Manny Pacquiao le puso este miércoles punto final a su carrera como boxeador. Luego de décadas de éxito, campeón en ocho categorías distintas, hoy tomó “la decisión más difícil” de su vida y de ahora en más apuntará a su carrera política con la que aspira a llegar a la presidencia de Filipinas en 2022.
Su última pelea fue contra el boxeador cubano Yordenis Ugás en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Estados Unidos, el pasado 22 de agosto. Luego de dos años alejado del ring, la leyenda filipina perdió por decisión unánime tras 12 rounds.
De esa manera, Pacquiao volvió a ponerse los guantes tras un largo periodo fuera de los cuadriláteros y fue protagonista de un impresionante evento. Ugás, reclutado a última hora después de que el oponente original de Pacquiao, Errol Spence Jr., se retirara por lesión, dominó al ícono filipino con su jab y golpes más limpios para ganar en las tres tarjetas por 115-113, 116-112 y 116-112.
El púgil zurdo, que debutó a principios de 1995, se había subido al cuadrilátero por última vez a mediados de 2019. En aquella ocasión se enfrentó al estadounidense Keith Thurman en el MGM de Las Vegas y, tras superarlo por puntos en fallo dividido, le arrebató el título de la categoría wélter de la Asociación Mundial de Boxeo. Luego de dicha conquista, “Pacman” fue declarado como campeón en receso, razón por la cual su rival ascendió como monarca de la categoría.
Tras dos años de inactividad, el mes pasado el filipino reconoció que le costó “hacer ajustes dentro del ring” y destacó a su contrincante cubano. “Le doy gracias a los aficionados y a todos por hacerme posible esta pelea. Mi respeto para Ugás que hizo una buena pelea”, dijo en aquella oportunidad.
Para Ugás significó el hito más grande de su vida luego de destacarse durante varios años en el boxeo amateur. “Mis respetos para él que es una leyenda y me dio esta oportunidad”, agradeció a Pacquiao.
Las secuelas de la brutal pelea fueron motivo de preocupación entre los seguidores del filipino. En su cuenta oficial de Instagram, Jinkee Pacquiao, esposa del boxeador, compartió un video cuidándolo días después del enfrentamiento con Ugás.
Más allá de las consecuencias, Pacquiao no descartaba tener una revancha con el púgil cubano. Sin embargo, los cortes y moretones que se vieron en la publicación que hizo su mujer, sus ojos semicerrados y las marcas en su rostro, generaron intranquilidad. Muchos de sus fans incluso pusieron en duda su retorno a los cuadriláteros a sus 42 años. Efectivamente, significó su última pelea.
En el posteo de aquella oportunidad, Jinkee citó diferentes versículos de la Biblia y habló del comportamiento y el amor existente entre ellos: “Nosotros, tu familia, hemos visto cuánto te has esforzado, sacrificado y entregado sangre, sudor y lágrimas desde el principio cuando soñaste con convertirte en campeón del mundo. Nunca piensas en ti mismo y no tienes miedo de arriesgar tu vida en el ring una y otra vez porque te encanta hacer feliz a la gente. Ha logrado por la Gracia de Dios mucho más de lo que jamás imaginó. Sin embargo, nunca dejas de trabajar para ser lo mejor posible”.
“Más que tus hazañas récord en el boxeo, es tu amor por Dios, dedicación a la Palabra y deseo de compartir a Jesús con cada persona que conoces lo que nos hace admirarte más. ¡Siempre aquí para ti, mi bebé! Gane o pierda en el ring. Usted es para siempre el Campeón de nuestros corazones. A todos nuestros kababayanos de todo el mundo, gracias por amar a Manny. Él te ama más de lo que crees”, concluyó Jinkee.
A los 42 años, colgó los guantes. “Hoy anuncio mi retirada”, dijo la estrella filipina en un video publicado en Twitter. “Es difícil para mi aceptar que mi tiempo como boxeador se ha terminado”, admitió. “Nunca olvidaré lo que hice y logré en mi vida. No puedo imaginar haber escuchado la campana final”, dijo Pacquiao, considerado uno de los mejores boxeadores de la historia.
Ahora continuará con la carrera política que comenzó en 2010 y lo llevó a convertirse en senador de su país, al que aspira llegar a gobernar en 2022.
Mientras se prepara para registrarse como candidato presidencial, prometió abordar la pobreza y la corrupción en un intento por ganarse a los votantes a partir de camino marcado por enfrentamientos inolvidables ante otros emblemas del boxeo: llegó a vencer a Juan Manuel Márquez, con el que peleó en cuatro ocasiones; también superó a Oscar de La Hoya (no hubo título en juego), Miguel Cotto y Adrián Boner. En 2015 estuvo cara a cara con Floyd Mayweather Jr. por el cinturón wélter OMB, AMB, CMB y The Ring, y fue derrotado por decisión unánime de los jurados.
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