Solamente el tiempo dirá si México padecerá arrepentimiento por perder a Ricardo Pepi. Basta con recordar a Edgar Castillo y José Francisco Torres, jugadores que a comienzo de siglo decidieron portar la camiseta de las barras y las estrellas, en detrimento de la tricolor. Mientras el tiempo emite su veredicto, Pepi ya lo ha hecho con el suyo.
En conferencia de prensa, el atacante del FC Dallas manifestó que sus convicciones no tienen ninguna fisura. “Hasta ahora, creo que he tomado la decisión correcta. La Federación de Estados Unidos siempre ha estado ahí para apoyarme, desde que tenía 13 o 14 años. Me han dado la oportunidad de estar donde estoy hoy. Creo que ha sido la mejor decisión”, mencionó.
Previamente, cuando se hizo oficial su primer llamado por parte de Gregg Belharter, Pepi expuso en sus redes sociales el orgullo que sentía por ambos países, pero que en su desarrollo como persona y jugador había sido clave crecer en Estados Unidos:
“Nací y crecí en USA. Este país me ha dado a mi y a mi familia un hogar y las posibilidades para poder lograr mis sueños. Me ha apoyado y me ha enseñado que cuando trabajas duro, serás recompensado”, mencionó en un comunicado.
Pepi cuenta con la doble nacionalidad; nació y creció en Estados Unidos, pero sus padres son mexicanos. Formó parte de algunos campamentos sub-17 del Tri; sin embargo, en su mente había un deseo innegociable, el de jugar para el país que le ha dado todo.
“Tuve una charla con mi papá, con toda mi familia y simplemente pusimos todo sobre la mesa, antes de tomar una elección final”, recordó sobre el momento en el que tuvo que tomar la decisión definitiva.
Será el próximo viernes cuando Ricardo Pepi se vea cara a cara con el país de sus padres. Su irrupción en la MLS ha sido totalmente furibunda: en el presente curso marcó un total de 13 goles. Apenas debutó con la selección el pasado 8 de septiembre en contra de Honduras. También aquel día marcó su primer gol como seleccionado. La pelea por el puesto titular con Josh Sargent será encarnizada. Ambos arietes son jóvenes y no querrán ceder terreno. Sargent cuenta con el plus de jugar en Europa, con el Norwich City.
Julián Araujo y David Ochoa decidieron tomar la vereda contraria a Pepi. Enfrentados al mismo dilema existencial (jugadores con doble nacionalidad en la órbita de ambas selecciones), ambos decidieron renunciar a la Federación de Estados Unidos, hacer el cambio, y quedar a las órdenes del entrenador azteca, Gerardo Tata Martino.
Algunos clubes del futbol europeo han manifestado su interés por estos dos elementos que bien podría integrar el proceso de la Selección Mexicana rumbo a los Juegos Olímpicos París 2024.
El auge de jugadores con doble nacionalidad ha abierto un nuevo frente en la rivalidad futbolística que sostienen México y Estados Unidos. Hace un par de meses, Santiago Muñoz, en vísperas de su fichaje por el Newcastle United, manifestó que todavía no tomaba una decisión sobre a qué país representar. Luego, sin embargo, se retractó y aclaró que su destino estará ligado a los colores verde, blanco y rojo.
Las disputas no son nuevas. En la primera década del siglo XXI, algunos jugadores ya causaron fuerte revuelo debido a sus elecciones. Fue así que jugadores con raíces aztecas como José Francisco Torres, Omar González y Michael Orozco se convirtieron en asiduos convocados por Estados Unidos. Un caso especial fue el Edgar Castillo, que llegó a jugar amistosos con el Tri, además de un Preolímpico, pero decidió renunciar y representar al vecino del norte.
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