Rafa Márquez hizo historia en el futbol de Europa. Se afianzó con el Mónaco y luego lo ganó todo con el mejor Barcelona de la historia. Sin embargo, el Duque de Cataluña contó una historia muy diferente. Antes de fichar por los culés pudo haber vestido la camiseta del acérrimo rival: el Real Madrid. Así lo reveló en una entrevista para El Chiringuito de Jugones.
El ex capitán de la Selección Mexicana relató que durante su segunda campaña en el futbol del “viejo continente” estuvo muy cerca de fichar por el cuadro blanco.
“En mi segundo año en Mónaco hubo un acercamiento bastante importante. Yo estuve en su momento con el representante de Hugo Sánchez (José Manuel Sanz)”, recordó el zaguero sobre el interés mostrado por el Madrid.
Aunque el trato iba encaminado por buen rumbo, todo se desmoronó cuando Florentino Pérez impulsó uno de los proyectos más ambiciosos en la historia del futbol, la conformación de Los Galácticos. Una auténtica constelación de estrellas que absorbió todo el capital económico de la entidad merengue.
“Empezaron a contratar a Los Galácticos. Ronaldo en ese momento se interpuso en eso”, reconoció el mexicano.
Sin importar aquel fichaje frustrado, Márquez consideró que fue lo que mejor que pudo haber pasado. “Afortunadamente”, valoró sobre esa circunstancia que le impidió convertirse en futbolista merengue. Con el conjunto catalán, el zamorano ganó dos veces la Liga de Campeones de Europa. La primera como titular ante el Arsenal en París. En la segunda, ante el Manchester United en Roma, no pudo estar en campo debido a una lesión, pero fue titular hasta las semifinales de ida contra el Chelsea.
El canterano del Atlas reconoció que durante su infancia fue aficionado al Madrid debido al éxito que por aquellas épocas consiguió Hugo Sánchez.
“Como mexicano, sigue siendo mi ídolo. Mucha gente siempre discute: ‘Tú eres el mejor mexicano’. El mejor mexicano es Hugo Sánchez, porque lo que consiguió en el Madrid nadie lo ha conseguido, y para mí sigue siendo mi ídolo”
Esa afición tempranera quedó en el olvido a partir de su llegada al Barcelona, club en el que se consagró como ídolo. “Obviamente éramos todos del Madrid. Yo le iba al Madrid en ese momento. Cuando entras en esta institución, te enamoras. Obviamente me ha cambiado toda mi idea”, reconoció el cinco veces mundialista con el Tri.
Desde su aterrizaje en tierras catalanas, en 2003, Márquez formó parte medular del Barça. Primero como parte de la reconstrucción de un equipo que vivía una crisis deportiva y económica, que en cierto modo recuerda a lo que hoy en día está pasando el club blaugrana. En 2005 consiguió ganar su primera liga española en un once repleto de figuras: Ronaldinho, Samuel Eto’o, Deco, Carles Puyol y un naciente Lionel Messi.
Bajo el mando de Frank Rijkaard, Márquez no sólo se mostró como un central de confianza, sino que también encontró acomodo en el centro del campo. Su calidad técnica le permitía dar fluidez al juego del equipo y asociarse con sus compañeros. También Pep Guardiola se benefició de esas condiciones durante su etapa como entrenador culé. Aunque la actividad de Márquez se redujo con Pep, el entrenador siempre le manifestó su admiración y le dio la opción de continuar en el equipo.
Sabedor de sus minutos se verían reducidos, Rafa Márquez optó por salir del Barcelona en 2010. El club le organizó una despedida especial y la dio las gracias por todos los aportes que realizó a lo largo de siete temporadas.
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