La historia de Ferrari en la Fórmula 1 no puede contarse sin mencionar a Michael Schumacher, quien con la escudería roja ganó cinco campeonatos mundiales en la categoría entre el año 2000 y 2004. Por eso, Piero Ferrari, hijo de Enzo, fundador de la compañía, habló sobre el ex piloto alemán en el marco de un homenaje que se le hizo a la compañía en Italia.
El hombre de 76 años recibió el Premio Mecenate Dello Sport por lo que la empresa hizo por el deporte de su país convirtiéndola en un símbolo para Italia y para el automovilismo mundial. Tras recibir el galardón en la sede del Comité Olímpico de Italia, en Roma, Piero tomó la palabra y en su discurso se refirió a Schumacher.
El alemán, cuyo estado de salud es una incógnita para todo aquel que no forma parte de su círculo íntimo, sufrió un accidente en diciembre de 2013 cuando esquiaba con su familia en Los Alpes que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo. Desde entonces se conoce poco y nada sobre su situación, ya que así lo dispuso su familia.
“No me gusta que se hable de Schumacher como si hubiese fallecido”, señaló Piero Ferrari, molesto con quien mencionan al ex piloto en pasado. “Michael no está muerto, está ahí pero no se puede comunicar”, insistió, aunque se desconoce si él ha tenido la posibilidad de acceder al ex corredor de 52 años. En este sentido, aprovechó para referirse a los buenos ratos que compartió con él: “Me gusta recordar los momentos con Michael fuera de la pista. Lo invitábamos a casa y bebíamos tranquilamente una copa de vino juntos. Era una persona sencilla, clara, precisa y muy lineal”.
Con respecto al hijo de Schumi, Mick, se mostró entusiasmado por lo que podrá lograr en el futuro en la Fórmula 1: “Se abre camino en un equipo que estamos apoyando. Espero que reciba un vehículo en 2022 con el que pueda mostrar sus habilidades”. El joven de 22 años que brilló en la Fórmula 4, 3 y 2 logrando varios títulos en estas categorías, ahora forma parte de la escudería Haas en donde está disputando su primera temporada.
La información relacionada a la salud de Michael Schumacher es prácticamente nula desde que sufrió el accidente en 2013 y en la actualidad está instalado en la mansión que su familia posee en Gland, Suiza. Allí, solo un puñado de personas ajenas a la familia han podido ingresar, con el permiso de Corinna Bresch, esposa del ex corredor, pero tienen prohibido dar detalles de su estado. Hace algunos días, un documental que repasa su vida se estrenó en la plataforma Netflix, pero allí tampoco se contaron novedades sobre su situación.
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