Saúl Álvarez es uno de los atletas mexicanos más reconocidos de la última época. Sus títulos y victorias dentro del ring ya son una costumbre. Pero el Canelo no ha estado exento de polémicas a lo largo de su carrera. Una de las más recordadas es que la que sostuvo con el también boxeador Ulises Archie Solís.
Todo comenzó en octubre de 2011. De acuerdo con el relato del Archie para El Informador -entonces era campeón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) en la categoría minimosca- Saúl Álvarez lo golpeó en la Barranca de Oblatos. Ambos pugilistas habían ido a correr, pero en algún punto se encontraron y todo estalló. Solís afirmó que Álvarez lo llamó por su apodo y lo interceptó. Después, vinieron reclamos relacionados a la ex pareja del Canelo.
“Me lo topé (a Álvarez) cuando terminé de entrenar en la Barranca de Oblatos. Me hice a un lado para dejarlo pasar, pero nos topamos. De pronto me comenzó a reclamar muchas cosas. Me preguntó: ‘¿Por qué andas con mi mujer?’. A lo que no le dije que ni la conozco. Y sin más, me conectó un volado de izquierda y un cruzado de derecha, con lo que me fracturó la mandíbula”, narró Solís.
Saúl Álvarez y el Archie se conocían desde que eran niños. Habían crecido en el box prácticamente a la par. Según su versión de los hechos, en aquella ocasión no pudo hacer nada para defenderse. “Caí, me incorporé y de nuevo me tiró un par de golpes, uno me pega en la sien y el otro en el pecho. Lo quise frenar”.
Solís acudió a la vía legal para demandar al Canelo por el delito de lesiones. Álvarez siempre negó los cargos y señaló que el verdadero agresor había sido su hermano, Juan Ramón Álvarez. Según contó Solís para Proceso, encontró diversas complicaciones al momento de realizar la denuncia debido a las amistades que tenía el Canelo en la Procuraduría de Jalisco.
El Archie contó que incluso hubo personas que presenciaron la presunta agresión. “Algunos testigos se me acercaron, les dio coraje cómo me dejó todo sangrado. Se veía una diferencia abismal. Varios me dieron sus teléfonos y direcciones. Afortunadamente se tomaron la molestia de presentarse como testigos presenciales y hasta dejaron de ir a trabajar por ir a levantar la denuncia y luego a ratificarla”, contó para Proceso.
De acuerdo con la primera declaración del Canelo él llegó a la Barranca de Oblatos una vez que su hermano y Solís ya habían sostenido la riña. Su entrenador, Eddy Reynoso, le informó que el Archie insultó y agredió a Juan Ramón y este respondió pero que el conflicto “no pasó a mayores”. De acuerdo con la versión de Saúl Álvarez, lo que pretendía Solís era dañar su imagen y obtener un beneficio económico.
Ante esa hipótesis, el Archie señaló en la misma entrevista a Proceso que Juan Ramón Álvarez se echó la culpa para proteger a su hermano y no dañar su imagen pública. La polémica generada entre ambos pugilistas generó comentarios diversos en el mundo boxístico mexicano. Muchos peleadores y periodistas mostraron su apoyo a Solís, pero no fue menos la cantidad de colegas que respaldaron la versión de Canelo.
Todo terminó el 9 de diciembre de 2015, cuando ambos llegaron a un acuerdo externo. De acuerdo con TMZ, Saúl Álvarez aceptó indemnizar a Solís, quien retiró la demanda. La cantidad exacta de dinero no fue dada a conocer. Se sabía que el Archie pedía una cifra de 9 millones de dólares.
Después de aquel acuerdo, el asunto quedó en el pasado. Álvarez actualmente prepara su pelea para el 6 de noviembre en contra de Caleb Plant. Ulises Solís desapareció del panorama del boxeo profesional.
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