Los mares de los Tiburones Rojos de Veracruz cambiaron del brío a la opacidad en el transcurso de seis años. Aunque encumbraron momentos de éxito en el cuatro veces heroico puerto mexicano, su efímera gloria se esfumó entre el vaivén de deudas e irregularidades salariales.
Michoacán, el origen de un reencuentro
El último lapso del Cardumen en la Primera División de México fue posible por la hazaña de La Piedad. Los Reboceros conquistaron el circuito de plata en el Apertura 2012; además vencieron a Toros Neza, los campeones del Clausura 2013, para firmar su boleto de retorno a la liga de mayor importancia en el país.
El grupo administrativo que se mantuvo al frente de dicha conquista fue el que comandó Fidel “N”, originario de Orizaba, la denominada cuna del balompié azteca. El empresario adquirió al conjunto michoacano en 2011, luego de que Albinegros regresaran al control absoluto del gobierno veracruzano.
Este movimiento permitió que los fieles del Estadio Luis “Pirata” de la Fuente olvidaran el trago amargo de la desafiliación sufrida durante la gestión de Mohamed Morales. Entonces, los tonos blancos y negros mutaron hacia el rojiazul característico de los escualos, con tal de que permanecieran activos en la Liga de Ascenso.
Pero, de cara al Torneo Apertura 2013, la escalada a la cúspide del conjunto michoacano sufrió un retroceso a causa del reglamento de la Liga Mexicana. Dado que el Estadio Juan Nepomuceno López solo contaba con un aforo de 13 mil espectadores, menor a los 20 mil espacios en las tribunas requeridos para participar en Primera, La Piedad debía buscar un nuevo inmueble para disputar sus compromisos.
Una serie de acuerdos trajo consigo la reestructuración de ambos torneos mexicanos. Como si se tratara de un efecto dominó, el descenso de Querétaro desencadenó cuatro mudanzas que dejaron a Reboceros y Tuneros con la peor parte de la historia.
Gallos Blancos evitó el abismo del descenso cuando adquirió a Jaguares; a la postre, el sinodal chiapaneco compró a San Luis en aras de continuar en la primera categoría. A la par de dichos acontecimientos, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) aceptó la petición de traslado de la escuadra de La Piedad a Veracruz.
Por esa razón, la franquicia de Primera “A” que pertenecía a los porteños pasó al Estadio Alfonso Lastras Ramírez en el Bajío de México. Así, los potosinos dieron un paso hacia abajo en su proyecto; mientras que los michoacanos fueron borrados de ambos certámenes, aunque redirigidos a la segunda división.
El reencuentro oficial de Fidel “N” y Veracruz se produjo el 20 de julio de 2013. Los Tiburones Rojos reingresaron en la escena estelar del balompié azteca luego de cinco años, desde aquel lejano 25 de abril de 2008 en que consumaron su cuarta caída histórica frente a los Pumas del Club Universidad Nacional.
Desde el fondo hasta dos Liguillas y una Copa
La base de La Piedad integraba la nueva identidad de los retornantes. Cristóbal Ortega, ícono del americanismo, prosiguió al mando del timón. Además Ángel Reyna, Campeón de Goleo del Clausura 2010 con Las Águilas, comandaba el ataque. Así arrancaron su participación en el segundo semestre de 2013.
Pese a que en su certamen de debut terminaron en el puesto 12 con 20 puntos, la institución optó por ceder el puesto de entrenador a Juan Antonio Luna, también exfutbolista del Club América que fungía como auxiliar técnico de Ortega desde su intervención en Reboceros.
En los dos siguientes torneos cortos, Veracruz ocupó los últimos lugares de la clasificación. José Luis Sánchez Solá suplió a Luna, pero luego el propio Ortega cumpliría parcialmente con su segunda gestión para relevar al Chelís.
Sin embargo, la rotación definitiva se gestó con el arribo de Carlos Reinoso al cierre del Apertura 2014; antes de esa justa Reyna partió a Chivas, pero durante ella debutó el argentino Daniel Villalva. Keko salió de River Plate con tal de defender el escudo del equipo mexicano.
El Clausura 2015 le sonrió distinto a los escualos. El Maestro, otra leyenda de Coapa, se posicionó como el eje rector de la estrategia rojiazul. En dicha campaña, el club realizó un compendio de contrataciones que repercutió directamente en su historia moderna.
Fichó a elementos sudamericanos que le ayudaron a romper récords y a abonar el cuarto título en sus vitrinas. Como los casos de los argentinos Julio Furch, Gabriel Peñalba y Rodrigo Noya; así como el del mexicano Jesús Paganoni, el chileno Fernando Meneses y el uruguayo Juan Albín.
Al término de la Jornada 17, alcanzó 28 puntos, justo como los Rojinegros del Atlas, mas se ubicó como tercero general. El Cardumen solo se quedó una unidad por debajo de los líderes Tigres y América, respectivamente. Sus actuaciones le brindaron una plaza en la Liguilla.
Enfrentaron a Querétaro, que terminó como sexto, en Cuartos de Final. No obstante, no lograron avanzar a la próxima etapa. Los Gallos de Ronaldinho y Camilo Sanvezzo los eliminaron por marcador global de 3-4.
En la ida, los de la costa este del país cayeron por 1-2 en La Corregidora. Para la vuelta, los dirigidos por Víctor Manuel Vucetich pactaron el empate a dos; en el compromiso, el arquero Melitón Hernández falló en la recepción de un tiro libre del exjugador del Barcelona que derivó en gol.
Para el Apertura 2015, los Tiburones Rojos repitieron la magia y sellaron un boleto consecutivo a la Fiesta Grande. Calificaron como octavos, tras obtener 27 puntos en 17 fechas. Su rival en turno fue el cuadro felino de Ciudad Universitaria.
En el cotejo de ida de Cuartos, disputado como local en el inmueble del fraccionamiento Reforma, superaron al superlíder por la mínima. En el duelo decisivo, celebrado en Ciudad de México, los capitalinos ganaron por 1-0. Ante la igualdad en el global, la diferencia de lugar en la tabla generó que el representativo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) accediera a semifinales.
Aunque el declive de Veracruz volvió a hacerse patente en la liga del Clausura 2016, los pupilos de Carlos Reinoso se adueñaron de la Copa MX de esa edición. Rompieron la sequía de 66 años sin obtener un campeonato y de 68 sin alzar este distintivo. El 13 de abril de 2016, se impusieron por 4-1 sobre los Rayos del Necaxa en El Pirata.
De la cima al averno
Como si de una montaña rusa de emociones se tratase, los fantasmas del descenso regresaron al cuadro porteño. Sus más grandes estrellas abandonaron la tripulación con nuevos objetivos. Entre los Apertura 2016 y 2019, once directores técnicos asumieron la pizarra jarocha, pero nadie logró redirigir la ruta de su barco.
Juan Antonio Luna y Carlos Reinoso, siempre constantes en el esquema, reingresaron a escena. Pablo Marini, José Saturnino Cardozo, Guillermo Vázquez, Hugo Chávez, Juvenal Olmos, Robert Dante Siboldi, Enrique Meza, José Luis González China y Enrique López Zarza no consiguieron dar la vuelta al calvario veracruzano.
En este periodo Veracruz contó con los pases de cuatro de los 23 seleccionados peruanos que acudieron al Mundial de Rusia 2018: los guardametas Pedro Gallese y Carlos Caceda; así como el zaguero Christian Ramos y el mediocampista Wilder Cartagena. Incluso debutó al portero Sebastián Jurado y cobijó el retiro del defensor Carlos Salcido.
Sin embargo, esta etapa es más recordada en su camino por la mala racha deportiva y la opacidad administrativa que rodeó al club. Entre la Jornada 8 del Apertura 2018 y la 15 del Apertura 2019, los escualos no obtuvieron ninguna victoria en 41 partidos. En suma, perdieron la categoría en el Clausura 2019, pero ante la regla del no descenso, su dirigente pagó MXN 120 millones como sanción.
Este monto lo mantiene vinculado a proceso en la actualidad, dado que fue un préstamo que le extendió TV Azteca. Fidel “N” fue detenido el 20 de septiembre de 2021 en Ciudad de México, a causa de un supuesto fraude contra la Arrendadora Internacional Azteca S.A. de C.V. Se encuentra recluido en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Santiaguito.
Durante su administración en el Puerto, apeló a la ejecución de dobles contratos, irregularidad fiscal implementada con tal de evadir impuestos ante el Sistema de Atención Tributaria (SAT); asimismo, utilizó a figuras públicas de su equipo durante sus campañas políticas en Orizaba.
Dejó de proveer de sueldos completos a futbolistas, de las plantillas varonil y femenil, así como a trabajadores. Ciertas deudas persisten hasta octubre de 2021; atletas como Raymundo Fulgencio y Cristian “El Polaco” Menéndez han expresado abiertamente que nunca recibieron el pago correspondiente a su labor sobre la grama.
El 5 de diciembre de 2019, previo al Clausura 2020, todas las categorías de los Tiburones Rojos de Veracruz fueron desafiliadas de las competencias de la Liga MX. Desde aquella fecha, dejó de existir, aunque dejó una huella que perdurará en las arcas del futbol mexicano y de la que no podrá resarcirse jamás.
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