A casi tres años de aquel accidente aéreo que le quitó la vida al futbolista argentino Emiliano Sala, el juzgado de Cardiff (Gales) ha declarado culpable por mayoría al piloto David Henderson, quien fuera el encargado de organizar ese trágico vuelo ilegal sin papeles, seguros, permisos ni licencias que iba a trasladar a Sala desde Nantes (Francia) hacia la capital galesa para unirse a su nuevo club.
Ese vuelo del 21 de enero de 2019 en el que falleció el jugador de 31 años y el piloto David Ibboston fue organizado por Henderson, de 67 años, quien actuó de manera imprudente y planeó un viaje en pésimas condiciones, lo que claramente puso en riesgo la vida de los tripulantes del avión Piper Malibu con matrícula N264DB que se precipitó en el Canal de la Mancha.
Este experimentado piloto trabajaba regularmente con Willie McKay, un agente de futbolistas escocés que trabajaba junto a su hijo Mark, quien había actuado como intermediario entre el acuerdo que el FC Nantes hizo con el Cardiff City –que por entonces militaba en la Premier League– para vender a Sala en 17 millones de euros (USD 20 millones).
Su primera detención fue en junio de 2019, a pocos meses de la tragedia, aunque fue puesto en libertad después de ser interrogado. Ya en octubre de 2020, el hombre oriundo de Hotham (East Yorkshire) compareció virtualmente ante el tribunal y se declaró inocente de dos cargos relacionados con la muerte de Emiliano Sala y su colega David Ibbotson, de 59 años, pese a que siempre se supo que la aeronave no tenía la autorización válida para realizar el trayecto desde el oeste de Francia hacia el Reino Unido.
Allí Henderson, quien desde 2006 trabajaba como piloto privado, consiguió quedar en libertad bajo fianza para volver a ser juzgado en un año más tarde. En su juicio en Cardiff, finalmente se declaró culpable de uno de los dos cargos que se le imputaban, el de “intentar dar de alta a un pasajero sin permiso”.
Ya había sido advertido de varias irregularidades por Fay Keely, directora de la firma Cool Flourish Ltd, empresa propietaria del avión Piper Malibu que desde 2015 era operado y mantenido por David Henderson. La empresa ya había recibido distintas multas por parte de la Autoridad de Aviación Civil (CAA) por infracciones que había cometido Henderson con este avión.
Se suponía que el propio David Henderson debía pilotar el avión que el 19 de enero llevó a Emiliano Sala desde Cardiff a Nantes para que el futbolista argentino fuera a Francia a recoger sus pertenencias y despedirse de sus compañeros, pero no estaba disponible (él estaba de vacaciones en París) y organizó todo para que Ibbotson lo remplazara.
Dos días más tarde, en el viaje de regreso, el jugador y el piloto murieron. El cuerpo de Emiliano Sala fue recuperado días después del accidente junto al fuselaje del avión. Fue trasladado a su pueblo, Progreso (Santa Fe), para ser enterrado. Por su parte, el de Ibbotson nunca apareció. Ahora, su amigo Henderson espera conocer su pena el próximo 12 de noviembre.
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