La trayectoria de Francisco Guillermo Ochoa es una de las más ricas en logros para cualquier portero mexicano, pues además de ser campeón del fútbol mexicano, posee en su palmarés cuatro títulos de Copa Oro, una Concacaf Liga de Campeones y una medalla olímpica de bronce.
Estos reconocimientos colectivos se suman a varios de sus logros individuales, pues en más de 17 años como profesional, Paco Memo ha sido elegido como el mejor portero mexicano del siglo XXI por la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol), tiene un Guante Oro en Copa Oro y un Guante de Plata en el Mundial de Rusia 2018, entre algunas otras distinciones.
Esta extraordinaria carrera no hubiera sido posible sin su proceso de maduración completado, uno que necesitó varios errores para consagrar su calidad y de los cuales hoy solamente queda el recuerdo, pues actualmente es uno de los guardametas más seguros en el balompié azteca y se mantiene como titular en el arco de la selección mexicana.
Uno de los más garrafales que cometió y probablemente el que mayor afectó en el resultado del equipo fue el que realizó en la final del Clausura 2007, cuando el América disputaba su undécima estrella de liga mexicana contra el Pachuca.
Durante el partido de ida en el Estadio Azteca, las Águilas llegaban al minuto 74 0-1 debajo en el marcador, por lo que estaban en la necesidad de igualar el partido para no tener que remontar en territorio visitante; sin embargo, un mal bloqueo de Memo sepultó el ánimo de los azulcremas y silenció el Coloso de Santa Úrsula.
Un fuerte disparo de Juan Carlos Cacho desde fuera del área fue en dirección al meta mexicano, quien no midió correctamente la trayectoria del balón y dejó que se incrustara en su portería a 15 minutos del final del partido.
El Azteca se enmudeció por la compleja situación del equipo entrenado por Luis Fernando Tena, ya que aquel doblete de Cacho complicó la serie notablemente y a la postre fue el tanto definitivo con el que Pachuca se coronó en Clausura 2007.
A pesar de que Cuauhtémoc Blanco marcó un gol de penal para poner el 1-2 final en el partido de ida, para el compromiso de vuelta el marcador dictó un 1-1 con goles nuevamente de Blanco y Cacho, por lo que el marcador global señaló la victoria de los Tuzos 3-2.
Aquel desastroso error de Memo Ochoa terminó por significar el gol con el que Pachuca se fue con ventaja al Estadio Hidalgo, una sede donde el cuadro americanista nunca se ha sentido cómodo y que terminó por demostrarse en la final de vuelta.
Este traspié que sufrió Memo en el 2007 con apenas 21 años de edad fue uno de los últimos errores graves que cometió como guardameta, una de las posiciones donde más pesa cualquier tipo de desatención, ya que usualmente tiene repercusión directa en el marcador.
El crecimiento que se dio a continuación en su carrera fue exponencial, pues aunque ya se había coronado campeón en el Clausura 2005 con el América, posteriormente se erigió como capitán del equipo y se adueñó del arco de la selección mexicana.
Su salto al fútbol europeo se dio en el 2011, luego de que finalizó su contrato con el cuadro de Coapa, donde desarrolló otro tipo de aptitudes y los errores del pasado quedaron completamente olvidados en busca de su consagración profesional.
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