Las perlitas de los duelos por Eliminatorias entre Argentina y Uruguay: del exabrupto de Maradona al tiro libre de Messi que inauguró la barrera “cocodrilo”

Esta noche volverán a animar un clásico del Río de la Plata en Montevideo, camino al Mundial de Qatar 2022

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Las expectativas por los debuts como entrenadores de José Pekerman o Edgardo Bauza, el regreso de Lionel Messi después de su desilusión en la Copa América extra de 2016, su gol de tiro libre por debajo de la barrera que dio lugar al “cocodrilo” posterior, o las dramáticas definiciones en la polémica última fecha de los torneos largos sudamericanos, son algunos de los hechos más importantes de la historia moderna del Clásico del Río de la Plata entre Argentina y Uruguay.

Uruguayos y argentinos volverán a enfrentarse por la clasificación al Mundial de Qatar 2022 en lo que será su decimocuarto partido desde que en Sudamérica se utiliza el formato con el sistema “todos contra todos”, y es la primera vez que el clásico no se jugará, con los celestes como locales, en el estadio “Centenario” (en obras para ser la sede de la final de las Copas Libertadores masculina y femenina y la Copa Sudamericana durante este mes), sino en el nuevo “Campeón del Siglo” de Peñarol, estrenado el 28 de marzo de 2016 y con capacidad para 40.000 espectadores, con el arbitraje del venezolano Alexis Herrera.

Una de las máximas polémicas alrededor de este clásico se suscitó cuando comenzó el actual formato, en la clasificación para el Mundial de Francia 1998, debido a que se acordaba en el ámbito de la Conmebol, al establecer el calendario, que argentinos y uruguayos siempre acababan enfrentándose en la última fecha, lo que daba lugar a especulaciones del resto de las federaciones participantes debido a la cercanía futbolística entre los dos países.

El 12 de enero de 1997, por la última fecha de la primera ronda, la selección uruguaya, dirigida por Juan Ahuntchain, y con jugadores como Robert Siboldi, Paolo Montero, Pablo Bencoechea, Daniel Fonseca, Enzo Francescoli y Néstor Cedrés -luego ingresaron Álvaro Recoba y Sebastián Abreu-, empató 0-0 contra la argentina que dirigía Daniel Alberto Passarella y que en aquella ocasión contó con Ignacio “Nacho” González en el arco y Néstor Gorosito en la mitad de la cancha, y con Fernando Galetto y Hugo Morales en el banco de suplentes.

Diego Forlán con la pelota
Diego Forlán con la pelota y Walter Samuel en la marca

Pero el partido decisivo fue el de la segunda rueda, el último de la clasificación y en el Monumental de Núñez, con otro empate 0-0 que dejó a los celestes fuera del Mundial de Francia y con Argentina ya clasificada desde jornadas anteriores. En aquella ocasión, el 12 de octubre de 1997 (una fecha que se repetiría para los clásicos), Juan Sebastián Verón estrelló dos veces la pelota en el travesaño, y Ariel Ortega, una restante, y la polémica giró en torno a un gol mal anulado al delantero Martín Posse por un supuesto fuera de juego. Desde los 61 minutos, Uruguay jugó con diez debido a la expulsión de Líber Vespa.

La selección argentina terminó el grupo sudamericano como líder, seguida por Paraguay, Colombia y Chile (Brasil no participó por ser campeona del mundo en 1994, y en aquel tiempo esto le permitía clasificarse en forma directa al Mundial).

Este partido se jugó al día siguiente de que un avión de la compañía “Austral” que partió desde la provincia de Misiones terminó cayendo en la localidad uruguaya de Nuevo Berlín, a 330 kilómetros de Montevideo.

Para la clasificación al Mundial 2002 de Japón y Corea del Sur se repitió la situación anterior. Una selección argentina, dirigida por Marcelo Bielsa, que marchaba puntera y sin dificultades en el grupo, mientras que el equipo uruguayo llegó a un final angustioso para terminar jugando el repechaje ante Australia y recién allí conseguir el pasaje.

Otra vez, Argentina y Uruguay se enfrentaron por la última fecha. El 8 de octubre de 2000 jugaron por la ida en Buenos Aires y el equipo de Bielsa se impuso por 2-1 a los celestes, que en aquel momento eran dirigidos por Passarella y que se presentaron en el “Monumental” con una camiseta roja. Marcelo Gallardo abrió el marcador promediando el primer tiempo, El visitante Federico Magallanes remató un tiro libre y la pelota rebotó en el travesaño y antes de finalizar la etapa, Gabriel Batistuta convirtió el segundo gol, que festejó hablándole a su rodilla, luego de una larga lesión. Al comenzar el complemento, descontó Uruguay gracias a un gol en contra de Roberto Ayala.

Messi, rodeado por rivales charrúas
Messi, rodeado por rivales charrúas en una edición del clásico del Río de la Plata (AP 162)

Pero nuevamente el partido clave fue el de la segunda rueda y último de la clasificación, jugado el 14 de noviembre de 2001 y ya Uruguay con otro entrenador, Víctor Púa, que reemplazó a Passarella por los magros resultados. Los celestes peleaban por llegar al repechaje contra Colombia, que jugaba su decisivo partido en Asunción ante Paraguay y que terminó ganando 4-0, pero con el empate 1-1 en el “Centenario”, los celestes se clasificaron para dos partidos ante Australia por la diferencia de un gol en la tabla general. Ambos partidos se jugaron a la misma hora.

A los 18 minutos, Darío Silva había puesto en ventaja a Uruguay pero empató a los 44 minutos Claudio “Piojo” López y cuando estaban 1-0, un cabezazo de Ayala terminó con la pelota en el travesaño y con el arquero Patricio Carini ya vencido.

En el segundo tiempo, ya con el empate 1-1, ninguno de los dos equipos buscó el arco rival, y brotaron los aplausos para los visitantes en el estadio Centenario. “¡Volvimos a ser hermanos!”, gritó el relator Marcelo Araujo durante la transmisión televisiva, mientras decía que “me gustaría saber qué es lo que hablan los jugadores en la cancha”.

La situación de los dos equipos del Río de la Plata volvió a parecerse en ocasión de la clasificación al Mundial de Alemania 2006. En la que los argentinos (que encarrilaron la clasificación con Bielsa, pero terminaron con José Pekerman) obtuvieron el segundo lugar detrás de Brasil y sin demasiadas dificultades, mientras que los uruguayos volvieron a llegar a la última fecha con riesgos de no llegar al Mundial y consiguieron otra vez ir al repechaje ante Australia superando a Colombia, aunque ahora por un punto de diferencia.

El 9 de octubre de 2004, en el “Monumental”, se produjo el debut oficial de Pekerman como entrenador luego de que, terminados los Juegos OIímpicos de Atenas y con la medalla dorada ganada, Bielsa adujo quedarse “sin energía” y renunció al cargo. Esto significó un cambió de seis titulares habituales en el conjunto argentino y los ingresos de Walter Samuel, Esteban Cambiasso, Javier Saviola, Juan Román Riquelme, Luis “Lucho” González y Luciano “Lucho” Figueroa, y entre los suplentes, Lionel Scaloni, Leo Franco, Federico Insúa, Maxi Rodríguez y Gonzalo Rodríguez.

El equipo argentino tuvo una brillante exhibición (en especial, Riquelme) al punto de que ya se imponía por 3-0 al terminar el primer tiempo (goles de Figueroa, González y Javier Zanetti) y en el segundo tiempo aumentó Figueroa, y descontaron en el final Cristian “Cebolla” Rodríguez y Javier Chevantón, de penal.

Previo al Mundial de Alemania
Previo al Mundial de Alemania 2006 Argentina derrotó por 4 a 2 a Uruguay con una exhibición de Riquelme

El entrenador del equipo uruguayo era Jorge Fosatti y contaba con Sebastián Viera en el arco, Darío Silva en el ataque, y Diego Forlán y el madridista Pablo García en el banco de suplentes.

Pero una vez más, el partido clave fue el segundo, y último de la clasificación, en el Centenario de Montevideo, el 12 de octubre de 2005. Los locales necesitaban ganar para llegar al repechaje como quintos del grupo y miraban de reojo lo que ocurría en el partido entre Paraguay y Colombia en Asunción, que terminaron ganando los visitantes 1-0, pero el triunfo por 1-0 en el Clásico, con gol de Álvaro Recoba, terminó llevando a los de Fosatti al repechaje ante Australia por un punto de diferencia, es decir que un gol más de los argentinos los eliminaba del Mundial, al que de todos modos no fueron al caer ante los oceánicos.

Si aquella noche jugaron para Uruguay Diego Lugano, Paolo Montero, Forlán y Marcelo Zalayeta, por Argentina ingresaron como titulares Leonardo Ponzio, Sebastián Battaglia y Hernán Crespo, mientras que Pablo Aimar y un muy joven Lionel Messi –que luego entró por Lucho González en el segundo tiempo- estuvieron en el banco de suplentes.

Distinto fue lo que ocurrió con argentinos y uruguayos en la clasificación para el Mundial de Sudáfrica 2010. El 12 de octubre de 2008, por la última fecha de la primera rueda, los albicelestes se impusieron por 2-1 en lo que sería el anteúltimo partido del ciclo de Alfio Basile, que renunciaría luego de la derrota en Santiago ante Chile en la fecha siguiente, seis días más tarde.

Messi, de cabeza y tras un centro perfecto al segundo palo de Riquelme, y Sergio Agüero, marcaron los goles argentinos y antes de finalizar la primera etapa descontó Lugano. En los locales atajó Juan Pablo Carrizo y fue titular Carlos Tevez, y un joven Ángel Di María fue al banco de los suplentes. En Uruguay –ya dirigida por el “Maestro” Oscar Tabárez, que seguiría hasta ahora- atajó Juan Castillo, en la defensa estuvieron Diego Godín y Martín Cáceres, y en el ataque, Diego Forlán, Carlos Bueno y Sebastián Abreu, en tanto que Edinson Cavani fue suplente.

Pero el partido que cobró ribetes dramáticos fue el de la segunda rueda en el “Centenario”, el 14 de octubre de 2009. El equipo argentino sólo le llevaba un punto al uruguayo y dos a Ecuador, que se jugaba sus chances ante Chile en Santiago. Si Ecuador ganaba su partido y Argentina perdía ante Uruguay, los entonces dirigidos por Diego Maradona, que llegaban de manera errática a la definición, se quedaban incluso afuera del repechaje, aunque un empate los clasificaba en forma directa.

En las eliminatorias para Sudáfrica
En las eliminatorias para Sudáfrica 2010 Argentina venció 1 a 0 a Uruguay con gol de Bolatti y luego del partido Maradona declaró en contra de la prensa "que la chupen, que la sigan chupando."

Finalmente, tras resistir el cero en el arco propio durante casi todo el partido, a seis minutos del final llegó el gol de Mario Bolatti con el que Argentina se impuso 1-0 y obtuvo el boleto directo para Sudáfrica 2010, mientras que Uruguay –que jugó un pasaje con diez por la expulsión de Cáceres- consiguió ir a la repesca ante Costa Rica (y finalizaría cuarto en la máxima cita).

En el equipo argentino jugaron Rolando Schiavi, Nicolás Otamendi, Fabián Monzón (que ingresó por Di María), Messi, Tevez y Gonzalo Higuaín (por quien entró luego Bolatti).

La clasificación al Mundial sobre el final del partido en el Centenario generó una descarga de emociones en el plantel argentino. Carlos Bilardo, el manager, que estaba distanciado de Maradona, lo abrazó en los festejos.

En medio de la euforia, Maradona hizo recordadas declaraciones en la conferencia de prensa: “Agradezco de corazón a la gente argentina, solamente a la gente argentina, que cruzó el charco y estuvo pendiente de la Selección, a mi familia, a Dalma y a Gianinna, pero hay un sector que no se lo merece y ellos lo saben bien. Yo tengo memoria y ahora los voy a recordar más que nunca. Para los que no creyeron en esta Selección, a los que me trataron como una basura, hoy estamos adentro del Mundial, sin ayuda de nadie, con todos los honores, ganándole a un gran equipo como el uruguayo que se jugó la vida en todo momento y le ganamos el partido como hombres. A los que no creyeron, con perdón de las damas –se refería a la periodista catalana Cristina Cubero, que estaba sentada en las primeras filas-), que la chupen, que la sigan chupando. Yo soy o blanco o negro. Gris, no voy a ser en mi vida. Ustedes me trataron como me trataron, sigan mamando”.

Al terminar el partido, en el mismo campo de juego, hubo un incidente entre Gabriel Heinze y “Cebolla” Rodríguez por el cual éste fue suspendido por cuatro fechas, lo que le impidió jugar el repechaje y al final, también el Mundial, al considerar Tabárez que al tener que estar ausente en dos de los tres partidos de la primera fase, lo podría utilizar muy poco.

Para la clasificación al Mundial de Brasil 2014, las cosas volvieron a ser como casi siempre para Uruguay, navegando entre la clasificación, el repechaje y la eliminación. Por el lado de Argentina, tras el sufrimiento que implicó conseguir el boleto a último momento para Sudáfrica 2010, el camino se hizo más tranquilo de la mano de Alejandro Sabella y sin Brasil, que como local tenía asegurada una plaza, terminó ganando el grupo.

El partido de ida se jugó, una vez más, un 12 de octubre pero de 2012 y en el estadio “Malvinas Argentinas” de Mendoza, y pese al absoluto dominio local, se fueron al descanso empatados sin goles. Sin embargo, en el segundo tiempo llegaron tres seguidos, en una ráfaga de 14 minutos, el primero y el tercero de Messi (de excepcional actuación, y que ya había estrellado la pelota en el ángulo entre el palo y el travesaño en la primera parte), el último de ellos con un tiro libre por debajo de la barrera, aprovechando que sus integrantes saltaron para bloquear el remate y sorprendiendo al arquero Fernando Muslera, y el segundo, de Sergio Agüero. La ejecución de este tiro libre daría lugar, en adelante, al llamado “Cocodrilo”, un jugador que se coloca detrás de la barrera, arrojado al suelo, para evitar que la pelota pase por debajo cuando los jugadores saltan para bloquear el remate.

Sergio Agüero recibe una patada
Sergio Agüero recibe una patada de atrás del Ruso Pérez

En el equipo argentino jugaron aquella noche Pablo Guiñazú, Hugo Campagnaro, Fernando Gago y el delantero Hernán Barcos.

La vuelta se jugó el 15 de octubre de 2013, en el “Centenario” de Montevideo y con la necesidad de la selección uruguaya de ganar para asegurarse el pase al repechaje ante Jordania y tratar de alcanzar a Ecuador, el último de los clasificados en forma directa al Mundial, que enfrentaba a Chile en Santiago.

Los celestes vencieron 3-2 a una selección argentina que ya estaba clasificada y que no salió a la cancha con su equipo de gala. Entre otros, fueron titulares Hugo Campagnaro, José Basanta y Sebastián Domínguez en la defensa, Augusto Fernández como volante (luego reemplazado por Mauro Icardi) y Rodrigo Palacio y Erik Lamela como delanteros.

Dos veces estuvo en ventaja Uruguay en el primer tiempo por goles de Cristian “Cebolla” Rodríguez y Luis Suárez, éste último a través de un polémico penal, pero en ambas ocasiones empató Maxi Rodríguez, hasta que Cavani desniveló en el segundo tiempo. De nada valió que por los altoparlantes se informara de cada gol de Chile ante Ecuador, porque los celestes finalizaron quintos en la clasificación y recién consiguieron el pasaje al Mundial en el repechaje ante Jordania.

La clasificación para el Mundial de Rusia 2018 tuvo por primera vez un cambio en el calendario. Ya Argentina y Uruguay no se medirían en la última fecha sino en la sexta de las nueve de cada ronda. En la ida, el 1 de septiembre de 2016, y en el debut de Edgardo Bauza como director técnico tras la salida de Gerardo Martino debido a la negativa de los clubes a cederle los convocados para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, los albicelestes se impusieron 1-0 con un gol de un Messi con el pelo y la barba teñidos de rubio, en lo que significaba también su regreso con el equipo nacional tras haber manifestado que no quería continuar tras haber perdido la final de la Copa América Extra de los Estados Unidos.

La selección uruguaya llegaba a ese clásico como puntera en el grupo sudamericano y el gol de Messi (otra vez de muy buena actuación) llegó tras un remate que rebotó en la defensa uruguaya y la pelota se le coló al arquero Muslera. En ese partido jugaron por Argentina Lucas Pratto, Nicolás Gaitán y Ramiro Funes Mori (hoy en la selección mexicana), y en el último minuto del primer tiempo fue expulsado Paulo Dybala, en el que era su debut como titular, y se fue llorando al vestuario, desconsolado.

La vuelta, que se jugó el 31 de agosto de 2017, fue completamente diferente. La selección uruguaya siguió un camino tranquilo hacia el Mundial, pero a diferencia de la primera rueda, el equipo argentino había entrado en una enorme irregularidad y ya Jorge Sampaoli había reemplazado a Bauza, convirtiéndose en el tercer entrenador argentino en el mismo torneo, y no había ninguna certeza de clasificación.

En el último clásico del
En el último clásico del Río de la Plata, Messi fue figura y Argentina ganó por 3 a 0

El partido (que además sirvió para promocionar, antes del comienzo, la organización conjunta del Mundial 2030 a través de los amigos Messi y Suárez), finalizó 0-0 y la selección argentina continuó en el quinto puesto, que hasta ese momento le otorgaba la chance de ir al repechaje y de hecho, luego apenas pudo empatar como local 1-1 ante Venezuela y 0-0 ante Perú, para conseguir angustiosamente un lugar en la última fecha, cuando venció como visitante a Ecuador por 3-1 con un triplete de Messi.

En ese partido ante Uruguay en el “Centenario” participaron Dybala e Icardi, Javier Mascherano fue al banco de suplentes e ingresaron Lautaro Acosta y Javier Pastore, mientras que Luis Suárez se lesionó en un choque contra Nicolás Otamendi y fue reemplazado por Cristian Stuani.

El último enfrentamiento entre Argentina y Uruguay por la clasificación mundialista a Qatar 2022 fue hace un mes, el 10 de octubre pasado, en el “Monumental” y por la primera rueda, y en el que los albicelestes se impusieron por 3-0 con goles de Messi, Rodrigo De Paul y Lautaro Martínez y la actuación de los celestes, sumada a la derrota ante Brasil de unos días más tarde, desató una crisis que puso en peligro la continuidad de Tabárez como DT.

La selección argentina, dirigida por Lionel Scaloni, llega en el segundo lugar de la tabla sudamericana con 25 puntos, mientras que la uruguaya ocupa el quinto lugar por diferencia de gol, con los mismos puntos que Colombia, el último de los cuatro clasificados directos. Los Celestes, por ahora, se encuentran en situación de jugar el repechaje.

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