El esperado partido de la final, correspondiente a la Liga de Campeones de la Concacaf entre Águilas y Rayados, estuvo lejos de ser espectacular. En un encuentro que congregó a los equipos de la Liga MX, el marcador no se movió sino gracias a un garrafal error de Sebastián Cáceres en el minuto 9. Sin embargo, en el tiempo agregado del segundo tiempo, el América estuvo cerca de consolidar el cobro de un penal por una polémica mano, aunque el silbante optó por no decretar la falta.
En medio del bullicio de los asistentes al Estadio BBVA de Nuevo León, las Águilas de Santiago Solari experimentaron un arranque pausado y sereno a diferencia de la intensidad que demostró el equipo local desde el pitazo inicial. En una jugada que los regiomontanos buscaron construir desde su portería, César Montes apostó por enviar un pelotazo aprovechando la mala posición que guardaron los defensores americanistas.
El largo servicio llegó a los pies de Jesús Gallardo, quien sirvió de primera intención a un compañero suyo que se encontraba en el centro del terreno de juego. Sin pensarlo, le devolvió la pared rápidamente y los jugadores ofensivos de Monterrey se lanzaron hacia el área de Guillermo Ochoa. Después de conducir algunos metros, Gallardo decidió ingresar un centro raso.
Los segundos posteriores fueron dramáticos. Al notar que el balón iba en dirección del jugador rival e, incluso, a la portería, Sebastián Cáceres trató de intervenir en la trayectoria de la esférica y soltó una patada. Sin embargo, la incómoda posición le impidió impactar correctamente y tan solo logró rosarlo. El leve movimiento sí incomodó a Rogelio Funes Mori para buscar el remate de primera intención, pero cuando se recuperó no perdonó y vulneró el arco de Guillermo Ochoa.
A pesar del tempranero gol, los americanistas guardaron la esperanza de que el árbitro invalidara el tanto cuando recibió la comunicación de los jueces desde la cabina del VAR. Sin embargo, al corroborar la jugada, optó por darle legitimidad a la anotación y el partido continuó. A esas alturas del encuentro resultó difícil apostar por un marcador definitivo, aunque los siguientes minutos que se disputaron estuvieron lejos de la espectacularidad.
Por momentos, los capitalinos se acercaron al arco de Esteban Andrada y pudieron incomodar, pero los Rayados no bajaron los brazos y continuaron asediando a Memo Ochoa. Como ha sido costumbre a lo largo de su carrera, las intervenciones del portero de la Selección Mexicana fueron cruciales para evitar la caída de su marco después de verse en desventaja.
Finalmente, cuando el árbitro optó por agregar nueve minutos de compensación en el segundo tiempo, América logró una llegada que les favoreció con un tiro libre. Sebastián Córdova envió un centro flojo que fue rechazado por la zaga, aunque después intentó un nuevo servicio. Después de un remate fallido, el balón quedó flotando en el área y los atacantes azulcremas intentaron meter el balón a la portería.
Cuando la pelota se fue por la línea final, los jugadores reclamaron una mano que se revisó en el VAR. En el momento en que un atacante de la capital intentó rematar de media tijera al interior del área, Maximiliano Meza se lanzó para impedirlo. Sin embargo, cuando el jugador cayó al piso, se observó su intención por desviar la trayectoria del esférico con la mano y evitar un contrarremate. A pesar de la evidencia, el silbante decidió no marcar el penal y decretó el final del partido.
Con la cuestionable victoria, Monterrey representará a la Concacaf en el Mundial de Clubes que se realizará en los Emiratos Árabes Unidos.
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