Sergio Pérez se encuentra en el auto más competitivo de su carrera a bordo del Red Bull 16B, donde tiene la posibilidad de pelear el podio cada fin de semana y llenar los televisores de Fórmula 1 con su imagen; sin embargo, la oportunidad de estar en un equipo de élite había llegado varios años antes e incluso tuvo un contrato sobre la mesa para tener todo definido.
Se trata de la Scuderia Ferrari, la icónica marca del Cavallino Rampante que presume 15 títulos de pilotos y 16 de constructores en su historia, pero que en la actualidad se encuentra en plena reconstrucción rumbo a pelear por la victoria en cada carrera.
En 2012, cuando Sergio Pérez atravesaba su segunda temporada en la Fórmula 1 a bordo de Sauber, el tapatío sorprendió con su espectacular rendimiento en Malasia, Canadá e Italia, donde consiguió subirse al podio en un auto que no estaba para competir con los punteros.
Rumbo al final de la temporada, Checo Pérez recibió varias llamadas de equipos grandes preguntando por sus servicios, pues sus actuaciones habían sido muy por encima del promedio y el escenario era el idóneo como para dar el salto definitivo a un auto poderoso.
En una entrevista proporcionada para el podcast de la Fórmula 1, Beyond the Grid, el tapatío reveló que Stefano Domenicali, ex director deportivo de Ferrari, lo había citado en la sede de la escudería para abordar los detalles de un futuro juntos en la máxima categoría; sin embargo, la desesperación de Pérez por arribar a un auto competitivo lo llevó a descartar esa propuesta.
“Fui a Maranello y lo discutí con Domenicali, me dijo que hiciéramos un precontrato para 2014″, afirmó durante la plática; sin embargo, el momento de Ferrari lo orilló a desestimar la oferta de ser compañero de Fernando Alonso. “En ese momento Mercedes estaba interesado, McLaren también, por lo que me encontraba en una posición muy fuerte. Pensé: ‘Necesito un coche competitivo porque quiero ganar el título”.
Checo Pérez ya había sido miembro de la academia de pilotos de Ferrari y completó distintos procesos que lo llevaron a la escudería hermana, Sauber; por lo que estuvo a un paso de completar el ciclo y llegar al equipo grande reemplazando a Felipe Massa, quien había decepcionado con sus resultados.
A pesar de que los de Maranello culminaron el 2012 como subcampeones en el campeonato de constructores, Sergio se inclinó por la oferta de McLaren, quienes habían sido campeones en 2008 y que amenazaban con quitar la hegemonía de Red Bull en 2013.
Lamentablemente para Pérez y su nuevo equipo, McLaren tuvo uno de sus peores años y el auto nunca rindió de acuerdo a lo esperado, por lo que en retrospectiva se lamentó por la decisión, aunque en aquel momento era la vía más lógica para dar el gran salto.
“La oportunidad con McLaren llegó y habían estado ganando carreras y disputado títulos en los últimos cinco años, ¿cómo iba a decir que no? Fue algo obvio. Tuve que decir adiós a la academia de Ferrari y me marché a McLaren”, agregó durante la plática concedida en 2019, luego de dar a entender que no podía estar otro año en Sauber, pues el contrato con Ferrari era hasta 2014.
De esta forma se fue una de la posibilidades de ver al mexicano con el tradicional overol rojo que caracteriza a los italianos, aunque tras ver los resultados obtenidos por Fernando Alonso y Kimi Raikkonen, el rendimiento hubiera sido similar al que tuvo con McLaren en 2013.
Kimi, quien finalmente sustituyó a Massa en Ferrari, solamente consiguió un cuarto lugar como mejor resultado, mientras que el multicampeón español se subió al podio en dos ocasiones, resultados que provocaron el cuarto lugar en el campeonato de constructores.
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