El Barcelona estuvo al borde de la quiebra hace algunos meses, según reveló hace algunos días la comisión directiva presidida por Joan Laporta. Sin embargo, esta delicada situación que ya habría sido dejada atrás no frenaría las intenciones del club de realizar una megaobra para renovar todo su complejo deportivo, incluido el estadio Camp Nou.
Es que en 2014 fue Josep María Bartomeu el que lanzó esta idea que fue aprobada por la Asamblea de la institución, pero que nunca se llevó adelante por diversas cuestiones. Ahora, la nueva dirigencia ha reestructurado el presupuesto inicial de 600 millones de euros, el cual calificaron como “totalmente infravalorado”, y lo llevaron a 1.500 millones de euros (más de USD 1.700). Las obras del bautizado Espai Barca culminarían en 2027, aunque el Camp Nou estaría listo en 2025.
De esta manera, el presupuesto se dividiría: 900 millones de euros (USD 1.045 millones) al futuro Camp Nou, 420 millones (USD 487 millones), al nuevo Palau Blaugrana, 100 millones (USD 116 millones) en la urbanización del entorno y el Campus Barça, 60 millones (USD 69,6 millones) se destinarán a las inversiones comprometidas con el MPGM (Modificación del Plan general Metropolitano) y 20 millones (USD 23,2 millones) para posibles mejoras del Estadio Johan Cruyff.
Lo más curiosos es que Ferran Reverte, director general del Barcelona, declaró en la última Asamblea que el proyecto es “necesario” para que el club siga manteniendo competitividad en todos sus deportes, pero además que su financiación no le costará dinero a los socios ni dañará las arcas de la institución ya que el pago realizaría gracias a los ingresos adicionales que generaría la obra. Pero para eso deberán buscar inversores que aporten los USD 1.700 millones y que acepten cinco años de gracia y un plazo de 35 años para pagar todo.
Entre las grandes remodelaciones que se destacan el Camp Nou se destaca la ampliación de la capacidad de 98 mil a casi 105 mil asientos. Además, la construcción de un techo que cubra el 100% de las gradas que no sólo permitirá a los aficionados mantenerse al resguardo de la lluvia sino que con ello se instalará un sistema de geotermia y una distribución de frío y calor global.
Pero sin duda lo más moderno es que el recinto contará con una pantalla gigante de 360° ubicada en el techo, algo que volverá locos y enorgullecerá a los aficionados culés. También se habilitará un hall of fame cerca del museo y una zona reservada para los eSports, que tanto terreno han ganado en el último tiempo.
A su vez, con el objetivo de colaborar en la lucha contra el cambio climático, se colocarán placas solares alrededor de 30 mil metros cuadrados y habrá a disposición de los socios 2.200 espacios de estacionamiento para bicicletas y autos eléctricos. En este sentido, se planea también crear “un espacio verde de encuentro, con actividades y circuitos deportivos, áreas infantiles, fuentes y zonas de ocio para visitantes y vecinos”.
Si bien la dirigencia de Joan Laporta debe presentar más detalles sobre el proyecto, ya que hay algunas modificaciones estructurales que distan del que propuso Bartomeu, se espera que estos se conozcan antes del referéndum, el cuál podría realizarse antes de fin de año para que los socios decidan si quieren o no llevar adelante las obras.
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