Los seguidores de Hungría se enfrentaron con decenas de agentes de la Policía en Wembley después de que un aficionado fuese arrestado por un ataque racista contra un trabajador del estadio durante el partido de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2022 del martes contra Inglaterra. Las imágenes se viralizaron y escandalizaron a Europa.
La violencia parece ser moneda corriente en las canchas del Viejo Continente, tal y como se ve cada fin de semana en Francia y como quedó expuesto durante la última Eurocopa, sobre todo en la final entre Inglaterra e Italia. En esta ocasión fueron los ultras húngaros quienes desataron el caos.
Un video muestra el momento en el que cerca de 20 húngaros echan de la grada a no menos de 20 policías que estaban cumpliendo con sus funciones en el lugar. Los violentos reaccionaron cual manada como respuesta al arresto de otro aficionado y lograron a fuerza de golpes y patadas que los agentes retrocedieran hasta los pasillos internos en Wembley.
La lucha continuó durante varios minutos antes de que la policía antidisturbios finalmente restableciera el orden en las gradas y el vestíbulo del estadio. Los seguidores de Hungría también abuchearon cuando los jugadores de Inglaterra se arrodillaron antes del saque inicial y levantaron una pancarta en protesta contra el gesto antirracismo.
El técnico de Inglaterra, Gareth Southgate, habló tras el 1-1 y calificó los enfrentamientos como inaceptables, mientras que el zaguero inglés Tyrone Mings pidió castigos más severos por racismo en el fútbol: “Cada vez que hablamos sobre abuso racial, los castigos que siguen nunca parecen estar en consonancia con lo que ha sucedido. Espero sinceramente que si ese es el caso, los castigos coincidan con lo que sucedió esta vez”.
El técnico de Hungría, Marco Rossi, se negó a condenar a los aficionados y dijo: “No quiero comentar sobre esta situación. No es mi tarea. Todo lo que podría decir se podría interpretar de otra manera, así que prefiero no comentar”.
La Policía Metropolitana confirmó el arresto en su cuenta de Twitter: “Poco después del comienzo del partido de esta noche en Wembley, los oficiales entraron a la tribuna para arrestar a un espectador por un delito de orden público agravado racialmente luego de los comentarios hechos hacia un empleado. Cuando los oficiales hicieron el arresto, estalló un desorden menor que involucró a otros espectadores. El orden se restableció rápidamente y no ha habido más incidentes en esta etapa”. Por su parte, la Asociación Inglesa de Fútbol adelantó que reportarían el incidente a la FIFA e iniciarían una investigación propia.
Esta no fue la primera vez que los aficionados húngaros causan problemas durante sus encuentros con Inglaterra en la campaña de clasificación. La victoria del combinado británico por 4-0 en Budapest en septiembre se vio empañada por cánticos racistas de los húngaros dirigidos a Raheem Sterling y Jude Bellingham.
Hungría recibió la orden de jugar dos partidos de competición de la FIFA en casa a puerta cerrada, uno de ellos suspendido durante dos años, debido al comportamiento racista. Mientras que la UEFA ya lo había castigado a jugar un partido a puerta cerrada tras el abuso racista de los aficionados y las pancartas homofóbicas en las gradas durante sus partidos de la Eurocopa 2020 en Budapest.
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Con información de AFP