Se acerca el primer Grand Slam del 2022 y el avance de la vacunación a nivel mundial presentará nuevos escenarios a la hora de las restricciones asociadas a la pandemia. Tras un 2021 en el que Novak Djokovic se alzó con el trofeo al vencer a Danill Medvedev en un Rod Laver Arena con público en sus gradas, Australia se prepara para la próxima edición del tradicional certamen.
En esta ocasión, desde el estado de Victoria (Estado australiano cuya capital es Melbourne) confirmaron que los tenistas que se hayan aplicado la vacuna contra el coronavirus gozarán de algunas facilidades que los otros no. Es decir que estarán sometidos a un mínimo de restricciones en comparación con el resto.
“Si yo fuera un tenista de la ATP o WTA me vacunaría”, advirtió Martin Pakula, ministro de Deportes del estado australiano de Victoria en diálogo con la la cadena radial SEN. Y agregó: “Les va a dar la mejor oportunidad para jugar el Abierto de Australia con un mínimo de restricciones”.
A pesar de que Tennis Australia no se ha pronunciado sobre la obligatoriedad de las vacunas como condición indispensable para la disputa del torneo, el estado de Victoria sí que la exige para ejercer la profesión de deportista profesional.
Esta medida implantada hace un mes podría ser un antecedente relevante a la hora de establecer el marco relativo a la exigencia de vacunación en el que será un Grand Slam decisivo en la historia del tenis teniendo en cuenta la puja de éxitos que mantienen Rafael Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer por la cima de más títulos grandes ganados.
Pakula explicó además que el consejo de ministros debatirá sobre esta cuestión en los próximos meses para decidir “si las personas no vacunadas tendrán opción alguna de entrar al país”. Según publicó la BBC semanas atrás, Australia reabrirá sus fronteras internacionales a partir de noviembre, aunque los viajes no serán habilitados para extranjeros por el momento.
Precisamente, el serbio y actual número uno mundial Djokovic podría verse afectado en lo que podría ser su segundo asalto al trono de los veinte grandes compartido con el suizo Federer y el español Nadal, después de que afirmara en abril de 2020 que estaba en contra de las vacunas. ”No me gustaría que nadie me forzara a vacunarme para que pudiera viajar libremente”, sentenció el jugador de Belgrado el año pasado.
Otro de los que se mostraba en contra de la vacunación obligatoria, pero que finalmente volvió tras sus palabras para aplicársela fue el griego Stefanos Tsitsipas, quien aceptó recibir la vacuna contra el Covid, pese a haber declarado previamente que solo lo haría si el circuito ATP lo convertía en un requisito obligatorio.
Tsitsipas afirmó el mes pasado que renunciaba a la vacuna debido a preocupaciones con los efectos secundarios, pero ahora ha cambiado de postura. “Me vacunaré este año para poder ir a restaurantes y tiendas. Apoyo a todos los que se vacunan. No soy médico; soy jugador de tenis, por lo que es posible que no tenga la opinión más fundamentada cuando se trata de problemas médicos”, valoró el griego en declaraciones a la cadena de su país Antenna TV.
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