Monterrey y América definirán al nuevo mandamás de la Liga de Campeones de Concacaf esta noche, en punto de las 21:00 horas (horario del centro de la República Mexicana), en el Estadio BBVA. Los clasificados como monarca y subcampeón del Torneo Apertura 2019 en la Liga MX volverán a atraer los reflectores en la final por el título de la confederación; aunque, en esta ocasión una racha deberá caer.

Dado que sólo uno puede clasificar al Mundial de Clubes de la FIFA que se efectuaría en enero de 2022, Rayados o Águilas no podrán continuar con su supremacía histórica en la competencia que involucra a clubes de Norteamérica, Centroamérica y El Caribe. En el registro, tanto albiazules como azulcremas han conquistado todos las preseas de esta índole que han disputado.

La institución de Coapa no sólo figura como la que más títulos ostenta en la Primera División de México, con trece galardones, sino que también figura en el panorama americano como el club más trascendente de la Concacaf. Ha afrontado siete finales y las ha ganado todas, por ello lidera el ranking de la justa.

La marca inició con la Copa de Campeones de 1977. Tras el abandono del Saprissa de Costa Rica en Semifinales, América accedió a la instancia definitiva para medirse al local Sport Vereniging Robinhood de Surinam. En Paramaribo, la capital del país sudamericano, Las Águilas vencieron por la mínima en la ida pero igualaron a uno en la vuelta; por lo que el global de 2-1 les otorgó su primera corona.

Diez años después, repitió la historia frente al Defence Force de Trinidad y Tobago. En su visita al Estadio Nacional de Puerto España, pactó el 1-1. En su regreso al Coloso de Santa Úrsula, forjó un 2-0 con el que selló un marcador global de 3-1; con ello, su segunda gloria en el torneo.

Para 1990, derrotó por un acumulado de 8-2 al Pinar del Río de Cuba. En su viaje al Estadio Pedro Marrero de La Habana, empató a dos tantos con el sinodal de la isla ubicada en Las Antillas. En su vuelta al Azteca, blanqueó a su rival en turno por 6-0. En aquella ocasión, Antonio Teodoro dos Santos “Toninho” aportó un hat-trick.

La cuarta presea cayó en 1992, tras un 1-0 ante el Alajuelense de Costa Rica. Bajo la modalidad de partido único, el encuentro se desarrolló en el Santa Ana Stadium de Orange, California. Tuvieron que pasar 14 años para que los capitalinos retornaran a la senda del oro: en 2006 acabaron con Toluca. Un 0-0 en el Nemesio Diez dejó todo para la vuelta, en que definieron un 2-1 en casa durante tiempo extra.

Sus dos últimos cetros ingresaron a las vitrinas en 2015 y 2016, ya que se erigieron como bicampeones. En la etapa concluyente de la temporada 2014/15, derrocaron al Montreal Impact de Canadá por global de 5-3. Respecto al cierre de la campaña 2015/16, un 4-1 después de dos juegos provocó que sentenciaran a los Tigres de la Sultana del Norte.

Rayados se sitúa tres peldaños por debajo de América, a dos de Cruz Azul y a uno de Pachuca, en la clasificación histórica de la Liga de Campeones de Concacaf. La Máquina levantó seis trofeos de monarca, y dos de subcampeón, por cinco del también imbatido Tuzos. Sin embargo, Monterrey ha salido airoso en las cuatro finales en las que se presentó.

Tres de ellas se concretaron en la gestión de Víctor Manuel Vucetich en El Barrial. Curiosamente, de forma consecutiva por tres años. En 2011, su escuadra derrocó por global de 3-2 al Real Salt Lake de la Major League Soccer (MLS) y proclamó su reinado en la grama del Rio Tinto Stadium de Utah, Estados Unidos.

La rivalidad con Santos Laguna se tornó entrañable, pues hizo estallar la desilusión de Los Guerreros en los siguientes dos certámenes. En el de 2012, un global de 3-2 le concedió la segunda estrella al cuadro del Rey Midas en el TSM Corona. Para 2013, uno de 4-2 le llevó a bordar la tercera en el Estadio Tecnológico.

La más reciente llegó en 2019, cuando destronaron a su eterno rival de la entidad: Tigres. Con destacada actuación del zaguero Nicolás Sánchez, pese al descuento de André-Pierre Gignac, Monterrey alimentó un balance de 2-1 que orilló al plantel dirigido por Diego Alonso a la consecución de su último campeonato de la confederación.

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