Hace un mes, Julio César Chávez, el gran campeón del boxeo mexicano, confirmó que sus dos hijos, Omar y Julio César, se encontraban “en recuperación” para intentar superar sus adicciones a las drogas, camino que, dijo, él ya había vivido, por lo cual los ayudó para que no siguieran sus pasos y lograran pasar por este trago amargo.
“Están en recuperación, yo pienso que van a estar bien física, mentalmente y espiritualmente mis hijos porque son buenos, son nobles, desafortunadamente pues a veces agarran el camino equivocado, siguen pasos que ya viví yo, creo que mis hijos están a tiempo todavía y hay que darles una nueva oportunidad, todos la merecemos”, fueron sus palabras para el programa Ventaneando de la cadena Tv Azteca.
De acuerdo con los expertos en pugilismo, como Toño de Valdés, esta situación, aunado a las indisciplinas y otras controversias, truncaron el éxito que pudieron tener arriba del escenario, a pesar de que durante gran parte de sus carreras lograron triunfos importantes y demostraron su talento con los guantes.
Hoy, ese escenario de victorias, como el de su padre, está muy alejado de la realidad, pues su inconsistencia con el deporte, así como las grandes cantidades de dinero ganadas tras cada pelea, los orilló a tomar caminos que los perjudicaron.
Por ello fueron internados en clínicas de recuperación hace varios meses. Después de este tiempo, Julio César Chávez Jr reapareció en redes sociales y demostró su nuevo estilo de vida más comprometido con el boxeo y su estado físico.
A través de su cuenta de Instagram, la cual no era actualizada desde el mes de julio cuando publicó un video al lado de su hijo, compartió varis historias donde se le observa en el gimnasio, saltando la cuerda y sudando después de un entrenamiento de box.
Con una sudadera negra y un pantaloncillo crema, con su nombre impreso al frente, se le observa agotado y concentrado por cumplir con su rutina. Rodeado de aparatos para hacer ejercicio y costales, demostró que con esfuerzo, y la ayuda de sus seres queridos, buscará lograr su mejor nivel deportivo para estar al nivel de los mejores pugilistas actuales.
Sin embargo, pareciera que no todo es mil sobre hojuelas en esta historia, pues en su última instastorie publicada, el pequeño Julio, su hijo, se encuentra caminando en su hogar, mientras una voz femenina, aparentemente la de su madre, le pide que repita la palabra “papá”, como si quisiera rememorarlo después de tanto tiempo ausente.
Hasta el momento, el junior no ha emitido más información al respecto. Tampoco confirmó ni negó las versiones de su rehabilitación, por lo que se espera que pronto salga a dar a conocer su versión al respecto para evitar mayores especulaciones.
Por su parte, Omar Chávez también revivió su cuenta de Instagram con una fotografía suya, posteada en sus historias, luego de que por casi dos meses no realizó ninguna publicación tras el enojo que tuvo con su padre cuando declaró que sus hijos se encontraban molestos con él porque subió a Saúl “Canelo” Álvarez al ring durante su pelea de exhibición (que también representó su despedida definitiva del boxeo) del pasado 20 de junio, cuando el César se enfrentó contra Héctor Macho Camacho jr.
Estas señales de vida surgieron pocos días después de que Ignacio Beristáin se dijera decepcionado por las actitudes de los Chávez, en especial del Junior, quien, dijo, tenía el potencial para heredar el poderío de su padre arriba del ring.
“No supe nada de él, y la verdad es que es doloroso pero es mejor no acordarse de algo y alguien que nunca le entregó al boxeo lo que debía de haberle dado, es una herencia que no supo respetar, que le dejó su padre el más grande peleador que le ha dado México al mundo (...) Los conocí desde niños, los dos boxeaban bien, pero les ganó la droga, la indisciplina también”, sentenció.
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