A poco más de un año para el comienzo de la próxima Copa del Mundo de Qatar 2022, la organización inauguró uno de los estadios que albergará la cita máxima del fútbol. Con el nombre de Al Thumama, el nuevo recinto tendrá capacidad para 40 mil personas y será sede de partidos de la fase de grupos, de octavos y cuartos de final de la competición que se desarrollará del 21 de noviembre al 18 de diciembre.
Este es el sexto de los ocho estadios que ya está listo en la antesala del Mundial. A pocos kilómetros del sur de Doha, el escenario recibió la definición de la Copa Emir que tuvo como protagonistas al Al Sadd de Xavi Hernández y al conjunto Al Rayan, dirigido por el francés campeón del mundo Laurent Blanc. Tras el empate 1-1 en el tiempo reglamentario, el clásico qatarí quedó en manos del equipo del histórico jugador del Barcelona, que se impuso en la tanda de penales por 5-4.
Entre las particularidades más destacadas que tiene esa obra de ingeniería moderna se destaca su flamante sistema de refrigeración generada con paneles de energía solar que son pioneros en la sustentabilidad de esta clase de recintos en el mundo. El proyecto contó con la coordinación del estudio de arquitectura madrileño Fenwick Iribarren Arquitects junto al arquitecto catarí Ibrahim Jaidah.
La tecnología de refrigeración de energía solar permite una significativa disminución de la huella de carbono de la estructura a largo plazo. El arquitecto Mark Fenwick afirmó que la temperatura en el interior del estadio a pesar de que es abierto, tanto en el césped como en en las tribunas, será de 26 grados. Y eso es posible por este nuevo sistema.
“Lo bueno del aire frío es que se queda abajo y el aire caliente se va. Hacemos dos cosas: una, echar desde abajo de los asientos y del campo para generar una capa de aire frío, casi como una piscina, de tres o cuatro metros. Y ahí se queda. La otra es más complicada, hay que hacerlo con sistemas de túneles de viento e informáticos, porque lo más importante es que el aire no entre en el estadio”, explicó Mark Fenwick, parte del estudio de arquitectura a cargo de la obra.
Además del estadio de fútbol, el espacio ubicado a 12 kilómetros de Doha incluye una serie de instalaciones deportivas como pistas de ciclismo y atletismo, y amplios espacios verdes, en beneficio de la comunidad local y en línea con la preservación del medioambiente.
En su interior, las imágenes muestran las instalaciones de lujo en su interior en la zona de palcos, vestuarios (con sauna) y todas las facilidades para las delegaciones que visiten el lugar durante el máximo torneo de selecciones de fútbol en el mundo.
Otro de los puntos a destacar es el particular diseño de la fachada del estadio que representa la gahfiya, una gorra tradicional tejida que es parte fundamental de la vestimenta tradicional de la región, sobre todo en el crecimiento de los niños hacia su edad adulta. “La idea del gorro nos vino a la cabeza para simbolizar la juventud de Catar. Eso les gustó mucho”, contó Fenwick.
Al mismo tiempo, este especial diseño del techo también está relacionado con el sistema de refrigeración. “La aerodinámica de la cubierta, ha sido diseñada para que el viento no entre dentro del estadio y saque el aire frío fuera”, agregó el arquitecto del estudio ibérico.
Una vez que termine la Copa del Mundo, el recinto tendrá una transformación. La grada superior se desmontará y el recinto pasará a tener capacidad para 20.000 personas. ¿Qué sucederá con el resto de la estructura? Se levantarán oficinas de negocios, un hotel boutique y academias destinadas a clubes de fútbol y otras disciplinas deportivas. Además, habrá lugar para comercios minoristas para la comunidad
Camino al próximo Mundial de la FIFA, resta la presentación del El Lusail, sede de la final de la Copa Mundial que tendrá capacidad para casi 95 mil espectadores. Según el avance en las obras, podría inaugurarse a principios del 2022.
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