La H es muda, pero en Honduras piensan todo lo contrario, pues el grito eufórico de los aficionados hondureños han hecho retumbar las paredes de los estadios de la zona de Concacaf. Las visitas al país centroamericano se vuelven complicadas para cualquiera de las demás selecciones de la conferencia, incluso si son los “Gigantes de la Concacaf”
El 10 de octubre del 2017, Honduras recibió al equipo mexicano en la plaza de San Pedro Sula. El cuadro azulblanco se mantenía con plenas esperanzas para escalar puestos en la tabla de la clasificación rumbo al Mundial de Rusia 2018. El Tri ya se había clasificado a la justa mundialista desde la séptima jornada de la eliminatoria.
El 1 de septiembre venció 1-0 a la Selección de Panamá en la cancha del Estadio Azteca. Para enfrentar a Honduras en el último encuentro de la clasificación, México se presentó con 21 puntos totales conseguidos. En nueve partidos disputados, el equipo dirigido por Juan Carlos Osorio había salido victorioso en seis encuentros y empatado en tres ocasiones.
En la última fecha del certamen de la Concacaf, Panamá venció a Costa Rica y le quitó las posibilidades a Honduras de clasificarse directamente, luego de la sorpresa que dio Trinidad y Tobago al vencer a Estados Unidos y dejarlos sin posibilidades de Mundial.
En el principio del encuentro, Honduras salió volcado al ataque urgidos del triunfo. Intentó abrir el marcador con algunos disparos de larga distancia que no presentaron mayor inconveniente para Guilermo Ochoa.
Por otro lado, México manejaba el encuentro sin apresurarse. En el minuto 16 del encuentro, el equipo mexicano atacaba más que los locales y Oribe Peralta abrió el marcador con un remate certero a un centro que se desarrolló por el costado de la derecha.
Fue hasta el minuto 33 que los catrachos empataron el encuentro por la vía de Alberth Elis que repitió la acción de Oribe Peralta. Pero cinco minutos más tarde el 1-2 a favor del visitante llegó bajo la autoría de Carlos Vela.
Durante la segunda parte, Alberth Elis tuvo una escapada en la que centró el esférico que encontró en el camino a Eddie Hernández, quien estrelló el balón en el travesaño y en el rebote chocó con la cabeza de Guillermo Ochoa y firmó el 2-2 parcial.
La alegría resonó en las tierras centroamericanas cuando Romell Quioto se escabulló dentro del área mexicana y puso a ganar al equipo local con un disparo raso.
Los últimos minutos se volvieron cardíacos para los azul y blanco, quienes también comenzaron a matar el tiempo con faltas y lesiones. Ese resultado valió quitarle el invicto a la Selección Mexicana, uno de los rivales más fuertes de la Selección Hondureña.
El resultado le permitió a Honduras colarse a la quinta posición de la clasificación y así disputarse el medio boleto a la justa veraniega en contra de Australia; no obstante, el repechaje fue un escenario escabroso para Honduras, pues Australia fue quien se terminó por colar a Rusia.
En aquél encuentro, los alineados por México fueron: Guillermo Ochoa, Miguel Layún, Hugo Ayala, Oswaldo Alanís, Jesús Gallardo, Héctor Herrera, Jonathan dos Santos, Carlos Vela, Raúl Jiménez y Oribe Peralta. En el complemento ingresaron Jesús Corona, Edson Álvarez y Andrés Guardado.
El equipo dirigido por José Luis Pinto alineó a Donis Escober, Ever Alvarado, Maynor Figueroa, Henry Figueroa, Brayan Beckeles, Jorge Claros, Alfredo Mejía, Alex López, Romell Quioto, Alberth Elis y Eddie Hernández.
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