A sus vaivenes deportivos, el Barcelona acaba asumir su delicado momento económico en el que deberá remontar los peores números de la historia, según admitió su presidente Joan Laporta. Fue este domingo en la asamblea ordinaria de 576 socios compromisarios. El primer dirigente de la entidad catalana dio detalles de cuál es el plan para sacar a flote al club.
La situación financiera del Barça viene desde hace años y la salida de Lionel Messi luego de 17 años como jugador profesional en el club agudizó la situación. La ausencia de La Pulga se siente y fue aplaudido en la asamblea. Si bien en su partida Laporta aseguró que no pudieron renovarle el contrato al crack argentino, las pérdidas económicas comenzaron a llegar. Por caso, desde la vuelta del aforo completo en los estadios para la La Liga, se vieron espacios en las tribunas del Estadio Camp Nou.
Hoy Laporta admitió que los números “no son buenos, son los peores de la historia del Barça. Una deuda de 1.350 millones de euros (USD 2.080 millones), un flujo de caja nulo, que casi cuando llegamos no podíamos ni pagar las nóminas”.
Aunque cargó en contra de las gestiones anteriores y no descartó que se hayan cometido delitos. “Las responsabilidades que se deriven las estudiaremos, el forensic estará acabado en un mes. Nuestro director general hizo una intervención magistral para detallar las cuentas, la situación a la que se ha llegado viene motivada por una grave grave deficiencia en la gestión de los anteriores gestores y será nuestro departamento legal quien analizará si estos hechos son constitutivos de delito”, reiteró Laporta, quien volvió a la presidencia este año.
Para salir adelante apuntó a la negociación de una financiación del grupo inversor con Goldman Sachs. “Negociamos y firmamos una operación de 595 millones de euros (USD 690 millones) a un interés bajo de 1,98 por ciento, hemos reducido masa salarial en 155 millones, respecto a nuestros competidores estábamos entre un 30 y un 50 por ciento más”, aseguró.
En la asamblea ante los socios compromisarios, esos que cumplen con ciertos requisitos y que además son delegados de otros socios, en un discurso que duró 25 minutos, Laporta también contó las bases de cómo será el plan estratégico para el club azulgrana pueda salir adelante, que tiene tres ejes; el deportivo, donde incluyó el Espai Barça (proyecto que propone reurbanizar el Camp Nou junto con su entorno) y el modelo basado en La Masia; el económico, donde se incluye la sostenibilidad ambiental; y el social, con la inclusión de un departamento de diversidad e inclusión, para lanzar un mensaje optimista: “Estamos convencidos de que salvaremos al Barça y volverá a ser respetados y admirados en todo el mundo”.
Pidió al socio “confianza para este proyecto y poder competir con clubs poderosos que se están apropiando del fútbol. Tendrá un impacto en la ciudad de Barcelona que yo lo comparo al que tuvieron los Juegos Olímpicos de 1992. Algún rival directo comenzará a recoger los frutos de sus obras a finales de esta temporada y tenemos que espabilar”, dio en referencia al Real Madrid, que realiza obras de magnitud en el Estadio Santiago Bernabeu.
Además, Laporta descartó que el Barcelona pueda convertirse en una Sociedad Anónima Deportiva: “Más que nunca, el Barça está en nuestras manos y esto es una buena noticia, no estamos en manos de terceros, ni de clubs estados ni fondos de inversión, pueden estar seguros que el Barça siempre será propiedad de los socios y socias. Los grupos que piensen que se pueden apropiar del Barça lo tiene muy mal, hemos marcado una línea roja”.
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