A escasos días de que se dispute la 21ª edición del Gran Premio de México con Checo Pérez a la cabeza, este 27 de octubre de 2021 se conmemoran 58 años de la primera carrera oficial de Fórmula 1 que organizó México.
A pesar de que El Gran Circo aterrizó en el país un año antes para una carrera de exhibición, el año de 1963 quedó marcado como la llegada oficial de la Fórmula 1 al territorio azteca, pues fue la primera vez que se manejó por los puntos en el campeonato de pilotos y que todas las escuderías aterrizaron en el país.
Aquel 27 de octubre de 1963, el británico Jim Clark obtuvo la segunda de sus tres victorias en México, aunque la primera de manera oficial, y dio como inaugurada la fiesta de automovilismo en la capital del país. Una tradición que se repitió siete años más de manera consecutiva.
Aquella fue la novena y penúltima carrera de la temporada, pues el calendario únicamente contaba con 10 grandes premios, por lo que el piloto británico, Jim Clark, ya había llegado con el primero de sus dos títulos de pilotos en el bolsillo, pero todavía con el campeonato de constructores en disputa.
Clark manejaba un Lotus-Climax, mismo constructor que el piloto local, Pedro Rodríguez, quien corrió por primera vez dentro del circuito para un equipo de Fórmula 1, ya que un año antes se rehusó a participar por la trágica muerte de su hermano, Ricardo.
Jim Clark marcó un tiempo de 2:09:52, producto de 65 vueltas a un trazado muy distinto al de la actualidad y que tenía por nombre Magdalena Mixhuca, debido a la zona donde se encuentra. Se adjudicó 9 puntos que daban los lineamientos y quedó por encima del australiano, Jack Brabham, quien ya había sido campeón en 1959 y 1960.
Aquella fue la novena victoria para Jim Clark en su carrera, la 14º para Lotus como constructor y la 28º para Climax como surtidora de motores. Estos nombres quedaron escritos en la historia del Gran Premio de México y coronaron la fiesta que estuvo motivada por dos pilotos mexicanos: Pedro Rodríguez y Moisés Solana.
Pedro Rodríguez clasificó en 20º lugar y se encontraba en su segunda carrera oficial dentro de la Fórmula 1, pues consiguió el acuerdo con Lotus-Climax para correr semanas antes en Estados Unidos y para su público en México. En ambas competencias no logró cruzar la meta tras presentar problemas en el auto.
Por otro lado, Moisés Solana fue el otro piloto mexicano que corrió aquel Gran Premio de México. Clasificó en la 11º posición, mismo sitió donde concluyó a bordo de su BRM (British Racing Motors), tercer auto de la marca en la competencia y que se encontraba en el segundo peldaño del mundial de constructores.
El autódromo había sido construido por orden del presidente Adolfo López Mateos, amante del automovilismo. Fue diseñado por el ingeniero Oscar Fernández Gómez Daza e inaugurado en 1959, por lo que tardó apenas cuatro años en albergar una carrera puntuable para la Fórmula 1.
Tanto en esta edición como en la de un año antes, el presidente de México estuvo presente y fue el primero de los múltiples eventos de élite que tendría el automovilismo en el país. Clark igualó el récord de Juan Manuel Fangio con más victorias en una temporada y comenzó a escribirse la historia del Gran Premio de México.
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