La línea defensiva de los Dallas Cowboys generalmente se había mantenido como uno de sus principales puntos débiles durante las últimas temporadas. Sin embargo, parece que la situación ha cambiado al menos en las primeras semanas de este nuevo arranque de temporada regular de la NFL. En términos generales los defensores vaqueros se han mostrado fuertes en las más recientes victorias del equipo.
Esta evidente mejoría en el equipo defensivo de Dallas quedó demostrada durante el segundo cuarto del partido entre Cowboys y los New York correspondiente a la semana cinco de la temporada. La ofensiva de los gigantes se encontraba en situación de primera y gol en la yarda uno de campo vaquero, sin embargo, la defensa de los que Arlington se convirtieron en una muralla y cerraron cualquier ataque terrestre de los neoyorkinos.
Luego de dos intentos por tierra, la ofensiva no logró avanzar ni una sola yarda y en tercera oportunidad intentó sorprender a la defensiva del equipo de la estrella solitaria mandado una jugada individual con el quarterback Daniel Jones, quien se quedó con el ovoide para intentar llegar a la zona de anotación por la parte externa del campo. Gracias a su concentración los defensores lograron leer el llamado y se enfilaron para tapar la carrera de Jones, quien no logró llegar al touchdown.
Además de quedarse lejos de anotar, el mariscal de campo recibió un tremendo golpe casco contra casco por parte del linebacker Jabril Cox. El impacto provocó que Jones cayera al césped totalmente desfavorecido. Después de levantarse se observó al quarterback tambaleándose y mostrando evidentes síntomas de una conmoción cerebral.
Con las asistencias medicas atendiendo a Jones, el partido se detuvo por algunos momentos cuando estaba cerca de terminarse la primera mitad del encuentro. Luego de algunos minutos en revisión, el quarterback debió salir en camilla del emparrillado sin muchas posibilidades de regresar al partido celebrado este domingo en el AT&T Stadium de Dallas.
A pesar del tremendo impacto casco con casco, los árbitros no castigaron la acción del defensivo. Según algunos expertos, Jones fue quien bajó la cara para intentar anotar, lo que provocó el golpe contra la cabeza del esquinero vaquero, por lo que la jugada se considero completamente limpia y sin intenciones de hacer daño por parte de Cox.
En cuarta oportunidad y una sola yarda por avanzar, el entrenador ofensivo de los Gigantes decidió optar por arriesgarse e intentar anotar a pesar de la ausencia de Daniel Jones, quien ha figurado como el mariscal de campo titular del equipo en las últimas temporadas después del retiro de la figura Eli Manning.
Nueva York logró llevar el balón por esa yarda faltante para conseguir los seis puntos y empatar el marcador para ese momento, por lo que esto tiró a bajo las extraordinarias acciones defensivas de los vaqueros durante los primeros tres intentos de la ofensiva. Sin embargo, el costo de la anotación fue muy alto debido a que significó perder a su comandante en el ataque.
Hasta el momento no se han dado a conocer más detalles sobre la situación de salud de Jones. Sin embargo, todo parece indicar que la conmoción cerebral lo dejaría fuera por algunas semanas debido a los estrictos protocolos que tiene la NFL respecto a los impactos en la cabeza.
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