Los experimentos en el fútbol no tienen fecha de caducidad. Cada cierto tiempo, nuevas iniciativas rompen con el estado de las cosas. La iniciativa de realizar una Copa de Mundo cobra cada vez más fuerza. México, vía su Federación de Fútbol, ya ha dado a conocer cuál es su posición entorno a esta paradigmática propuesta.
“El poder llevar un evento como el Mundial a la afición el doble de veces siempre será interesante. Si podemos incrementar las posibilidades cada dos años de alcanzar nuestros objetivos como pueden ser un quinto partido y más adelante semifinales, a nosotros nos es de gran interés”, dijo el presidente de la Femexfut, Yon de Luisa, hace unas semanas para W Radio.
No se trata de la única voz de peso que respalda la opción. Jared Borgetti, segundo máximo anotador en la historia de la Selección Mexicana, también ha dado el visto bueno. “El jugar un Mundial cada dos años implica tener la posibilidad de nosotros que nos gusta el fútbol, poder observar a generaciones de jugadores por países mucho más tiempo, observar ese nivel futbolístico compitiendo al máximo nivel con otras selecciones”, opinó el ex delantero para ESPN.
Borgetti además ha señalado la relevancia de contar con mayores oportunidades. “Tú juegas un Mundial ahora y dentro de cuatro años no sabes si esa generación va a seguir siendo esa selección fuerte que fue, pero si es cada dos años tienes la posibilidad de poder volver a ver a un equipo en su máximo nivel y poder corregir situaciones más cercanas. En dos años es más fácil poder tener a jugadores en mejor nivel que cada cuatro años”.
La medida modificaría totalmente la planeación que tienen hasta ahora las selecciones nacionales. El plan de Arsene Wenger, director de Desarrollo Mundial del Futbol, consiste en que, a partir de 2026, un año se dedique a los torneos continentales y otro más a la Copa del Mundo. De tal modo, en 2027 todas las confederaciones celebrarían su torneo regional. Para 2028, de acuerdo con la idea del francés, se llevaría a cabo la primera edición del campeonato bienal.
Wenger puso sobre la mesa, según dejó ver en su conferencia del día lunes, este plan con la intención de ofrecerle una mayor cantidad de partidos de calidad a los aficionados. Su intención se sustenta en aligerar la carga de cotejos preliminares y que así los jugadores tengan un descanso óptimo. Ante lo saturado que ya está el calendario futbolístico a estas alturas, el ex entrenador del Arsenal ha manifestado que los clubes tendrán más tempo a sus futbolistas ya que se pretende reducir la cantidad de partidos no oficiales.
La medida ha merecido diversos cuestionamientos. Entre los más fuertes, se encuentra la oposición de Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, quien ha mencionado que la nueva propuesto generaría una devaluación del Campeonato del Mundo. Por su parte, la Conmebol ha manifestado que un Mundial cada dos años podría desnaturalizar la competencia y rebajaría su calidad.
Quizá la gran diferencia en comparación con otros planes, como el de la Superliga Europea, radica en que la matriz del plan proviene directamente del eje rector del balompié mundial: la FIFA. Ese origen podría aumentar sus posibilidades de materializarse.
La Selección Mexicana se ha habituado a disputar su torneo continental, la Copa Oro, cada dos años desde su instauración en 1991. Casi siempre, la edición que gozó de mayor renombre fue la que se ha realizado el año posterior a la Copa del Mundo, debido a que era ese el título que otorgaba el pase a la Copa Confederaciones.
Para la edición de 2013, se decidió que el campeón de la justa tendría que jugar con el campeón de 2015 por el boleto a la Confederaciones de Rusia 2017. México ganó el boleto para la última versión de ese torneo. Ahora, con el proyecto de Wenger sobre la mesa, ha dado un inicial visto bueno a una medida que promete cambiar el panorama futbolístico del orbe.
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