Uno de los temas que más discusión ha generado en el ambiente futbolístico de México tiene que ver con el grito homofóbico. Las sanciones económicas han aumentado de forma considerable en los últimos apercibimientos. Pero el siguiente paso iría más allá. Los partidos contra Canadá y Honduras, a disputarse en la cancha del Estadio Azteca, podrían significar la pérdida de puntos.
De acuerdo con el periodista Rafa Ramos, en caso de que la afición reincida en el grito homofóbico en las dos próximas presentaciones del Tri como local, la sanción sería directa: tres puntos perdidos.
“Si #ElGrito se presenta nuevamente ante Canadá y Honduras, este jueves y el próximo domingo, la sanción de FIFA tomaría un rumbo drástico: quitar puntos. De tres en tres”, escribió Ramos en su columna para ESPN.
El equipo de Gerardo Tata Martino suma hasta el momento siete unidades de nueve posibles. El liderato les pertenece con dos puntos de ventaja sobre su más cercano perseguidos, Canadá, combinado al que enfrentarán en la cuarta jornada de las eliminatorias mundialistas rumbo a Qatar 2022.
Los efectos ya han sido visibles en el actual proceso mundialistas. México, en teoría, ya podría contar con público en su primer partido del Octagonal frente a Jamaica. Sin embargo, la presencia del grito homofóbico en los cotejos del mes de marzo correspondientes al Preolímpico de Guadalajara, fulminaron la posibilidad que el Tri volviera a disputar un compromiso con el apoyo de su afición.
Inicialmente, la Comisión Disciplinaria de la FIFA emitió un castigo de dos partidos, lo que hubiera significado que también el duelo ante Canadá se disputara a puerta cerrada. A través de una apelación, la Federación Mexicana de Futbol consiguió que el organismo rector del futbol redujera la sanción.
Las sanciones han ido escalando de manera gradual. Las multas económicas fueron la primera forma de advertencia de la FIFA hacia las autoridades mexicanas del balón: en total, se calcula que han sido 10 millones de pesos los que la Federación ha destinado al pago de sanciones impuestas desde Zúrich, de acuerdo con estimaciones de ESPN. La última penalización económica tuvo que ver con el amistoso contra Islandia del 29 de mayo del presente años: 2,2 millones de pesos.
Los aficionados han hecho uso del grito en aquellos momentos en los que el equipo tricolor no muestra el mejor rendimiento dentro del campo de juego, a modo de protesta. Así lo recuerda Rafa Ramos en su columna: “Si juega mal, no anota y no va ganando durante el partido, la tribuna bufa el descontento a través de él. Si el Tri juega bien y gana, el alarido no aparece en el estadio. Quedó más que evidente en la Copa Oro”.
El grito se volvió recurrente en México desde principios de siglo. En el Preolímpico de 2004, rumbo a Atenas, este grito se escuchó por primera vez en los estadios mexicanos. Luego, con el paso de los años, su uso se extendió a prácticamente todos los estadios del balompié nacional. Incluso se ha llegado a escuchar por parte de aficiones de otras partes del mundo.
Las competencias internacionales fueron la plataforma a través de la cual los aficionados mexicanos dieron a conocer el grito ante el mundo. El origen de los problemas se remonta a la Copa del Mundo de Brasil 2014. Las autoridades del futbol emitieron llamados de atención a la Femexfut. Con el paso del tiempo, se llevaron a cabo diversas campañas que pretendían erradicar el grito de los estadios.
Una de las medidas más recientes fue denominar el actual torneo de la Liga MX con el nombre Grita México 2021. Las consecuencias podrían escalar de nivel si la afición reincide. Después de la pérdida de puntos, el siguiente paso sería negarle a México el boleto a Qatar 2022 y la negación de la sede mundialista de 2026.
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