Nació en España, pero decidió jugar para Argentina por su amor al país: la historia de Alan Brandi, el goleador de la Selección de futsal

La Copa del Mundo de fútbol sala que se está llevando a cabo en Lituania tiene a su campeón defensor entre los cuatro mejores del certamen. Argentina sorprendió a todo el ambiente cuando cuatro años atrás en Colombia tocó el cielo con las manos al derrotar a Rusia por 5-4 y así levantar el máximo título de la disciplina por primera vez en la historia de la Albiceleste. Una vez más, los dirigidos por Matías Lucuix saldrán a la cancha para chocar contra el histórico rival continental, Brasil, detrás del sueño de jugar otra final para defender la corona.

Dentro de un plantel donde se mezcla la experiencia con la juventud, quien viene resaltando a lo largo de todo el certamen es Alan Brandi. El delantero anotó cinco goles en lo que va del Mundial (todos en la fase de grupos) y sueña con volver a romper la red cuando este miércoles, desde las 14 horas de Argentina, enfrente a la Verdeamarela. En charla con Infobae, el actual goleador del Jaén Fútbol Sala de España rememoró su infancia y la difícil decisión de dejar atrás su nacionalidad europea para vestir los colores de sus padres: la celeste y blanca.

- Naciste en Las Palmas de Gran Canaria, pero te sentís tan argentino como todos tus compañeros...

- Yo nací y crecí en España. Pero como todos saben mis padres son argentinos, crecí rodeado de familia argentina que fue migrando hacia Europa poco a poco y siempre tuvo las costumbres muy presentes. El tema del fútbol tuvo mucho que ver, porque yo hinchaba por Argentina gracias a su influencia y fui arraigándome con ese sentimiento. Desde pequeño, con la inocencia de un chico que soñaba jugar de manera profesional, yo decía que quería representar a Argentina.

- ¿Cómo hicieron tus padres para mantener la cultura a miles de kilómetros del país?

- Por la forma de vivir, principalmente. Siempre hay detalles muy presentes en la comida, los horarios, los asados de los domingos cada vez que podemos. Mi debilidad por el dulce de leche, que es una locura. Son algunas de las cosas que nunca cambiaron más allá de haber tomado la decisión de irse de Argentina. Una de las pocas tradiciones que nunca pude heredar es el amor por el mate. Principalmente porque mi familia en general no es de tomar y eso me influyó bastante.

- ¿Te hubiese gustado nacer en Argentina?

- La verdad que sí. Me hubiera gustado porque idealicé mucho al país. Es algo que me quedó desde chico, ese deseo por todo mi entorno, y que reforzaba cada vez que iba a visitar a los familiares. Siempre asocié esos viaje como algo lindo por juntarme con seres queridos donde lo pasaba bien y ahí es donde surgió ese cariño. Si puedo elegir, Mendoza sería la ciudad ideal porque es donde crecieron mis padres, aunque no tenga esa pasión por el vino, ja.

Fanático la gastronomía nacional, hincha de Boca Juniors, amante de la Bombonera y con Juan Román Riquelme como uno de sus ídolos, agradece el haber pegado el volantazo a tiempo en su carrera dentro del futsal. Sus primeras intenciones habían transitado el terreno del periodismo deportivo, carrera a la que siente como su vocación y sueña con ejercer en algún momento de su vida, pero al final del día su hobby terminó predominando por sobre cualquier plan de vida que tenía en mente.

- ¿Cómo se dan tus inicios en el futsal? ¿Intentaste en cancha de 11 antes?

- Yo jugué fútbol en cancha grande hasta los 17 años y jugaba de 10. Cuando me mudé a Madrid para estudiar periodismo decidí probar como hobby el futsal. Fui creciendo poco a poco sin proyectar el dedicarme de manera profesional y cuando me recibo de la carrera aparece la chance de hacer una prueba en un club de la primera división. Viajé a Santiago de Compostela donde hice una prueba de 15 días, me tomaron y, como no tenía ninguna otra oferta laboral, acepté la propuesta. Cada tanto en mis vacaciones vuelvo a jugar en once, pero me desacostumbré al pique irregular de la pelota y ahí es donde extraño el parquet.

En el año 2015, cuando transitaba su primer año como profesional y gracias a los contactos de su padre, apareció por primera vez en la órbita de la selección argentina cuando Diego Giustozzi era el director técnico. El destino premió rápidamente su decisión: un gol frente a Portugal en la semifinal de la Copa del Mundo 2016 y doblete en el partido definitorio contra Rusia para alzar por primera vez el trofeo que todo jugador de futsal anhela tener en sus manos.

- ¿Alguna vez te llamó la selección española antes de comprometerte con Argentina? ¿Algún español te reclamó la decisión?

- No, nunca tuve la oportunidad. Al principio, antes del primer llamado de Argentina, algunos compañeros pedían que me convocasen sin saber obviamente mis raíces y hasta el día de hoy me dicen que si hubiese aguantado un poco, seguramente España me llamaba. Pero esa ilusión de portar la Albiceleste fue más fuerte y con todo lo que viví hasta ahora tengo la seguridad de confirmar que tomé la decisión correcta.

- Justamente España se repartía las Copas del Mundo con Brasil hasta la aparición de Argentina en 2016. ¿Sienten que este equipo llegó para romper la monotonía?

- Que lo está intentando es seguro. El Mundial pasamos rompimos la racha y queremos mantenernos en lo más alto. Pero no podemos incluir sólo a Argentina, hoy en día hay muchísima competitividad a nivel internacional y cualquier selección te puede ganar. La prueba viviente es Kazajistán, que está en semifinales contra Portugal. Parece que está todo mucho más equilibrado: antes eran dos países los que podían ganar y hoy existen cuatro o hasta cinco equipos que son candidatos desde el primer día.

En Lituania se está disputando la novena edición del certamen que tuvo inicio en 1989 con los Países Bajos como anfitrión. Desde ese entonces, la Verdeamarela es el máximo ganador con cinco trofeos (1989, 1992, 1996, 2008 y 2012), lo sigue España con dos (2000 y 2004) y Argentina cierra el podio al conquistar Colombia en 2016. El cuadro enfrenta en semifinales a dos de las tres selecciones campeonas, mientras que del otro lado Portugal y Kasajistán ofrecerán un protagonista inédito para el partido que se jugará el domingo 3 de octubre en el Žalgiris Arena.

- Están en su punto máximo de exposición. Hasta Lionel Messi sufrió los penales contra Rusia del miércoles...

- Cuando vimos la historia de Messi fue una alegría tremenda. Que haya subido esa imagen nos dio aún más repercusión y estamos seguros de que la gente estará más atenta a lo que hagamos. Además, ahora vamos contra Brasil y con el partido del Maracaná tan cerca puede que hasta más jugadores de la selección mayor nos van a estar mirando.

- ¿Qué partido esperan encontrarse contra los pentacampeones?

- Somos conscientes de que Brasil es la favorita, pero siempre confiando en nosotros. Tenemos una Selección que tiene claro cuáles son sus armas para lastimar y que ya le ganamos hace relativamente poco (NdR: 3-1 en la final de las Eliminatorias Sudamericanas organizadas en Carlos Barbosa durante febrero). Ellos tienen a las mejores individualidades con los mejores jugadores del mundo, pero Argentina es más sólida en el trabajo colectivo con la solidaridad del plantel como bandera, cosa que nos ha dado resultados en el último tiempo.

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