El martes pasado comenzaron a encajar las piezas: el sábado 27 de noviembre se llevará a cabo la final de la Copa Libertadores entre Palmeiras y Flamengo, al día siguiente, sucederán las elecciones del Banco de Previsión Social (BPS).
Ya que las elecciones son de voto obligatorio, la ley indica que desde el sábado a las 19:30 horas debería haber una veda alcohólica. Es decir, los comercios no tendrían permitido vender bebidas alcohólicas de ningún tipo.
Por lo tanto, en teoría, cuando gane uno de los dos equipos brasileños y miles de hinchas salgan a festejar el triunfo, no podrán comprar alcohol. El país espera recibir 30.000 hinchas de ambos equipos para la Libertadores y la CONMEBOL, la semana pasada, había pedido a los bares, restaurantes y comercios que se stockearan de cerveza fría, muy fría, según comentó Daniel Fernández, ex presidente de CAMBADU y actual asesor del directorio del Centro de Alamacenes, Minoristas, Baristas y Afines del Uruguay, a Subrayado.
Aunque por ley la veda alcohólica se mantendrá vigente, la prohibición es con respecto a la venta de alcohol y no necesariamente con respecto a su consumo. El ministro de la Corte Electoral José Ignacio Korseniak explicó que la Corte no tiene potestad de controlar ni sancionar los comercios, restaurantes o bares que no cumplan con la prohibición. Esta misma no alcanza, por ejemplo, a los espectáculos públicos.
Fernández declaró que la Corte Electoral confirmó que no habrá sanciones para quienes vendan alcohol el sábado 27 por la noche. Sin embargo, tampoco puede fomentar la venta de alcohol porque eso sí sería ilegal.
“Respetaremos las normas, pero también tenemos que pensar que es una fiesta internacional y que los brasileños no votan. Se merecen recibirlos como ellos se merecen, con la gran fiesta y como nos pidió la Conmebol vamos a tener abundante servicios de cerveza bien fría y buenos platos de comida”, comentó Fernández a Telemundo.
Agregó que “la gente de la Conmebol respeta las leyes del país que va, no opinaron al respecto, pero sí les dimos seguridad de que íbamos a brindar el servicio que exigiera toda esa masa enorme de gente que viene a consumir”.
Montevideo se prepara
La Intendencia de Montevideo, gobierno departamental de la capital donde se jugará la final, convertirá espacios públicos en zonas de recreación para los brasileños y otros extranjeros que vengan a ver la final de la Copa Libertadores y Sudamericana.
“La cantidad de visitas que va a tener Montevideo va a ser grande y va a estar muy concentrada, por eso hemos venido organizado refuerzos en planes de limpieza, todo lo que tiene que ver con movilidad y zonas de exclusión, y también un gran despliegue de cultura”, dijo la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse a Caras y Caretas.
La misma proyectó un ingreso de 20 millones de dólares al país y, por eso, resaltó la importancia de los tres eventos de fútbol que se esperan en Uruguay: La Copa Sudamericana y la Libertadores, masculina y femenina.
Cosse aseguró que la ciudad está preparada para recibir a los 100.000 brasileños que se estima que ingresen tras los torneos. Para ello, contarán con operativos de limpieza y movilidad, además de refuerzos policiales por parte del Ministerio del Interior.
Agregó que, desde la Intendencia, se hará una fuerte difusión de los espacios gastronómicos para darle “un alivio para mucha gente y también un aire de esperanza para seguir andando”.
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