El furor por la Selección Mexicana olímpica todavía no ha terminado. Al menos no para ellos. Faltaba la cereza en el pastel: los premios económicos por la obtención de la presea de bronce en Tokio 2020. De acuerdo con ESPN, el Tri sub-23 recibirá un total de siete millones de pesos. Aproximadamente, cada jugador recibirá 300 mil pesos.
Todos los jugadores del plantel recibirán 240 mil pesos por haber participado, y otros 240 mil para todo el equipo por subir al podio. A esa cifra se añade el millón de pesos (repartido entre todo el equipo) que la Conade ha decidido destinar para el seleccionado azteca. Según la información del portal, la cifra que recibirá este equipo supera los tres millones que recibió el Tri de Londres 2012, ganador de la medalla de oro.
El premio económico se suma a la beca vitalicia con la que contará cada jugador, cuya cifra asciende a los 11,000 pesos mensuales. Los 240 mil pesos tienen como origen la rifa del Palco del Estadio Azteca y de otros bienes que se efectuó el 15 de septiembre. Tentativamente, la entrega de los premios se llevará a cabo el próximo 6 de octubre, informó ESPN.
La selección mexicana sub-23 llegó a Japón como una de las grandes favoritas para subirse al podio olímpico. El antecedente de Londres 2012 reforzaba las esperanzas de un equipo que durante tres años se preparó para llegar a este compromiso. En los Juegos Panamericanos de Lima 2019, el Tri vivió un duro golpe al ser eliminado en las semifinales ante Honduras. Luego, ganó la medalla de bronce en contra de Argentina. Ese equipo llegó también a las semifinales del torneo Esperanzas de Toulon del mismo año.
Pero Jaime Lozano y sus pupilos encontraron revancha en 2021. La pandemia impidió la realización de los Juegos en el año en el que le correspondía. Pero hubo una ventaja que México sacó de ese hecho: los jugadores ganaron más experiencia y algunos de ellos incluso se consolidaron como referentes totales en sus clubes.
Para fortuna del seleccionado azteca, el Comité Olímpico autorizó que los jugadores que rebasaran los 23 años pudieran disputar el compromiso. La generación de México no se vio afectada por el aplazamiento.
El primer reto que encaró la selección en el presente año fue el Preolímpico de la Concacaf, que se realizó en Guadalajara. El torneo tenía el carácter de obligación para México: por lo menos, había que conseguir uno de los dos boletos disponibles. El equipo mostró un gran futbol y superó por penales a Honduras, para tomar su revancha de lo sucedido en Lima.
Ya en tierras niponas, México se impuso con autoridad en su debut contra Francia. Después vino un duro tropiezo ante Japón, pero Sudáfrica pagó los platos rotos en el último duelo del grupo. En cuartos, la lleve emparejó al tricolor con Corea del Sur. Un aplastante 6-3 selló el pase de los aztecas a la zona de medallas. Brasil se reafirmó como el verdugo de los verdes, pues le venció en la tanda de penales.
El conjunto de Lozano se jugó la medalla de bronce contra Japón, en un duelo con sabor a revancha. Y así fue. El Tri le ganó 3-1 a los nipones en su propia casa y consiguió el anhelo con el que llegó a tierras olímpicas: colgarse una presea y subir al podio. La generación de Sebastián Córdova, Alexis Vega, Johan Vásquez, Diego Lainez y Carlos Rodríguez hizo historia. Por supuesto, los refuerzos, Guillermo Ochoa, Luis Romo y Henry añadieron solidez y experiencia.
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