antes Imevisión), Fernández fue la carta fuerte para los grandes eventos deportivos. En los Juegos Olímpicos y en los Mundiales su voz no podía faltar, más allá de algunas sanciones que tuvo que enfrentar, como cuando le vetaron de la Copa del Mundo de Italia 90.
Fue precisamente en unos Olímpicos, los de Atlanta 96, cuando tuvo que lidiar con un escenario caótico que nunca había vivido profesionalmente. José Ramón Fernández estaba a unos metros del Parque Olímpico del Centenario, sitio donde estalló la bomba colocada por Eric Robert Rudolph. Aquel ataque terrorista cobró la vida de una espectadora y sembró el pánico en un ambiente que se suponía festivo y alegre.
José Ramón estaba terminando su programa con un segmento cómico de Brozo, caracterizado en su personaje del Charro Amarrillo cuando recibió la noticia. “El día que estábamos transmitiendo eran 11:15 pm, ya íbamos a despedir. Iba a entrar el Charro Amarrillo, personaje de Brozo. Yo tenía que terminar un albur de él. Entonces me dice el productor: bomba aquí, a un lado”, contó Fernández para el canal Hora Cero.
Ante el asombro del suceso, José Ramón envió al Charro Amarillo a que reporteara. Únicamente dos cadenas estaba cubriendo el atentado: la NBC y la CNN. “Estaba Faitelson también, había pocos, el grupo había salido. La bomba fue un escándalo. ¿Cómo era posible que estallara en el mero centro de medios?”, recordó el comentarista. José Ramón se hizo cargo, de manera inicial, de toda la información relacionada a la bomba.
Después de entrar en transmisión, el equipo que había se desplegó en el sitio para realizar la cobertura. Luego, tras darse a conocer la noticia a nivel mundial, Joserra cedió cámaras y micrófonos al presentador de noticias estelar de la televisora del Ajusco.
“Hicimos una serie de reportajes, entrevistas, cambiamos material con los australianos, con los italianos. Después llegó Javier Alatorre. Era un viernes, viernes social”, mencionó Fernández sobre aquel peculiar incidente y la falta de reporteros.
José Ramón Fernández cubrió sus primeros Juegos Olímpicos en Montreal 1976. A partir de ese momento, su figura se convirtió en asidua a todo tipo de grandes eventos deportivos. Así durante todo el tiempo que participó con Imevisión y luego con TV Azteca, televisora en la que conformó a un equipo de ensueño. En las Copas del Mundo era normal ver las mesas de debate engalanadas con las presencias de nombres de talla mundial: César Luis Menotti, Jorge Valdano y Emilio Butrageño, por decir algunos ejemplos.
En ESPN, empresa en la que trabaja desde 2007, Fernández también ha estado presente en todos los eventos de realce. En Copas del Mundo, la mesa de Futbol Picante se ha caracterizado por trasladarse a los lugares donde se realizan los eventos y desde ahí realizar sus análisis de la Selección Mexicana y de los partidos más relevantes.
Mientras que en Juegos Olímpicos, Joserra ha hecho dupla con uno de sus alumnos más avanzados, el también polémico David Faitelson, junto a quien analiza todos los pormenores de la actividad atlética, así como los momentos más importantes a nivel cultural y social.
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