Simone Biles saltó a la fama en los Juegos Olímpicos de Río 2016, cuando con apenas 19 años conquistó cuatro medallas de oro, algo inédito para una gimnasta estadounidense. En Tokio 2020, el mundo esperaba deleitarse con su talento, pero las consecuencias mentales del sufrimiento pasado le impidieron brillar ante los ojos de millones de personas y apenas sumó un bronce en la prueba de barras por equipos, la única final de la que participó. Esta semana, no pudo contener la angustia durante una entrevista en televisión en la que reconoció que no se siente preparada para volver a realizar los trucos que la llevaron a convertirse en una estrella.
La estadounidense de 24 años fue invitada a varios programas durante este miércoles en los que contó cómo ha trabajo estos últimos meses para volver a ser parte de une espectáculo de gimnasia con el que recorre el país junto a un grupo de compañeras. Quienes presencien el show no podrían ver a Biles en su máximo nivel, ya que las rutinas espectaculares no son parte de su performance, debido a que aún no está lista para hacerlas.
En diálogo con el ciclo Today, conducido por Hoda Kotb, la deportista reconoció que no ha sido sencillo para ella pasar de ser el rostro del deporte a ser “la cara de la salud mental”: “Ha sido único, porque el camino de cada uno es diferente y pasar por algo así en un escenario global es loco y trato de llevarlo de la mejor manera posible. Sigo saliendo y haciendo shows, eso es algo que amo porque me da mucho placer. Pero al final del día debo lidiar con mis problemas”.
En este sentido, fue consultada sobre cómo conlleva el hecho de no poder realizar las piruetas y los trucos que antes hizo durante años mientras convive con gimnastas que los siguen haciendo con total normalidad: “Hacer algo que he hecho desde siempre y no ser capaz de hacerlo por todo lo que estoy atravesando es muy loco. Porque amo tanto el deporte, pero... es horrible, lo siento”, dijo justo antes de quebrarse.
Es que Biles no pudo ocultar su angustia y continuó emocionada: “No creo que la gente entienda la magnitud de lo que estoy pasando, pero por muchos años he pasado por todo lo que se me ha puesto en frente y estoy muy orgullosa de mí misma”. Vale recordad que la norteamericana es una de las víctimas de abuso sexual del médico Larry Nassar, quien cumple una sentencia de cadena perpetua después de haber sido condenado en 2017 y 2018 por agresiones sexuales a más de 250 gimnastas.
“Estoy feliz de poder ser una líder de las sobrevivientes y darles coraje para que todas hablen, estoy muy feliz de ser una voz para ellas. Pero pasamos por nuestras propias cosas, es duro, pero los trucos volverán cuando regrese, pero aún tengo miedo de hacer gimnasia”, sentenció.
En septiembre, la ex campeona olímpica había brindado una entrevista a New York Magazine en la que contó que hace años que asiste a terapia para lidiar con las secuelas de aquellos abusos que sufrió siendo una niña y antes de que comience la actividad en Tokio se creía lista para volver a brillar: “Sabía que era lo suficientemente buena para ir. Y me dijeron: ‘Sí, eres lo suficientemente bueno para ir y hacer tus cosas, pero tienes que volver’. Y yo estaba como, ‘No, estoy bien’”. Pero cuando le llego el turno de comenzar con su performance, se dio cuenta que su mente y su cuerpo no estaban conectados y evitó participar de las finales para cuidar su salud.
Este año, ella y varias atletas hablaron ante el comité del Senado de Estados Unidos en el marco de una investigación sobre los abusos de Larry Nassar, quien durante décadas fue el médico del equipo estadounidense de gimnasia. En esa ocasión, señaló: “Para ser clara, culpo a Larry Nassar pero también a todo el sistema que permitió y perpetró el abuso. USA Gymnastics, el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos sabían que yo estaba siendo abusada por su médico del equipo”. Además, apuntó contra el FBI por haberle “dado la espalda” durante la investigación.
En ese diálogo con New York Magazine, Biles había admitido que le era imposible alejarse de la gimnasia ya que lleva toda su vida dedicada a ella. A su vez, había dejado en claro que los daños que padece no tenían una fecha de solución como puede ocurrir en el caso de una lesión física: “Esto probablemente será algo en lo que trabajaré durante 20 años”.
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