Christian Benítez dejó una huella profunda en el futbol mexicano. El Chucho, como se le conocía, fue campeón en el América y en Santos. Sus goles quedaron grabados en las retinas de millones de aficionados. Su muerte ocurrida a causa de un paro cardíaco el 29 de julio de 2013 conmovió a todo el medio. Sin embargo, de acuerdo con Miguel Herrera, el deceso pudo haberse evitado.
En una conferencia de prensa posterior a la noticia del fallecimiento, el Piojo dejó en claro que todos los exámenes médicos de Benítez con el América fueron siempre positivos. “Tenemos los exámenes médicos de Chucho y siempre fue de las puntuaciones más altas. Los exámenes físicos y médicos se califican porque es la mejor manera para saber en qué estado llega cada jugador. Las (calificaciones) de Chucho siempre fueron de las más altas”, declaró el entonces director técnico del América.
Ante el cuestionamiento de por qué en los exámenes no se detectó algún problema en el corazón, Herrera fue directo y señaló que en caso de haber sufrido el infarto en suelo nacional, y no en Qatar, el desenlace para el ecuatoriano habría sido diferente.
“Yo estoy seguro, y podría meter las manos al fuego, que Chucho en México estaría con nosotros”, declaró Miguel Herrera sobre Benítez.
También destacó que si se hubiera sabido de un problema cardíaco, Benítez no habría podido llegar a la Premier League. “El examen de esfuerzo fue de los más exhaustivos. Se hace cada seis meses. El Birmingham lo hubiera regresado”, dijo el entrenador en referencia al fichaje de Benítez por el club inglés en 2009.
Antes de sufrir el paro cardíaco, Benítez tuvo una peritonitis. Desde su entornó se llegó a acusar de negligencia al hospital donde se trató. Una segunda autopsia reveló que Christian padecía un mal congénito en el corazón que solamente se podía detectar después de muerto. El anuncio formal lo hizo el entonces presidente Federación Ecuatoriana de Futbol, Luis Chiriboga.
Christian Benítez llegó a México en 2007 como uno de los refuerzos estelares para el ataque de Santos. Su trayectoria era joven, pero ya le había merecido convocatorias a la selección de Ecuador, con la que fue convocado para jugar el Mundial de Alemania 2006. En La Comarca, Benítez formó un gran ataque junto a Daniel Hachita Ludueña. Su primer título en el balompié azteca fue el Clausura 2008, en el que su equipo venció a Cruz Azul.
Las grandes actuaciones del Chucho en la Liga MX llamaron la atención del Birmingham City, que se lo llevó a préstamo. El ariete ecuatoriano nunca pudo adaptarse al futbol inglés y regresó a México para enrolarse de nuevo con Los Guerreros. Su último año en Torreón consagró su etiqueta de ídolo, pero el ciclo tenía que terminar. El América lo compró para el torneo Apertura 2011 por USD 10 millones.
En Coapa no tuvo el mejor arranque posible en términos colectivos, pero sus goles servían para que Las Águilas no perdieran el rumbo. Con la llegada de Miguel Herrera todo cambió para el América y también para Benítez. Junto a Raúl Jiménez, el Chucho conformó una de las duplas de ataque más recordadas de la última era.
Después de quedarse en la orilla en los dos torneos del 2012 (en ambos fueron eliminados en semifinales), el América firmó un Apertura 2013 de colección. Llegó a la final contra Cruz Azul para empatar un marcador en contra de 2-0 y llevar la final a los penales. Las Águilas no erraron ningún disparo y levantaron el título de liga tras ocho años de sequía. Benítez se marchó al finalizar ese torneo, como ídolo y campeón, a El Jaish SC de Qatar, su último equipo.
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