El 27 de agosto de 2018 Manu Ginóbili decidió ponerle punto final a su exitosa carrera, en la que se convirtió en una de las máximas leyendas de los San Antonio Spurs, al ganar cuatro anillos de la NBA (2003, 2005, 2007 y 2014).
Disputó 1057 juegos, con un promedio de 13.3 puntos, 3.8 asistencias, 3.5 rebotes y 1.32 robos. El argentino se transformó en el máximo anotador de triples (1495) y mayor robador de balones (1392) en la historia de los texanos. Además fue nombrado para el tercer equipo All-NBA en 2008 y 2011, fue dos veces All-Star (2005 y 2011) y ganó el premio a “El Sexto Hombre del Año” en 2008.
Aunque en su cabeza rondaba la idea de alejarse un poco del básquetbol, el mítico 20 finalmente decidió volver a involucrarse en los Spurs, entidad que actualmente se encuentra en plena reconstrucción y con un núcleo de prometedores jóvenes liderados por el experimentado Gregg Popovich.
“Desde que me retiré empezamos a hablar, y me insistían, pero no estaba en condiciones de tomar ningún rol, porque tenía otras prioridades y otros tiempos. En realidad no estaba del todo convencido, ni listo, pero al ser part-time, y seguir teniendo la libertad de irme a Argentina en el verano, y no tener que estar en la locura de viajar, los back to back y demás, me atrajo de otra manera. Creo que le puedo agregar valor a la franquicia de distintas maneras y metiéndome de a poquito. Hasta ahora metí un pie. Con el tiempo veré si meto los dos, si meto el cuerpo entero, o saco el pie, y agarro para otro lado”, reconoció en diálogo con Básquet Plus.
A la hora de explicar su nueva función, Manu sostuvo que “por ahora es una tarea curiosa, de estar un poquito en todos lados. Si vieras mi computadora ahora está en un lado la parte dirigencial, en otra la parte business, en otra entrenadores y en otra jugadores. Así que estoy en todos lados, pero en ninguno full time o totalmente comprometido. Creo que este año mi tarea va a estar más relacionada a los jugadores. Tratar de compartir las experiencias, conocimientos, el grado de entendimiento que adquirí sobre esta franquicia en los 20 años que llevo acá. Va a ir por ese lado. Tenemos un equipo muy joven, como nunca tuvo San Antonio, incluso un chico de 18 años, así que trataré de ayudarlos a madurar, a crecer y a no cometer los errores que cometimos todos cuando empezamos en esto”.
Durante varios pasajes de la entrevista el ex Andino de La Rioja remarcó que “la moneda más valiosa del mundo es el tiempo, y hoy dispongo de él de la manera que quiero. Por ahí esto ahora me genera una responsabilidad, pero no es que tengo que ir a trabajar a una mina de carbón. La paso bien y es algo que disfruto: el contacto con los chicos, con el staff”.
Ginóbili, mostrándose en esta misma línea, explicó que hoy en su cabeza no ronda la idea de ser entrenador; aunque no le cerró por completo la puerta a esta posibilidad. “Por ahora ser entrenador no es una prioridad ni objetivo, ni en pedo. Lo que pasa es que somos todos muy malos prediciendo lo que puede pasar en 5 o 10 años. Si me preguntás hoy, te digo ni en pedo. Pero por ahí en 5 años mis hijos ya en high school (secundario) no me necesitan tanto, mi mujer encuentra una actividad propia que la tiene ocupada y yo estoy más al pedo y me empieza a picar el bichito, o algo en la organización me despierta algo, y decís bueno, vamos. Probemos. Pero con esas condiciones de hoy, no. Esta libertad no la quiero cambiar”.
La elección número 57 del Draft de 1999 también ocupa sus ratos libres con otros deportes, como el tenis o el ciclismo. “No soy ni un décimo de lo trastornado que era en la cancha de básquet ahora en el tenis: pero sí, descargo un poco de mi competitividad ahí. Trato de mejorar, de desafiarme con el de enfrente. Y es una forma de escape y de mantener eso vivo que, por más que no quiera, está. Adentro, no sé dónde, pero está. Entonces cuando estoy jugando un partido, quiero ganar y trato de mejorar y superarme. Y en la bicicleta, si bien es súper light, en cierto modo también compito. Porque quiero estar en forma, y quiero mejorar cardiovascularmente, y mi condición física, y el acondicionamiento de la bicicleta”, esbozó.
“Nací así. Iba a inglés y comparaba mis notas con las de mis hermanos. Boletines. No era el básquet nada más. Me nacía de algún lado. Pero detecto que no es tan saludable. Si hubiera vivido así siempre, hubiera tenido el nivel de satisfacción que tuve en los últimos años. Pasa que al mismo tiempo eso me empujó y me hizo tener la carrera que tuve. Por eso es relativo. De lo que no estoy seguro es si quiero que mis hijos sean iguales que yo”, añadió.
En las últimas semanas Manu Ginóbili fue noticia por participar en el spot oficial de la NBA para promocionar su 75° aniversario, algo que lo “sorprendió muchísimo”. “Me mandaron un mail diciéndome que estaba esta posibilidad. Y les dije que sí, es un placer estar ahí. La idea fue mutando, porque era muy amplia la posibilidad. Al ser un barrio, podías hacer de cualquier cosa e interactuar con jugadores de distintas épocas. La verdad que el producto terminado fue brillante. ¿Sabés lo que es filmar todo eso? Pasaron 50 jugadores en minutos. Notable lo que hicieron”, confesó.
Luego de reconocer que no realizó el asado que se puede observar en el spot, el bahiense comentó que no se ve integrando la lista de los 75 mejores jugadores de la historia de la NBA: “Sería un gran honor si me nombraran en algo así. Creo que sería inmerecido si me eligieran, pero sería buenísimo y no voy a decir que no si sucede. Bienvenido sea. Y gracias. Si no, totalmente entendido, porque no esperaba en ningún momento estar. Si no entro, no me pasa nada. Y si entro, guau, qué honor”. Y luego, concluyó: “Lo del video de los 75 años me sorprendió mucho. Por ahí otras cosas no tanto, porque son más lógicas. Lo del video no fue lógico, no lo tengo tan claro. Además te suma por todos lados. Es lindo estar ahí, ver a un montón de gente. Verle la cara a mis hijos cuando lo ven, como con lo de Space Jam”.
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