Apenas ocho clásicos, aunque repletos de interesantes anécdotas, protagonizaron hasta ahora las selecciones de Argentina y Brasil por la clasificación a las Copas del Mundo, entre los que se cuenta una suspensión en la ida del actual grupo sudamericano por razones ligadas a la supuesta violación del protocolo sanitario, un triunfo del Scratch con tres penales de Ronaldo Nazario, una exhibición de Juan Román Riquelme durante la etapa de José Pekerman como entrenador albiceleste, y la rareza de uno de los duelos con una terna arbitral suiza.
Las selecciones de Brasil y Argentina comenzaron a enfrentarse por la clasificación mundialista recién en el actual siglo, porque cuando se modificó el sistema y se implementó el torneo sudamericano de todos contra todos para el Mundial de Francia 1998, los verde amarillos estaban clasificados en forma directa porque en aquella época el campeón anterior obtenía automáticamente el pasaje, y habían celebrado en Estados Unidos 1994.
Para el Mundial de 2014, otra vez Brasil no participó de la clasificación debido a que fue local en ese torneo, y nuevamente tuvo garantizada su presencia, mientras que en el presente grupo sudamericano para Qatar 2022, en la ida, no pudieron pasar de los primeros minutos cuando la policía estatal irrumpió en el campo de juego del estadio Arena Corinthians para impedir que cuatro jugadores argentinos –que según la agencia estatal de vigilancia sanitaria no habían cumplido con la cuarentena- continuaran en la competencia,
El 26 de julio del 2000 y por la sexta fecha de la clasificación, Brasil y Argentina se enfrentaron por primera vez en una clasificación mundialista, en el estadio Morumbí de San Pablo, con el triunfo de los locales por 3-1. El Scratch se imponía por 2 a 0 con goles de Alex y Vampeta, descontó Matías Almeyda antes de finalizar el primer tiempo, pero nuevamente Vampeta amplió el marcador en el complemento,
El entrenador argentino era Marcelo Bielsa y el arquero albiceleste, Roberto Bonano, mientras que a Brasil aún lo dirigía el ya cuestionado Vanderlei Luxemburgo.
La revancha se jugó el 5 de septiembre de 2001, exactamente ocho años después del impactante 0-5 que recibió la selección argentina ante Colombia por otra clasificación mundialista y en el mismo escenario, el estadio Monumental. El director técnico visitante ya era Luiz Felipe Scolari, quien había reemplazado a Luxemburgo por los mediocres resultados de un equipo, que no tenía garantizado su pasaje al Mundial.
El equipo argentino comenzó perdiendo a los 2 minutos, con un gol en contra de Roberto Ayala pero el dominio local fue total, al punto de que el centrodelantero Elber, del Bayern Munich, se dedicó prácticamente a la marca de los defensores argentinos que iban al ataque. Marcelo Gallardo empató a los 31 minutos del segundo tiempo y a los 39 minutos, Cris, en contra, les dio la victoria a los argentinos por 2 a 1.
Ese partido tuvo la extraña característica de haber contado con una terna arbitral suiza y no sudamericana, como se acostumbra en el grupo clasificatorio de la Conmebol. El principal fue Urs Meier, y los jueces de línea, Laurent Rausis y Renato Salzgeber. El cuarto árbitro también fue helvético, Massimo Busacca, uno de los máximos dirigentes arbitrales de la FIFA en la actualidad.
La selección argentina terminó primera en el grupo con 43 puntos y en cambio Brasil se clasificó en la última fecha al vencer 3-0 a Venezuela como local para compartir el tercer lugar con Paraguay con 30 puntos, y apenas a tres de distancia de Uruguay (que jugó el repechaje) y Colombia.
Scolari iba a renunciar al cargo de entrenador una vez conseguido el objetivo de ir al Mundial, pero los jugadores de mayor peso del plantel le pidieron que siguiera y puso entonces como condición que lo acompañaran a la conferencia de prensa para respaldarlo y medio año más tarde fue campeón en Japón- Corea del Sur.
Para la clasificación al Mundial de Alemania 2006, la situación de Brasil y Argentina se parecía mucho a la de la actualidad. De hecho, terminaron primera y segunda, ambas con los mismos puntos, 34, aunque los verde amarillos tuvieron una mejor diferencia de gol.
El 2 de junio de 2004, por la sexta fecha de la ida del grupo sudamericano, Brasil se impuso por 3-1 a Argentina en el Mineirao con la particularidad de que los tres tantos fueron marcados por Ronaldo Nazario, y de penal. El último de esos goles llegó en tiempo de descuento, y Juan Pablo Sorin había descontado once minutos antes.
En ese partido, Pablo Cavallero atajó para Argentina, Facundo Quiroga jugó como marcador central y César “Chelito” Delgado, como extremo derecho (luego reemplazado por Mauro Rosales).
Casi exactamente un año después, el 8 de junio de 2005, se enfrentaron por la vuelta en el Monumental, pero ya algunas cosas habían cambiado en el equipo argentino. José Pekerman había reemplazado a Bielsa como entrenador y, como resultado, llegaron a la selección albiceleste varios jugadores como Juan Román Riquelme, Javier Saviola, Luis “Lucho” González y Fabricio Coloccini.
Por su parte, el experimentado entrenador brasileño Carlos Alberto Parreira contaba con Robinho, Kaká, Ronaldinho, Cafú y Roberto Carlos. La selección argentina se fue al descanso ganando 3-0 con dos goles de Hernán Crespo y otro de Riquelme, que dio una exhibición, y en el segundo tiempo descontó Roberto Carlos. El partido finalizó 3-1 para los albicelestes.
Para la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010, otra vez Brasil terminó primero en el grupo con 34 puntos, pero en esta ocasión, el equipo argentino sufrió hasta el final y padeció el cambio casi en la mitad del torneo, cuando Diego Maradona reemplazó a Alfio Basile tras la primera fecha de la segunda rueda.
El 18 de junio de 2008, por la sexta fecha de la primera rueda y con la presencia en el palco de Pelé y de José Mourinho, Brasil y Argentina empataron sin goles y el entrenador local, Dunga, fue despedido al grito de “Burro, burro”. Fue al año siguiente de que los mismos dos equipos jugaran la final de la Copa América de Venezuela y los verde-amarillos se impusieran por 3-0.
Brasil contaba con jugadores como el arquero Julio César, defensores como Maicon, Lucio o Juan y atacantes como Robinho, Julio Baptista, Adriano y Alexandre Pato. El arquero argentino esa noche fue Roberto Abbondanzieri, de gran actuación, Javier Mascherano, Lionel Messi (que fue ovacionado al salir reemplazado por Rodrigo Palacio), Riquelme (luego reemplazado por Sebastián Battaglia), Sergio Agüero y Julio Cruz.
Para la vuelta, con un Brasil que iba tranquilo hacia el Mundial de Sudáfrica, la selección argentina caminaba por la cornisa con Diego Maradona como entrenador. El equipo no se sentía seguro en Buenos Aires y se decidió jugar el clásico en Rosario, en el Gigante de Arroyito, pero los visitantes se impusieron 3-1 con goles de Luisao de cabeza y dos de Luis Fabiano (descontó Jesús Dátolo) y agravaron la situación en la tabla de los albicelestes, que se terminaron clasificando angustiosamente ante uruguay en Montevideo en la última fecha.
El partido de Rosario se jugó el 6 de septiembre de 2009 y si Brasil contaba con Felipe Melo, Kaká, Elano, Robinho y Luis Fabiano (siempre con Dunga de entrenador), Argentina había vuelto a cambiar a varios titulares. Ahora el arquero era Mariano Andújar, los centrales fueron Nicolás Otamendi y Sebastián Domínguez, y los atacantes, Carlos Tévez y Messi.
Para llegar al Mundial de Rusia 2018, Brasil volvió a finalizar líder con 41 puntos, mientras que Argentina consiguió el pase en la última fecha ante Ecuador en Quito y terminó en la tercera colocación con 28 puntos.
El 13 de noviembre de 2015, por la tercera fecha, Argentina y Brasil empataron 1-1 en el Monumental con goles de Ezequiel Lavezzi y Lucas Lima, y a dos minutos del final fue expulsado David Luiz en los visitantes.
Por el equipo argentino, que en ese entonces dirigía Gerardo “Tata” Martino, jugaron en la defensa Facundo Roncaglia, Otamendi, Ramiro Funes Mori y Marcos Rojo, y en el ataque, Lavezzi, Gonzalo Higuaín (luego ingresó Paulo Dybala) y Ángel Di María. Por Brasil atajó Alisson Becker, en la defensa jugaron Miranda y los laterales Daniel Alves y Filipe Luis y arriba, Douglas Costa, Neymar y Willian. Dunga continuaba siendo el entrenador, aunque cada vez más cuestionado por la prensa y los hinchas.
La vuelta se jugó el 10 de noviembre de 2016 y todo había cambiado en los dos equipos. En Brasil, Tite reemplazó a Dunga y aparecieron jugadores como Marquinhos, Paulinho (que participaba en la liga china), Renato Augusto, Philippe Coutinho, Neymar y Gabriel Jesús (luego reemplazado por Roberto Firmino). En Argentina también había cambiado el entrenador. La comisión interventora de la AFA conformada por la FIFA y la Conmebol dispuso que Edgardo Bauza fuera el nuevo DT y éste colocó como titular a Emmanuel Mas como lateral izquierdo, mientras que Ángel Correa ingresó como suplente por Di María.
Fue el primer partido de Brasil como local en el Mineirao luego de la durísima derrota en ese estadio ante Alemania por 7-1 en el Mundial 2014 y los locales se impusieron con claridad a Argentina por 3-0 con dos goles de Paulinho y uno de Coutinho.
El partido de ida de la actual clasificación a Qatar 2022 debía jugarse en el Arena Corinthians de San Pablo el 5 de septiembre pasado, pero a los 5 minutos fue interrumpido por oficiales de ANVISA (la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria –ente público que autoriza los medicamentos o vacunas-). El argumento fue que tres jugadores argentinos, Emiliano Martínez (jugador del Aston Villa), Cristian Romero y Giovani Lo Celso (ambos del Tottenham) habían mentido en su declaración en la aduana brasileña al ingresar desde Gran Bretaña sin hacer la cuarentena. El cuarto acusado, Emiliano Buendía (Aston Villa), estuvo en el banco.
La acusación de ANVISA se basó en que falsearon sus declaraciones que debían rellenar todos los viajeros al entrar a Brasil, diciendo que no habían estado en Gran Bretaña en los últimos 14 días (los necesarios para cumplir con la cuarentena en territorio brasileño, si provenían de ese territorio). Por su parte, la AFA argumentó que previamente había un protocolo anti COVID acordado entre la Conmebol, las diez federaciones de las selecciones participantes y sus gobiernos nacionales con una autorización excepcional para los futbolistas.
Tanto el árbitro como el comisario deportivo, elevaron sus informes a la Comisión Disciplinaria de la FIFA, que aún no dio a conocer su fallo cuando ya tanto Brasil (ya clasificado) como Argentina (a punto de hacerlo) ya se acercan al Mundial 2022.
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