José Ramón Fernández y el América son como el agua y aceite. Durante más de cuarenta años el histórico periodista mexicano ha consolidado un movimiento conocido popularmente como Antiamericanismo. Un amplio sector de la afición se ha identificado con esa corriente en la que se manifiesta un desprecio explícito hacia todo lo que tenga que ver con Las Águilas.
Sin embargo, esa animadversión no ha impedido que Joserra se haya colocado la camiseta amarilla en un programa en vivo, en la emisión estelar de “Futbol Picante”. Todo comenzó con una apuesta pactada entre el comentarista y el entonces director técnico del América, Miguel Piojo Herrera.
El antecedente se remontaba en realidad al 16 de noviembre de 2011. En medio del alboroto por su llega a Coapa, el Piojo le dio una entrevista a José Ramón en donde mencionó que haría que el periodista se pusiera la playera del América. Fernández puso una sola condición: si el América era campeón con Miguel Herrera, portaría la casaca azulcrema.
La apuesta en un inicio contemplaba que el América fuera campeón en los primeros seis meses. Sin embargo, al calor del título conseguido, ese detalle se olvidó y el presentador de “Futbol Picante” tuvo que pagar lo que había prometido. Los pupilos del Piojo habían vencido a Cruz Azul en una de las finales más recordadas de la última época: por penales y tras empatar una desventaja de dos goles con un hombre menos.
José Ramón no tuvo salida: el Piojo le llevó una playera especial para que pagara la apuesta. Ante el regocijo de todos sus compañeros de la mesa, Fernández se vistió de americanista en plena transmisión. “Es la nueva contratación del América”, se regodeó Herrera, que también contó con un regalo, pues recibió un jersey del Real Madrid.
José Ramón recordó la apuesta original: eran seis meses los que debían pasar para ganar el campeonato (el título llegó después de tres torneos), pero luego restó importancia a esa condición.
“Se lo aceptó a Miguel porque me cae muy bien. Es buen técnico”, fueron las palabras de José Ramón Fernández.
Y como no podía ser de otro modo, se permitió realizar algunas bromas sobre el hecho. “Dicen que raya los coches esta camisa”. Luego, ambos hicieron comentarios jocosos sobre el momento. En cierto punto, Herrera le preguntó a Joserra qué cargo le gustaría ocupar en el club. “Me gustaría ser tu auxiliar”, mencionó el periodista.
El pago de la apuesta no pasó desapercibido para nadie. El apóstol del antiamericanismo se ponía la camiseta del odiado rival. Pero no era la primera vez que eso sucedía. Como el mismo periodista lo ha contado en diversas entrevistas, en 1984 se colocó la playera de los entonces llamados Millonetas en un evento de beneficencia para los damnificados de la explosión de San Juanico; 29 años más tarde lo hizo de nuevo.
La primera etapa de Miguel Herrera al frente del América no duraría mucho más después de ese curioso evento. El mal momento que atravesaba la Selección Mexicana en la eliminatorias rumbo a Brasil 2014 obligó a que el Piojo acudiera como “bombero” a dirigir el repechaje ante Nueva Zelanda. Todavía disputó la final del Apertura 2013, en la que cayó ante el León de Gustavo Matosas.
Después de concluir su paso por el Tri y tras un regreso a Liga MX con Tijuana, Miguel Herrera volvió al Nido en 2017. En su segunda etapa cosechó tres títulos: una liga más (de nuevo frente a Cruz Azul), una Copa MX y un Campeón de Campeones. Su paso terminó de manera abrupta a finales de 2020, con la eliminación de la Concachampions a manos de Los Angeles Football Club. Actualmente dirige a Tigres.
SEGUIR LEYENDO:
Últimas Noticias
La lapidaria crítica del campeón argentino que desafió a Tyson: “Es un gallina, por eso pelea con un Youtuber”
Los lazos eternos de Senna con Argentina: competencias de karting, un podio con Reutemann, su idilio con Fangio y la única visita al Autódromo de Buenos Aires
Humberto Mariles, el ídolo olímpico acusado de narcotráfico
Un misterio que lleva tres décadas sin resolverse: los guantes ensangrentados que cambiaron el juicio de O.J. Simpson
Golpes en el casco y abandono en una estación de servicio: los polémicos métodos del padre de Max Verstappen para convertirlo en campeón de la F1
