El deporte amateur le permite a millones de personas en todo el mundo disfrutar de una sana actividad y a la vez sentirse, al menos por un momento, como las grandes estrellas. Es así que quienes se anotan en un torneo de fútbol con un grupo de amigos sueñan con jugar lo más parecido al Manchester City, al PSG o al Real Madrid, e intentan copiar los movimientos de sus ídolos actuales o de quienes marcaron su infancia.
En este aspecto hay quienes en cada pelota parada imitan a Roberto Carlos, a Cristiano Ronaldo, a David Beckham o a Lionel Messi, entre otros expertos en la materia. Pero lo cierto es que son pocos los que logran concretar algo similar a lo que estos cracks han hecho o hacen dentro del marco del deporte profesional. Por eso, los encuentros amateur suelen ser epicentros de bloopers o errores propios de quienes solamente tienen contacto con el balón en ese momento y no dedican su vida a entrenar.
Algo así le pasó a Felipinhoo, un brasileño de 25 años que durante un campeonato de fútbol 7 protagonizó una acción que se viralizó esta semana. El joven que se dedica a la peluquería y que viste la número 6 en su espalda cuando le toca defender al equipo de sus amigos ejecutó un tiro libre de manera tan mala que generó risas entre sus propios compañeros y miles de reacciones en las redes sociales.
La infracción había sido cerca de la línea de cal, y Felipinhoo acomodó la pelota con una confianza que invitó a los allegados a encender sus celulares para registrar lo que podía ser una obra maestra del defensor. Cuando el árbitro pitó, el jugador que tenía el arco contrario entre ceja y ceja emprendió la corta carrera y sacudió de derecha con la intención de clavar la pelota en un ángulo. Sin embargo, su derechazo fue pésimo. En lugar de ir hacia adelante, el balón salió disparado hacia su izquierda y le terminó dando a un compañero, que evitó que saliese por el otro lateral.
De inmediato, quien estaba filmando la ejecución de esa maniobra estalló en risas y el pobre Felipinhoo quedó completamente devastado por haber pateado de esa forma. Incluso, segundo después, inclinó su cabeza hacia abajo, encorvó su espalda y colocó las palmas de sus manos en las rodillas. Un gesto claro de vergüenza por lo que había ocurrido y tal vez imaginando que pronto se viralizaría.
Lo cierto es que esto puede ocurrir, sobre todo en el fútbol amateur, y más si se tiene en cuenta la pésima condición del terreno en este caso: totalmente ausente de césped y plagado de tierra, pozos y polvo, que impiden en general poder realizar las acciones de juego tal y como los futbolistas desean. Sin embargo, este peluquero brasileño, al igual que el resto de los deportistas amateur que solo juegan para divertirse, seguirá saltando a la cancha para disputar duelos con sus amigos y en algún momento se topará con un tiro libre similar. Tal vez tenga revancha y logre entonces marcar el mejor gol de su vida.
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