Los hinchas de Palmeiras y Flamengo han demostrado indignación en redes tras la divulgación de los precios de las entradas para la final de la Copa Libertadores. Los equipos se enfrentarán el 27 de noviembre en Montevideo, en el Estadio Centenario.
La Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) publicó los precios de las entradas el día lunes y las mismas empiezan en los 200 dólares y suben hasta los 650. Sumada la depreciación del real brasilero frente al dólar, la entrada más barata cuesta lo mismo que un salario mínimo mensual de Brasil. Actualmente, un dólar americano equivale a 5,72 reales brasileros.
“Es inadmisible que un torneo de América del Sur, con países de bajo poder adquisitivo, países del tercer mundo, donde el hambre impera, tenga ese costo para el hincha”, publicó la Mancha Verde de Sao Paulo, hinchas de Palmeiras, en su cuenta en Instagram.
La barra cuestionó los precios y los calificó de “barrera” para que los hinchas acompañaran a su cuadro, el campeón vigente del torneo, en la final de la Libertadores contra el Flamengo.
Por su parte, a Raça Rubro-negra, mayor hinchada organizada del once de Río de Janeiro, publicó en twitter que, “en un paso más hacia la exclusión permanente de los aficionados de las canchas sudamericanas, la entidad estipula precios que van más allá de los establecidos en el mundo, inclusive en la principal competición europea”, haciendo referencia a la Champions League.
Ambas hinchadas declararon que, además del costo de las entradas, se debe sumar el costo de traslado, hospedaje y alimento, teniendo en cuenta que los precios de alquileres de apartamentos en Montevideo, para ese fin de semana, van desde 900 dólares hasta 5.000 los dos días. También levantó críticas al respecto de las entradas el mediocampista de Palmeiras, ‘Verdão’ Dudu. El martes respondió a una publicación de la Conmebol que ya no se encuentra disponible, en la que se anunciaba la venta de los boletos. Escribió: “El ingreso está muy caro, tiene que ser más barato”.
La organización de fútbol habilitó de 20.000 entradas para cada final. Actualmente, el gobierno uruguayo permite un aforo del 50% de la capacidad del Estadio Centenario, cuya capacidad total es de 60.200 espectadores.
Para el ingreso a Uruguay, cuyas fronteras abrirán el 1 de noviembre, se solicitará esquema de vacunación completo, test de PCR vigente y declaración jurada.
Hoteles sin disponibilidad
Los hoteles en la ciudad de Montevideo, donde se encuentra el Estadio Centenario, ya ocupó su cuota de reserva para ambos fines de semana en que habrá finales de fútbol. Una es la final de la Copa Sudamericana, en la que se enfrentarán Athletico Paranaense y Bragantino, mientras que la otra es la final de la Copa Libertadores. Es la primera vez que se enfrentan cuatro equipos de un mismo país en las dos finales.
Francisco Rodríguez, presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay (AHRU), anunció a varios medios que los hoteles están completos y que ya no queda más disponibilidad en este tipo de alojamiento en Montevideo. Estos suelen tener lugar para 12.000 personas, pero la pandemia bajó este número a 5.000.
Por eso, se han empezado a conocer consultas por parte de los brasileros en ciudades cercanas a Montevideo como Canelones, Punta del Este, Piriápolis, Canelones, San José e incluso Colonia.
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