El legado de Javier Sahagún permanecerá vigente debido a todas las enseñanzas que sembró en esta vida con su trabajo. Su extensa trayectoria en el periodismo deportivo dejó un sinfín de anécdotas que revelan una firmeza innegociable ante los principios en los que creía. Justamente esa defensa de sus ideales lo llevó a desobedecer a su jefe directo, Javier Alarcón.
Años atrás Sahagún contó en entrevista para La Capital Deportiva que estuvo presente el día que Cuauhtémoc Blanco le propinó el famoso golpe por la espalda al periodista David Faitelson. En medio de aquel alboroto, Javier le preguntó a su camarógrafo si tenía la imagen y éste le respondió que sí. “Bueno, la vamos a poner (en el color). Llegué a la empresa y les dije: ‘Yo sí traigo la imagen’. Se veía el puñetazo, se ve la mano golpeando a Faitelson”, recordó el cronista.
El Temo jugaba para el América, club que comparte dueño con Televisa. No era fácil que la empresa criticara a un jugador de casa, pero Sahagún lo tenía bastante claro: para él no había nada que ocultar. “(Les dije que) lo que hizo Cuauhtémoc es una cobardía, es una canallada y así lo voy a poner en el color. Y así se lo dije a Javier Alarcón”. Ante la postura de Sahagún, el jefe de deportes dudó: “Déjame preguntar, yo creo que no“, respondió Alarcón.
Esas dudas de su jefe no impidieron que Sahagún se mantuviera firme en su idea. “Le dije: ‘Mira Javier, si no se puede, si yo no voy a decir eso, el color no va. Ya todo mundo lo va a manejar. El papel (de revelarlo) no lo voy a hacer yo. Si no se puede, nada más di que a ese estadio no fuimos a hacer color, lo que quieras. Pero no va’ ”, argumentó Sahagún.
Finalmente Alarcón aceptó, aunque con algunas reservas. “Después me dijo que sí. (Me dijo) ‘sí, pero lo voy a dejar a tu criterio. Los calificativos que tú pongas son los que tú creas convenientes. No te manches, no te pases cab***’. (Yo pienso que) no se trata de eso, se trata de ponderar las cosas a su nivel”, confesó el narrador sobre aquel episodio.
El periodista siempre se mantuvo fiel en lo que creía él que debía ser el periodismo y en la forma en la que tenía que ejercerlo para comprometerse con el público. “Yo soy reportero y tengo que reflejar en mi trabajo lo que veo. Esa es una responsabilidad que tengo sí conmigo, pero también con el público. La gente se da cuenta”.
Ya lejos de las pantallas, Sahagún tampoco dejaba pasar la oportunidad para mostrar su disgusto con ciertos contenidos que se ven en la TV el día de hoy. “Estamos en un momento en que la televisión está haciendo las cosas por payasada. Hay gente que dice: ‘Yo no soy periodista, soy showman’, con ese descaro. Mientras tengas un micrófono, tienes otro tipo de compromiso”, argumentaba.
Durante gran parte de su trayectoria, Sahagún se caracterizó por realizar notas de color de lo que pasaba en el ambiente de los estadios de futbol. Esas piezas solían transmitirse en el programa estelar de Televisa Deportes, La Jugada, para introducir al aficionado en los partidos más importantes del fin de semana.
También se ganó un sitio entre los comentaristas deportivos más reconocidos gracias a sus narraciones de la lucha libre de la WWE, en las que compartió cabina junto a Jorge Pietrasanta. Javier Sahagún falleció el pasado 28 de octubre.
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