Un tiroteo en las afueras del estadio mientras se disputaba el encuentro entre los equipos de Vigor y Williamson en la localidad de Mobile, estado de Alabama, generó pánico en el público presente y los planteles de ambos conjuntos de un torneo que participan ambos conjuntos de las escuelas secundarias.
Según indicaron autoridades locales, la balacera se inició en una de las rampas de salida y provocó que cuatro personas (tres hombres y una mujer) tuvieran que ser trasladadas a hospitales cercanos del lugar de los hechos por los disparos. Dos de las víctimas eran menores, confesó Paul Prine, jefe de policía de Mobile durante una rueda de prensa fuera del complejo deportivo Ladd-Peebles. Es más, uno de ellos se encontraba en estado crítico, agregó la máxima autoridad de seguridad.
En las redes sociales se difundieron imágenes del momento donde se escuchan unos disparos de fondo, al mismo tiempo que jugadores de uno de los planteles comienzan a correr por el campo de juego con dirección a algún lugar para resguardarse de la situación. También se puede ver a otras personas tiradas en el piso y corridas en las tribunas mientras por los altoparlantes del estadio le pedían al público “que se mantengan a salvo”.
La vocera de la policía de la localidad de Mobile, Katrina Frazier, dijo que los disparos comenzaron alrededor de las 21.56 (hora local), y calificó la lesión de la persona que corrió peligro su vida como “potencialmente mortal”. Además, el jefe de policía Prine confirmó que el partido “se detuvo y desde entonces terminó” y agregó que no se realizaron disparos dentro del estadio.
“Los disparos se realizaron en la rampa oeste”, dijo Prine. Los oficiales encontraron cuatro casquillos de proyectil en el área y creen que puede haber habido hasta siete disparos. “Tenemos varios individuos que pueden estar involucrados, pero posiblemente solo un tirador”, agregó el jefe de la policía.
“Es triste porque nuestras comunidades sufrirán después de algo así”, se lamentó el entrenador del equipo de Williamson, Melvin Pete Jr., en declaraciones publicadas por el sitio AI. A su vez, el head coach de Vigor, John McKenzie, declaró en la misma línea que su colega por la situación que tuvieron que atravesaron los jugadores y los presentes en el estadio en Alabama. “Estas cosas pasan y ¿qué puedes hacer? Tenemos que ser un ejemplo y cambiar la vida de estos niños”, dijo.
Por último, las fuerzas de seguridad locales aseguraron que testigos vieron al menos dos personas subirse a un auto blanco y huyeron de la escena después del tiroteo. Los oficiales estaban trabajando para localizarlos y, hasta el momento, no se registraron arrestos por el incidente que generó conmoción en la comunidad.
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