El próximo sábado, Tyson Fury y Deontay Wilder volverán a subirse al ring para enfrentarse en un nuevo capítulo de una trilogía boxística que va más allá de lo que sucederá en el ring. El combate, que estaba programado para el 24 de julio, se postergó tras un brote de coronavirus en el equipo del británico que expondrá su cinturón de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Estados Unidos.
Después de lo que ocurrió en febrero de 2020, cuando El Gitano le ganó por nocaut técnico al púgil estadounidense en el séptimo round de la pelea, hubo un hecho con tintes insólitos: The Bronze Bomber denunció que el traje de más de 60 mil dólares con diamantes que utilizó para salir al estadio lo había dejado sin piernas para el combate. “Fury no me hizo daño en absoluto, pero el hecho es que mi uniforme era demasiado pesado. No tenía piernas desde el inicio. En el tercer asalto, se me fundieron las piernas por completo. Mucha gente me decía: ‘Parecía que algo andaba mal contigo’. Hice todo lo posible para sostenerme pero sabía que no tenía las piernas debido a mi uniforme”, argumentó el ex campeón mundial de los pesados tras su derrota.
“Solo pude ponérmelo (por primera vez) la noche anterior, pero no pensé que fuera a ser tan pesado. Pesaba unas 40 libras (casi 20 kilos) con el casco y todas las baterías”, agregó el derrotado. Lo particular del caso es que el norteamericano había dicho en la previa que ese atuendo subiría notablemente su cotización con el paso del tiempo: “Costará millones cuando acabe mi carrera, esto formará parte de mi legado en el boxeo”. De ser una gema de su trayectoria, a convertirse en el lastre que lo dejó derrotado...
Ahora, a pocos días de una nueva velada, este particular tema vuelve a recrudecer: se conoció que Wilder utilizará un nuevo disfraz para subirse al cuadrilátero, pero tomará algunos recaudos para evitar que suceda lo de la pelea anterior.
En este caso será más liviano, para no toparse nuevamente con los supuestos problemas que tuvo durante el combate previo. Los diseñadores del traje, Cosmo y Donato, dieron detalles de cómo será el armado del mismo. “Va a ser significativamente más ligero. Entonces, no tenemos ningún drama en absoluto”, dijeron en diálogo con TMZ.
“Se ve tan increíble. Estaba tan feliz. ¡El atuendo le queda perfecto y está listo para matar!”, agregó Cosmo. El atuendo le rendirá tributo a sus raíces nigerianas, según especificaron.
“Este disfraz es muy especial para Deontay. Nos pidió que usáramos colores rojo y negro, que representan las raíces africanas de Wilder. El rojo representa la guerra, mientras que el negro representa un funeral”, explicó Donato sobre el próximo atuendo del boxeador de 35 años, que perdió el título en 2020.
“Esta vez, creamos un elemento sorpresa de alta costura que seguramente hará que las cabezas se vuelvan y honren a la tribu africana Edo de Deontay”, sumó uno de los diseñadores sobre el disfraz.
Asimismo, la dupla de diseñadores también hablaron sobre el semblante de Wilder de cara a la tercera edición de la pelea entre su modelo y Fury, el actual campeón mundial. “Nunca lo hemos visto más concentrado de lo que está ahora. Definitivamente hay una determinación y una energía de redención ardiente, junto con una sensación de calma de espíritu en él en este momento. Creemos que se ha vuelto a conectar con sus raíces, una tribu de verdaderos guerreros. Se ve mejor que nunca y más feliz de lo que lo hemos visto”, analizaron.
Por su parte, Tyson Fury tenía como objetivo central unificar los cinturones de peso pesado contra su compatriota Anthony Joshua, pero un juez deportivo le ordenó concederle a Wilder una revancha. Es válido destacar que Joshua viene de perder su condición de campeón mundial de los pesados AMB, FIB y OMB hace un par de semanas ante el ucraniano Oleksandr Usyk en fallo unánime en las tarjetas.
El próximo domingo a la madrugada, el mundo del boxeo estará pendiente de un nuevo cruce entre dos de los pesados más importantes de la disciplina en los últimos tiempos.
SEGUIR LEYENDO: