Un 29 de octubre, pero del año 2005, Saúl Canelo Álvarez comenzó a abrirse paso en el circuito profesional como boxeador. Dieciséis años después de aquel histórico debut, el atleta tapatío ha logrado consolidarse en la élite deportiva con títulos y récords. Sin embargo, a la par que ha engrosado su palmarés, también ha logrado ganar exorbitantes cifras de dinero por pelea, las cuáles se encuentran muy lejanas al primer pago que recibió por subirse al ring.
“El boxeo lo empecé porque me gusta, porque amo el boxeo y viene de la mano el negocio. Cuando debuté gané 800 pesos y no me importó. Me sacrificaba dando el peso desde niño, ganando nada, pero lo que me importa es el boxeo. Amo el boxeo, amo el boxeo y después empecé a vivir de él, vino de la mano el negocio”, recordó en una entrevista para el medio ESPN en vísperas de su pelea contra Gennady Golovkyn en 2017.
La primera vez que Canelo actuó como profesional fue contra Abraham González en Tonalá, Jalisco. Como es costumbre entre los púgiles que se abren paso en el deporte, el primer pleito fue pactado a cuatro rounds y por cada uno de ellos, Álvarez aseguró la ganancia de MXN 200, esa fue la tarifa. Los dos guerreros se encaminaron en una encarnizada pelea que casi cumple con lo pactado.
Corría el cuarto episodio cuando Álvarez, que ya se había hecho fama de fortaleza y habilidad como amateur, derribó a su oponente con 18 segundos por disputarse. El veredicto oficial señaló que había ganado por nocaut técnico y así comenzó una prolífica trayectoria que pronto comenzó a hacerse un lugar en los medios de comunicación como una de las carreras más prometedoras.
Saúl recordó la primera pelea que sostuvo,16 años después, por medio de su perfil verificado de Instagram. Junto con una fotografía donde los integrantes de su esquina, entre quienes figura el joven Eddy Reynoso, levantan sus brazos en señal de victoria, escribió un texto. En él aseguró que “desde ese día me he subido 59 veces al ring, cada vez lo hago con la misma pasión y entrega”.
Desde entonces, también ha madurado su relación profesional y amistosa con los Reynoso. Quien se encargó de encaminarlo por el boxeo fue José, el padre de la dinastía y mejor conocido como Chepo, pues lo guío en sus años como amateur durante las Olimpiadas Nacionales que disputó y años después fue uno de los padrinos y testigos de su boda con Fernanda Gómez. No obstante, posteriormente, fue su hijo Eddy quien se encargó de manejar la carrera de Saúl.
Desde entonces, Canelo ha disputado casi seis decenas de encuentros entre los que únicamente figura un empate, en los albores de su carrera, así como una derrota por la vía de la decisión dividida frente a Floyd Mayweather. Son 56 veces las que se ha alzado con la victoria, mientras que en 38 de ellas lo ha hecho por la vía del cloroformo, uno de sus rasgos característicos.
El éxito y cariño entre integrantes del equipo ha sido tal que Eddy Reynoso decidió realizarse un tatuaje con la figura de su pupilo. Al darlo a conocer por medio de su cuenta de Instagram, escribió una leyenda que explica el motivo. “Me preguntaron por qué me puse este tatuaje. El día que conviertas a un niño de 13 años en el mejor boxeador del mundo lo vas a entender”.
Asimismo, Canelo Álvarez se ha coronado en cuatro divisiones distintas con título mundial. A la edad de 20 años consiguió su primera fajilla. Desde entonces, ha acumulado títulos en peso superwelter, medio, semipesado y supermediano.
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