Desde el inicio hubo emociones fuertes en el Gran Premio de Fórmula 1 de los los Estados Unidos en el Circuito de las Américas en Austin, Texas, ya que los dos máximos aspirantes el título, Lewis Hamilton (Mercedes) y Max Verstappen (Red Bull), fueron protagonistas de una maniobra con alta tensión que pudo terminar en otro toque entre ellos si uno de los dos no levantaba el pie del acelerador.
Verstappen largó primero y Hamilton segundo. Fue una maniobra ajustada, ya que Max se fue hacia la izquierda para no dejarle espacio a su rival, pero al ver que el británico logró llegar adelante a la cuerda para encarar la primera curva, Max decidió levantar para evitar el roce. Luego Sergio Pérez (Red Bull) pudo haber superado a su compañero de equipo, pero Checo le perdonó la posición al neerlandés, considerando su pelea por el campeonato.
Es posible que el Verstappen haya pensado por un segundo en evitar otro choque entre ellos como los que se dieron en el Gran Premio de Gran Bretaña y en el de Italia, que generaron mucha polémica. Cabe recordar que este fin de semana ya hubo alta tensión entre ambos con una maniobra exigida donde fueron mano a mano en los entrenamientos.
Ello generó el enojo de Max que por radio gritó “estúpido, idiota”. Los dos pelean por la corona en un campeonato caliente, que ingresó en su recta final con sus últimas seis fechas contando la de este fin de semana.
De todas formas, Red Bull tuvo una mejor estrategia que Mercedes y el ingreso temprano de Verstappen a los boxes le permitió recuperar la vanguardia cuando Hamilton hizo lo propio. El inglés, cuando estuvo adelante en los primeros giros, no logró hacer una diferencia suficiente para mantener la punta en su detención en los boxes. Al volver a pista se encontró con Verstappen, que entró como líder a la primera curva.
Sin embargo, cuando el neerlandés hizo segunda detención le cedió el liderazgo al inglés, que en su segunda parada (vuelta 38 de 56) volvió a perder el mando, pero ello formó parte de la estrategia de la escudería Mercedes, que le puso otra vez gomas duras, y apostó a que su piloto iba a tener mejores condiciones en sus gomas respecto de Verstappen en el final.
Lewis redujo la diferencia con Max y como referencia los tiempos marcaron los 9,4 segundos con los que el inglés regresó a la pista detrás del neerlandés, al que le descontó al punto de llegar a los 3,4 segundos en el giro 45. Las últimas diez vueltas fueron apasionantes ya que la distancia entre ellos se siguió recortando.
Sin embargo, más allá de que Hamilton redujo su diferencia vuelta tras vuelta, no le alcanzó al inglés para poder alcanzar al neerlandés, que plasmó su octavo triunfo y pudo mantenerse en el liderazgo del campeonato.
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