Así nació y se potenció la rivalidad entre Hamilton y Verstappen en la Fórmula 1: el día que el inglés supo que su oponente iba a ser un problema

El viernes 3 de octubre de 2014, los ojos del mundo estuvieron sobre un chico de 17 años llamado Max Verstappen, que se convirtió en el más joven en la historia en formar parte de un fin de semana de carrera de Fórmula 1 al girar con un Toro Rosso en los ensayos previos al Gran Premio de Japón. Fue un imán y empezó a ser mirado de costado y con recelo por el resto de los pilotos, en especial por Lewis Hamilton, que a pesar de liderar el campeonato y estar cerca de su segunda corona, por un momento dejó de ser el centro de la atención. Ese día el inglés supo que con el tiempo el adolescente neerlandés iba a ser un problema. Y lo es.

Hamilton proviene de una familia de clase humilde, y su padre Anthony, a su trabajo como empleado ferroviario, tuvo que sumar otros para ganar dinero suficiente como para solventar la incipiente carrera de su hijo en karting. Lewis, el único piloto de color en correr en la F1, dijo que soportó abusos raciales en su juventud y hasta en sus primeros años en la Máxima sufrió casos de discriminación.

Verstappen es de sangre azul, ya que sus padres fueron pilotos. Su mamá Sophie Kumpen ganó dos campeonatos belgas de karting. Jos compitió en la F1 durante ocho años (en cuatro de ellos corrió en la Argentina) y estuvo muy involucrado en la carrera de su hijo, y construyó muchos de los motores con los que compitió en karting. Tiene fama de haber sido un padre estricto y una vez lo echó de la camioneta de la familia, furioso porque había chocado en una carrera importante. “No hablé con él durante siete días”, le dijo Jos a The Daily Telegraph en 2014. “Lo ignoré. Estaba realmente enojado. Realmente quería enseñarle un punto que debería lastimarlo. Quería mostrárselo”, agregó.

“Sabía lo que hay que tener para ser piloto de F1. Desde niño me preparó para lo que me esperaba”, reconoció Max, que si bien fue campeón mundial de karting (un título que no logró Ayrton Senna), también se formó en los simuladores donde el jefe de Red Bull, Christian Horner, dice que el neerlandés puede pasarse “hasta 14 horas” con una consola en sus manos cuando no está con el volante de un auto de verdad.

Pero los dos coinciden en algo: su fuerte personalidad. Así como Max tuvo en Jos un padre muy duro, que le quemó la mente para que forjara un espíritu competitivo, le dio las bases para que no perdiera la cabeza ni lo encandilaran las luces de la F1 siendo tan chico. Lewis, de un físico muy chico en su niñez, a los conflictos raciales le sumó el bullying que sufrió de niño y por eso su papá lo mandó a practicar artes marciales.

A pesar de la diferencia de edad (Hamilton 36 años y Verstappen 24), ambos tuvieron similitudes en su capacidad conductiva mucho tiempo antes de encontrarse en la F1. Giancarlo Tinini, el jefe de su antiguo equipo de karting CRG (ambos manejaron para esa marca), cree que sus coincidencias son profundas. “Lewis Hamilton es el único así (en comparación con Verstappen)”, dijo a Newsweek. “No muchos otros tienen el control que él tiene. No es normal para un conductor”, agregó. Tinini cree que hay una falta de comprensión y respeto por Verstappen. “Es normal tener algunos problemas con otros pilotos, porque muchos pilotos están celosos”, dijo el italiano. “A veces la gente no acepta su agresividad, pero Max combina agresividad y control. En karting tuvo algunos problemas, pero no muchos”, destacó. En una encuesta hecha por CRG en sus redes sociales, Verstappen fue elegido el mejor piloto de karting del periodo 2000-2020 con 983 votos. Segundo quedó el italiano Paolo De Conto (bicampeón mundial de karting) con 762 votos y tercero, Hamilton, con 726.

Ya en la F1, tras aquella irrupción de Max en Japón, en 2014 Hamilton logró su segundo título en la Máxima en lo que fue el inicio de la era híbrida (motor eléctrico y otro a combustión), y en la temporada siguiente Verstappen debutó como corredor titular en la escudería satélite de Red Bull (hoy Alpha Tauri), donde tiempo atrás se sumó a su programa de desarrollo de pilotos. Desde ese momento Max empezó a batir récords de precocidad como, por ejemplo, el más chico en sumar puntos y luego ganar una carrera en 2016, ya con Red Bull.

Ese año Lewis perdió el título a manos de su compañero de equipo, Nico Rosberg, el único que le pudo ganar un campeonato en la Máxima al inglés con el mismo auto. Fue un largo pulso que se definió en la última carrera, en la que el británico vendió cara la derrota y mostró a pleno su juego psicológico, al punto de que su rival se retiró con apenas 31 años y siendo campeón mundo.

Mientras tanto Max era considerado el “chico malo” por sus maniobras al límite como en Bélgica, en aquella temporada en la que Jacques Villeneuve lo criticó duro. “Se tiene que calmar o va a matar a alguien”, le dijo el campeón mundial de 1997 a Motorsport, en referencias al accionar del neerlandés con Kimi Räikkönen y Sebastian Vettel en la carrera belga.

El oriundo de Países Bajos siguió estando en el ojo de la tormenta y fue Niki Lauda el que fue al hueso. “La crítica de Kimi estaba plenamente justificada (sobre las maniobras en la recta más larga del circuito) y él (Max) necesita un psiquiatra si dice que fue culpa de Räikkönen”, ha aseguró el recordado tricampeón mundial en diálogo con RTL. “El joven es el talento del siglo, pero si no entiende que hace algo mal, voy a hablar con su padre Jos para decirle que debe hablar con su niño. Está muy por encima del límite”, disparó el austriaco.

Horner, sin embargo, defendió a su pupilo: “Los pilotos tienden a arreglar estas cosas en el circuito. Fue sin duda al límite (sobre la maniobra con Räikkönen). Sin embargo, los comisarios no vieron ninguna razón para iniciar una investigación”, esgrimió.

A esa altura Verstappen se hizo conocido en los boxes de la F1 como “Mad Max” o “Furia en el camino”, como se promocionó a la película en Latinoamericana. El neerlandés fue considerado como alguien que corre al límite de sus posibilidades y arrastra a los demás a que también lo hagan. Pero lejos de sentirse intimidado, el joven de 19 años redobló la apuesta y siguió siendo más fuerte en la pista.

En 2017 Ferrari se mostró muy competitiva con el cambio de reglamento técnico y los nuevos autos y tuvo a Sebastian Vettel como bandera. El alemán fue animador y llegó a liderar el campeonato en la primera parte, pero luego cayó ante la supremacía de Hamilton y Mercedes. Aunque Verstappen encendió la alerta roja de Hamilton cuando le ganó en Malasia y en México, el día que Lewis logró su cuarto título y ratificó al joven de 20 años como su futuro rival.

Hamilton estuvo en lo cierto porque se destaca también abajo del auto. Es un gran estratega y está tan o más informado que un jefe de equipo o el periodista más profesional. Conoce los movimientos del ambiente, los detalles de todas las escuderías, sabe de memoria el reglamento, es un estadista de la F1 y sus análisis lo llevaron a ver en Verstappen a su gran rival en el futuro.

A finales de ese año el británico declaró a Auto Motor und Sport que “Max corre muchos riesgos. Además, tenés que dar más espacio para él, pero es más inexperto que los demás”, en una comparación con Fernando Alonso y Sebastian Vettel. “Él está haciendo cosas maravillosas, pero va a crecer mucho a lo largo de los próximos años. Será muy difícil”, agregó y viajó en el futuro: “Hasta yo pagaría por ver un duelo con él”.

Lewis lo pidió y lo tuvo. En Bahréin 2018 se tocaron, y Max abandonó por rotura de la goma y el británico, que se retrasó, llamó “idiota” a su rival, pero pudo terminar tercero. “Fue un toque innecesario”, dijo el de Mercedes. “Debe haber cierto respeto entre los pilotos”, agregó. Verstappen, sin embargo, no se echó atrás. “Hice una buena carrera en la recta y, al frenar, estaba a su lado, en la curva estaba por delante”, dijo y le echó la culpa a Hamilton.

Ese año volvieron a encontrarse en los Estados Unidos con una gran maniobra compartida, áspera durante cinco curvas en la que prevaleció Max y Lewis terminó pasado. Verstappen, en una entrevista con Infobae en 2018, dijo sobre su forma agresiva de correr “la gente quiere ver actitud en la pista y yo intento dársela”. Fue luego de ganar en Austria y Brasil y en la temporada que Hamilton igualó los cinco títulos de Juan Manuel Fangio.

La alianza entre Red Bull con Honda para 2019 proyectó una combinación competitiva y para llevar su motivación por las nubes, Horner le aseguró a la BBC que “Max tiene la capacidad para derrotar a Lewis o Sebastian o quien sea. No creo que le falte nada para ganar a esos pilotos y es probablemente el piloto a quien más temen”.

Luego de la trunca remake McLaren-Honda entre 2015 y 2017, que ni fue la sombra de la época de gloria con Ayrton Senna y Alain Prost, los japoneses se quedaron con la sangre en el ojo y supieron que, con el mejor chasis de la categoría, como lo es el Red Bull, obra del ingeniero Adrian Newey, podrían potenciar sus motores. La sociedad resultó y en 2019 el equipo austriaco pegó un salto de calidad y Max sumó victorias y polémicas con Lewis…

En Mónaco lucharon por la victoria en la última vuelta, en la que Hamilton era primero y Verstappen, segundo. Al llegar a la chicana luego de pasar por el túnel, el neerlandés se jugó en la curva hacia la izquierda, pero lo tocó al inglés, que pudo mantener el liderazgo y terminó ganando.

En Hungría, Verstappen estuvo adelante y Hamilton quiso pasarlo al final de la recta principal y en la tercera curva. Lewis llegó a superarlo, pero se pasó. Se encontraron otra vez 29 vueltas después y ahí el británico quebró la defensa de su oponente y lo superó por afuera en una maniobra.

En México se volvieron a tocar tras la largada, donde ambos fueron al pasto y Hamilton, que ganó la carrera, dijo en la conferencia de prensa: “Si has visto carreras antes, siempre dejo a Max mucho espacio... Es lo más inteligente que puedes hacer. Pero no había mucho espacio para dejar hueco. Creo que cada piloto es un poco diferente. Algunos son los más listos, otros son muy inteligentes, agresivos y los últimos, directamente, son tontos. Y así, poco a poco, a través de la experiencia, sabes cómo tratar a cada uno. En general son bastante respetuosos. No creo que lo de Max sea intencional, pero él es un imán para ese tipo de cosas”.

El duelo siguió en Brasil, donde Lewis no pudo en la primera curva, la “S de Senna”, y luego intentó sin suerte en las siguientes variantes. Luego de una neutralización, le puso el auto a la par a Max, pareció que lo iba a dejar atrás, pero Verstappen no se rindió y pudo conservar el liderazgo y triunfó. Esa carrera también dio otra señal del avance de Honda, ya que nunca apasionante definición, casi en la línea, Pierre Gasly, con el Toro Rosso, le ganó la pulseada a Hamilton.

En 2020 Max solo pudo plasmar dos triunfos y Lewis fue superior con un mejor auto. Aunque en las últimas carreras los Red Bull-Honda avanzaron en su rendimiento y Verstappen ganó en lo que fue un prólogo de 2021, temporada en la que lograron superar a Mercedes por una serie de razones y esto le permite al neerlandés liderar el campeonato y llegó este fin de semana a México con 12 puntos de ventaja sobre el británico.

Durante este año se vio la versión más fuerte de este mano a mano con toques en Gran Bretaña, donde Verstappen quedó con el auto destruido y venció Hamilton; en Italia, donde el Red Bull se montó sobre el Mercedes y ambos quedaron afuera, y en los entrenamientos en los Estados Unidos, donde Max insultó a Lewis. Por eso hay tanta expectativa en cada fecha. Ambos demuestran fecha a fecha un nivel conductivo superlativo y llevaron al automovilismo a un grado superior.

Delante de las cámaras muestran una convivencia con el golpe de puño que se aplicó durante la pandemia de COVID-19 y llegó para quedarse. Hamilton, como de costumbre, aplica su juego psicológico y transfiere la presión a su rival, quien tampoco recoge el guante en las declaraciones. Max responde en la pista y por eso cada encuentro entre ellos es explosivo. Y Lewis, por primera vez desde 2016, sabe que puede caer su reinado y está en juego el poder llegar a su octavo título y ser el más laureado en la historia.

El duelo Hamilton vs. Verstappen se cocinó a fuego lento porque Max fue madurando como piloto y recién este año su Red Bull estuvo a la altura del Mercedes de Lewis. Ante paridad de medio mecánico, el inglés se encontró con rival que siempre va al límite y que perder no es una opción para él. Por eso sus batallas son apasionantes.

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