En cuestión de horas, los tres argentinos que jugarán esta temporada en la NBA saldrán a escena. Pero para uno de ellos hoy será un día doblemente especial. Es que después de sus inicios como un destacado deportista en múltiples pruebas del atletismo, la pasión por el básquet pudo más en la vida de Leandro Bolmaro. En su casa de Las Varillas en Córdoba se perfeccionó, seguido de cerca por papá Osvaldo y mamá Adriana, y también en el viejo parquet del club Almafuerte.
A pocas horas de vestirse con la camiseta número 9 de los Minnesota Timberwolves, aquel joven que parecía un “pollito descoordinado que no podía manejar las piernas” como le dijo a Infobae el primer entrenador que tuvo el argentino en su paso por la escuela de atletismo, esta noche tendrá su gran jornada en uno de los máximos escenarios del deporte mundial.
“Trabajé mucho para llegar acá, fue con sacrificio. Dejé a mi familia, mis amigos y mi casa de pequeño. Cada día entrené como hoy. No hay un día que tenga todo el tiempo libre, siempre estoy haciendo algo. Creo que me lo merezco muchísimo por cómo trabajé. Ahora quiero ganarme minutos”, dijo el cordobés en una charla que organizó la NBA para medios latinoamericanos, en la que participó Infobae.
Ante la consulta sobre cómo avanza su adaptación en Minnesota, Bolmaro destacó que “es una ciudad tranquila, es hermosa la ciudad”. Al mismo tiempo explicó que estuvo de visita por los lagos y que pudo disfrutar de varios eventos deportivos de las otras franquicias deportivas, como por ejemplo el béisbol.
Frente a la pregunta de Infobae sobre a qué estrella de la NBA le gustaría ver en vivo o enfrentar en la cancha, Bolmaro no vaciló. “Me gustaría enfrentar a todos, es la mejor liga del mundo. No hay uno que no quiera enfrentar. Estoy muy ansioso y con muchos nervios, pero voy a estar preparado para el momento que sea”, dijo Leandro.
Una vez que terminó la última práctica antes del debut contra los Houston Rockets en el Target Center, la casa de los Timberwolves, Bolmaro se sintió todavía revolucionado por el trabajo a cargo del entrenador Chris Finch, quien ya sentenció que Bolmaro deberá seguir trabajando para desarrollar los aspectos necesarios en su primera temporada en la NBA.
¿Cuál será el objetivo central para el argentino elegido en la mejor posición del Draft en toda la historia de la liga? “Tratar de hacer lo mejor que pueda cuando ellos me necesiten”, analizó.
‘’La idea es ayudar al equipo, traerle energía, intensidad. El ambiente es bueno, soy un afortunado de haber llegado hasta acá. El objetivo es conocer la liga, aprender y estar preparado para el momento que me toque”, sumó en su explicación.
Después de su participación en los partidos de la pretemporada, en la que se lo vio como base del equipo en los pocos minutos que tuvo de acción, Bolmaro destacó el valor de todo lo que se le ofrece en Minnesota para desarrollarse en su primera experiencia en la NBA. “Las instalaciones son increíbles, el personal, siempre están atentos para cuando querés trabajar a la hora que quieras trabajar. Estoy disfrutando cada día”, explicó.
Como le sucedió al propio Facundo Campazzo, el argentino que rompió con la sequía de argentinos en la liga tras el retiro de Manu Ginóbili, la Generación Dorada fue un espejo para cada uno de los jugadores que vinieron después de ese equipo que hizo historia para el básquet celeste y blanco. Y justamente el histórico número 20 de los San Antonio Spurs fue para Bolmaro una inspiración para transformarse en lo que es hoy.
“Mi ídolo siempre fue Manu, crecí mirándolo a él. Tuve la oportunidad de conocerlo y fue un sueño. Empecé a jugar al básquet por él”, confesó Leandro, al mismo tiempo que opinó sobre el valor de tener en la franquicia a Pablo Prigioni, otra de las piezas importantes del seleccionado que supo competir durante una década contra los mejores del mundo.
”Es un honor poder estar con Pablo. Me está ayudando muchísimo, tanto dentro como fuera de la cancha. Es un honor porque él pertenece a la Generación Dorada argentina. Me está enseñando muchas cosas nuevas”, agregó en la charla con la prensa internacional.
Antes de dar el salto a la mejor liga del mundo, Bolmaro dejó Bahía Blanca y se mudó a Barcelona. Primero jugó en el equipo B del club catalán, pero gracias a lo demostrado, en la última temporada fue parte del primer equipo, uno de los más importantes del baloncesto en Europa. Para él, la reciente temporada fue factor fundamental para que los Timberwolves decidieran llamarlo para viajar a Minnesota y sumarse al equipo.
“En Barcelona me di cuenta de varias cosas. Me ayudó a convencerme de que con el trabajo puedo hacer grandes cosas. Esa experiencia me ayudó mucho en cuanto al esfuerzo y lo que tengo que trabajar día a día”, explicó.
Antes de la despedida, porque tenía que irse a su casa donde lo estaba esperando su papá recién llegado de Córdoba, Bolmaro eligió a Boca por sobre River, pero también aclaró que él es de Talleres, un equipo que “ahora está peleando arriba en el fútbol de Argentina”, dijo ante la pregunta de un periodista internacional.
La mesa está servida para Leandro. Después de lo que mostró en su corta pero vertiginosa carrera, Bolmaro será oficialmente uno de los tres argentinos en la NBA.
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