Uno de los entrenadores de boxeo más reconocidos en el ámbito profesional del deporte, Ignacio Beristáin, habló sobre los hijos de la leyenda boxística mexicana, Julio César Chávez. Recordó la ocasión cuando estuvo en la esquina de Julio César Chávez Jr. pero a pesar del esmero de Nacho y el peso del legado de su padre, no lo pudo hacerlo el campeón esperado.
En entrevista para el canal de YouTube Hay Tiro, Nacho se sinceró sobre su perspectiva de los hijos del César del boxeo. Apuntó que pese a ser familiares de Chávez -donde el boxeo es parte de la historia familiar- no lograron emular las victorias de su padre a causa otros factores que los distrajeron. Sin censura la figura boxística apuntó que todo se debió a las drogas.
Cuando le preguntaron sobre lo que sabía de Julio César Chávez Jr., no dudó en mostrar su decepción y arremetió contra lo que hizo Julio César Jr. durante los momentos claves de su profesión como peleador. Nacho calificó como “doloroso” el recuerdo del hijo de Chávez, además sentenció que no pudo hacer nombre a su herencia familiar.
“No supe nada de él, y la verdad es que es doloroso pero es mejor no acordarse de algo y alguien que nunca le entregó al boxeo lo que debía de haberle dado, es una herencia que no supo respetar, que le dejó su padre el más grande peleador que le ha dado México al mundo”
Por otra parte, apuntó que el talento era una cualidad que no les faltaba, pero las distracciones fuera del ring y los vicios -además de las indisciplinas- llevaron a Omar y Julio a no ser los campeones del boxeo como su padre. El miembro del salón de la fama no perdió de vista su acercamiento a la familia y aunque los conoció de niños, no dejó de señalar a las drogas como el principal culpable.
“Los conocí desde niños, los dos boxeaban bien, pero les ganó la droga, la indisciplina también”
En cuanto al mito de pelear por “hambre”, es decir por situaciones precarias que los orillan a iniciarse en el boxeo, Nacho negó que sea una justificación verdadera para tener una carrera en el boxeo profesional.
En mayo de 2017, Beristáin se involucró con Julio César Chávez Carrasco ya que lo entrenó para su pelea contra Saúl Canelo Álvarez en el mismo año. Se unió a su esquina y buscó explotar el talento de Chávez Jr.; sin embargo, se vio superado por el púgil tapatío y Nacho no cumplió su cometido, por lo que dejó de entrenar a Julio. Aunque había entrenado al Sr. Nocaut, las expectativas no se cumplieron con la dinastía Chávez.
Recientemente, el padre de Omar y Julio César habló del verdadero paradero de sus hijos, luego de que se especulara de que habían sido internados en un centro para tratar su problema con las drogas, Chávez habló con TUDN y negó que se tratara de un centro de drogadicción, sino que apuntó que sus hijos estaban en un retiro espiritual.
Aunque en entrevista para el programa de Ventaneando dijo que sus hijos estaban en un lugar para buscar “una nueva oportunidad”, jamás habló de algún problema con las drogas. Apuntó que la prensa malinterpretó su declaración sobre la situación con sus hijos y mostró su molestia según recapituló TUDN.
“No sean mentirosos, yo nunca dije que mis hijos estaban internados, se malinterpretó, ustedes ponen lo que quieren. Mis hijos están en un retiro espiritual”, replicó. Hasta el momento no se ha visto en público a los dos hijos de la leyenda del boxeo mexicano.
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