El comportamiento de la afición en los partidos de la Selección Mexicana le ha traído problemas a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y al propio Tri. La más reciente sanción impuesta por la FIFA les generó dos partidos a puerta cerrada y una multa económica de 100 mil francos suizos.
Pero la Federación dirigida por Yon de Luisa buscará reducir la multa y apelará para que el combinado nacional juegue al menos un partido como local sin público. De acuerdo con el periodista David Medrano, la FMF tendría un nuevo motivo para deshacer el castigo, según detalló en su columna para Récord.
Durante el partido contra Honduras en el Estadio Azteca se activó el protocolo de la FIFA para invitar a la afición a no realizar comportamientos discriminatorios y homofóbicos por los distintos gritos que se escucharon. El silbante principal detuvo el juego hasta que se calmaron los cánticos.
La apelación radica en que no se dijo la palabra del grito homofóbico, sino que la afición entonó el reclamo de “culero”. Según David Medrano, la FMF mandó todas las explicaciones al máximo organismo de fútbol internacional con la aclaración del significado de la palabra.
Al no ser una expresión discriminatoria y homofóbica, la Federación Mexicana pedirá que se reduzca a un solo juego sin afición; defenderán que la afición Tricolor no pronunció en ningún momento la frase que la FIFA sanciona.
Anteriormente se habló de que también se apostará por cómo se reaccionó en el juego contra Canadá el pasado mes de octubre. En aquel juego se activó rápidamente el protocolo para erradicar comportamientos discriminatorios; con el apoyo del sonido local y las indicaciones del árbitro se acabó con dicha actitud.
El partido solo se detuvo por unos minutos en dos ocasiones hasta que se dejaron de escuchar las expresiones homofóbicas. Pero no se llegó al paso tres, el cual indica que los jugadores deben abandonar la cancha, dirigirse a los vestidores y perder más minutos de juego.
Para la Federación Mexicana, los árbitros del encuentro ante Canadá no llegaron a instancias del último paso del protocolo, por ello el castigo por el grito debería ser menor.
La apelación de la FMF llevará su tiempo para que las autoridades de la FIFA decidan lo que harán con el castigo impuesto a la Selección Mexicana. Cabe recordar que los partidos comprometidos corresponden a las eliminatorias mundialistas de Concacaf.
Si la FIFA no elimina los juegos de veto de la afición, el combinado azteca jugará sin su público en los duelos contra Costa Rica y Panamá, los cuales se realizarán en enero y febrero de 2022 respectivamente.
Otro de los puntos que buscaría cambiar la Federación, comandada por Yon de Luisa, sería cambiar de estadio y dejar el Coloso de Santa Úrsula para otras fechas. Las fallas en la eliminación del grito homofóbico se han dado en el Azteca, así que se habló de la posibilidad de migrar a Guadalajara y jugar en el estadio Akron.
En conferencia de prensa realizada el pasado 10 de noviembre, el presidente de la FMF no descartó la posibilidad de buscar cedes alternas para el Tri. Una de ellas sería en tierras taparías o en Monterrey.
“Dentro de nuestro plan original estaba la posibilidad de acercar a la Selección Nacional Mexicana a otras sedes, ahorita tenemos que esperar a ver la solución definitiva de FIFA o el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) para saber cómo vamos a operar. Tenemos que darle prioridad al tema deportivo y después al tema espectáculo”, manifestó el directivo mexicano.
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