El piloto cántabro Jaime Gil y el copiloto vasco Diego Calvo, que disputaban la Copa Marbella en el Rally Villa de Llanes, murieron este sábado tras sufrir un accidente en el descenso de L’Altu del Fitu, donde el Seat Marbella que conducían se estrelló contra un puente de piedra.
El accidente, que dejó consternados a todos los participantes, se produjo en la séptima especial del rally, cuando la pareja de deportistas cántabros completaba la segunda pasada por L’Altu del Fitu y faltaban solo otras tres especiales para la conclusión de la prueba.
La organización suspendió de inmediato la competencia que lideraba Iván Ares (Hyundai I20 R5), con Surhayen Pernía (Hyundai I20 R5) segundo y el local Óscar Palacio (Ford Fiesta R5 Rally 2) en el tercer puesto de la general.
Tiempo después, los participantes de la 44ª edición del Rally Villa de Llanes guardaron un minuto de silencio en memoria de los dos compañeros fallecidos durante uno de los tramos de la prueba. Tras la notificación oficial de la suspensión, coches y pilotos se dirigieron al parque cerrado para ser informados de lo sucedido e intentar digerir la trágica noticia arropados por el resto de la familia automovilística.
Fue allí donde la organización de la prueba reagrupó a todos los vehículos, en el parque cerrado La Talá, y donde, en torno a las cinco de la tarde, pilotos, copilotos y demás miembros de los equipos participantes guardaron un emotivo y respetuoso minuto de silencio en memoria de la pareja de deportistas fallecida.
Los fallecidos, según informó la organización, perdieron la vida en torno a las tres y media de la tarde, cuando el Seat Marbella con el que participaban en el rally llanisco se estrelló contra un muro lateral de piedra, sin que las asistencias pudieran hacer nada por salvar sus vidas. Agentes de la Guardia Civil están regulando el tráfico en las carreteras cercanas al lugar del accidente ante el colapso de tráfico que se ha producido tras la suspensión de la prueba automovilística.
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Con información de EFE