Quiénes fueron los mexicanos a los que Manny Pacquiao enfrentó en su carrera

Un grupo selecto compuesto por nueve boxeadores mexicanos se midió al Pacman durante su trayectoria. Solo dos pudieron vencer al pugilista filipino.

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Manny Pacquiao dejó los guantes
Manny Pacquiao dejó los guantes con tal de convertirse en presidente de Filipinas. (Foto: Étienne Laurent/EFE)

El vínculo que unió a Manny Pacquiao con México se fortificó en 13 de sus 25 años de trayectoria. Entre 1999 y 2012, el histórico pugilista de origen filipino afrontó quince peleas contra nueve boxeadores mexicanos.

Es decir, casi un 21% de sus 72 batallas oficiales sobre el cuadrilátero fueron ante atletas nacidos en territorio azteca, contra los que acumuló un récord de 12 victorias, un empate y un par de descalabros.

Tres de sus rivales más emblemáticos fueron Marco Antonio Barrera, Érik “El Terrible” Morales y Juan Manuel “Dinamita” Márquez. Sin embargo, Pac-Man también se midió a Gabriel Mira, Emmanuel Lucero, Héctor Velázquez, Oscar Larios, Jorge Solís y Antonio Margarito.

Manny Pacquiao como Campeón Mundial
Manny Pacquiao como Campeón Mundial de Peso Wélter por la Organización Mundial de Boxeo. (Foto: Jeff Haynes/Reuters)

El recorrido de Pacquiao contra los mexicanos

Manny Pacquiao debutó en el circuito profesional durante enero de 1995, a la edad de 17. Casi cuatro años y 26 contiendas después, se vio las caras con Gabriel Mira Hernández en el Araneta Coliseum de Manila.

Luego de ser noqueado por Rústico Torrecampo, tres años antes, Pac-Man mantenía una racha de catorce reyertas sin conceder deslices, así como un récord de 25-1. Mira Hernández fungió como el primer mexicano en la historia que logró colisionar con el filipino.

Pese al intento de aquel 24 de abril de 1999, no consiguió arrebatarle el Campeonato de Peso Mosca del Consejo Mundial del Boxeo (CMB), sino que cayó por nocaut técnico a los 2:45 minutos del cuarto round. Pacquiao prolongó a quince su racha favorable y consumó su exposición inaugural del oro.

Antes de mirar hacia Estados
Antes de mirar hacia Estados Unidos, Pacquiao registraba un récord de 32 victorias por sólo dos derrotas en Asia. (Foto: Éttiene Laurent/EFE)

Para 2003, el nacido en Kibawe ya competía en la división supergallo, además de que había sostenido tres batallas en Estados Unidos. El duelo contra Emmanuel Lucero, efectuado el 26 de julio en el Grand Olympic Auditorium de Los Ángeles, simbolizó su cuarto compromiso en Norteamérica.

El joven de entonces 25 años superó a El Carnicero por nocaut. Un gancho de zurda, directo a la sien, echó abajo las aspiraciones del combatiente de Ciudad de México a los 48 segundos del tercer episodio; al mismo tiempo, definió su cuarta defensa exitosa del título de la categoría perteneciente a la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

Después de dicha pugna, Pacquiao se midió con mayor frecuencia a oponentes mexicanos. El 15 de noviembre todos los reflectores apuntaron hacia él cuando se impuso a Marco Antonio Barrera en el Alamodome de San Antonio, Texas.

El pugilista asiático no sólo volvió a subir de división, esta vez al peso pluma, sino que dominó al capitalino en el decimoprimer asalto. Un knockdown precedió la intervención definitiva de la esquina del Baby-Faced Assassin a falta de nueve segundos antes del sonido de la campana.

Tras sus presentaciones en Texas
Tras sus presentaciones en Texas y California, Manny Pacquiao comenzó a ser una realidad en Nevada. (Foto: Patrick T. Fallon/AFP)

Su siguiente rival en turno fue Juan Manuel Márquez. El Dinamita concretó el empate en la contienda celebrada el 8 de mayo de 2004 en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.

Con ello, el oriundo de Iztacalco retuvo las preseas pluma de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). El destino les concertaría tres citas más en el futuro.

Para el periodo comprendido entre los meses de marzo de 2005 y 2008, Manny Pacquiao aceptó ocho confrontaciones consecutivas contra mexicanos. Entre ellas, la trilogía con Érik Morales, al igual que las revanchas con Barrera y Márquez.

El Terrible se convirtió en el primer boxeador del país en vencerlo: lo hizo el 19 de marzo de 2005, también en la Ciudad del Pecado. Una decisión unánime lo llevó al triunfo en el debut de Pac-Man dentro la división superpluma.

El revés duró poco en
El revés duró poco en el equipo de Pacquiao, pues el pugilista se reivindicó de inmediato. (Foto: Lai Seng Sin/Reuters)

Pacquiao recompuso el camino en su pelea posterior. El 10 de septiembre acabó a Héctor Velázquez por nocaut técnico al cierre del sexto round, en el Staples Center de Los Ángeles, y conquistó el vacante Campeonato Superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

A raíz de ello, se tornó imbatible ante los compatriotas de su víctima y no cedió el cinturón que recién había capturado. Inició 2006 con una revancha titular ante Morales, en que resolvió por la vía del TKO durante su reaparición del 21 de enero en Nevada.

El 2 de julio retornó a su natal para crecerse de local frente a Oscar Larios tras una decisión unánime en el Araneta Coliseum, escenario donde tampoco había tenido problemas al término la década anterior con Gabriel Mira.

Cerró el año nuevamente con El Terrible, esta vez en el Thomas & Mack Center, pero afianzó su poderío con un frenético arranque. Morales acabó en la lona en tres ocasiones durante los primeros nueve minutos del choque. La zurda letal de la que gozaba sentenció el desenlace cuando el reloj marcaba 2:57′ en el tercer episodio.

La combinación de velocidad y
La combinación de velocidad y fuerza era una de las grandes virtudes de Manny Pacquiao. (Foto: Étienne Laurent/EFE)

En su primera presentación del 2007, el 14 de abril en Texas, noqueó a Jorge Solís al minuto con 16 segundos del octavo round. A la postre, los caminos de Manny Pacquiao y Marco Barrera volvieron a juntarse el 6 de octubre. Aunque el resultado no cambió. El filipino volvió a salir airoso, ahora por decisión unánime en el Mandalay Bay Resort and Casino de la capital mundial del juego.

El ciclo intensivo culminó luego del reencuentro con Juan Manuel Márquez. El 15 de marzo de 2008, el jurado lo favoreció con una decisión dividida, con la que lo derrocó al Dinamita del Campeonato Superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Transcurrieron casi tres años para que el Pac-Man se midiera a otro mexicano. Después de su trance por las categorías ligero, superligero y wélter, escaló hasta la superwélter para colisionar con Antonio Margarito en el AT&T Stadium de Arlington. El 13 de noviembre de 2010, adquirió el título de las 154 libras que estaba vacante en el CMB. A sus 32 años, ya había encumbrado su legado con letras doradas dentro de ocho divisiones distintas.

Sus dos últimas pruebas contra los representantes de México se gestaron contra Márquez, aunque, en las 147 libras. El 12 de noviembre de 2011, los espectadores del MGM Grand lo vieron ganar por decisión mayoritaria en virtud de continuar como el monarca wélter de la Organización Mundial del Boxeo (OMB).

Luego de trece meses, y de una caída titular incluida frente al estadounidense Timothy Bradley, Juan Manuel Márquez agudizó la mala racha de Pacquiao. El 8 de diciembre de 2012 produjo una postal inolvidable para la historia del pugilismo.

Juan Manuel Márquez dejó sin
Juan Manuel Márquez dejó sin posibilidad de reacción alguna a Manny Pacquiao. (Foto: Steve Marcus/Reuters)

La cuarta contienda entre ambos terminó cuando Márquez conectó un fulminante jab de derecha en el sexto asalto que dejó inconsciente a Pacquiao. Este por fin pudo dejar atrás a su némesis: cortó su invicto de siete años y le propinó el tercer nocaut de su carrera. Además se erigió como el único mexicano en finalizarlo por nocaut, pero el segundo en superarlo.

Se cumplirán nueve años desde la icónica caída de la fiera de Kibawe, esa que representó un parteaguas en su trayecto como boxeador. Vino de atrás pese a los pronósticos y siguió al acecho de cetros mundiales, pero esa estampa quedó grabada en su legado. El pasaje con Floyd “Money” Mayweather Jr., en 2015, fue otra de ellas.

Su retiro del deporte llegó el 28 de septiembre de 2021, luego de cinco lustros en que recorrió los encordados, aunque seguirá entre el reconocimiento público para dedicarse de lleno a la política. El hombre que nació para domar al reto contenderá por asentar su meta más grande: asumir la presidencia de Filipinas.

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