Las aguas en Nuevo León cada vez son más turbias para Miguel Herrera. El estratega de los Tigres salió abucheado del Volcán después del empate a cero goles ante unos Pumas, que a día de hoy, serían un rival a modo para una de las nóminas más poderosas en la liga mexicana.
“La verdad que nada bien, no jugamos bien el primer tiempo, dejamos crecer al rival, después cuando queremos solventar el juego ya no nos alcanzó, no supimos concretar jugadas. Entiendo a la gente perfectamente, debe estar molesta, su equipo no gana, seguiremos trabajando para concretar jugadas, el equipo tiene que terminarlas, Nahuel y la defensa se vieron bien...Hay que recuperar a André y a Carlos (González), son los delanteros del equipo, André lo está intentando como sea, está en el área, está pateando, seguiremos trabajando para que recobre su nivel goleador. Lo mismo con Carlos”, afirmó el Piojo en conferencia de prensa.
Los contrastes salen a relucir cuando se voltea a ver a los Bravos de Juárez dirigidos por Ricardo Tuca Ferretti. Si bien en el inicio los fronterizos parecían estar desamparados y se contemplaba un escenario catastrófico, no se cuestionaba la capacidad del brasileño para implantar su sello y cumplir los objetivos del club.
Los Bravos viven una realidad por la que pocos apostaban: llevan tres victorias al hilo en el Grita México A2021 y han sido ante los dos últimos campeones de la Liga Mx (Cruz Azul y León) y San Luis, quinto en la clasificación general. Tuvieron que pasar nueve jornadas para que llegara el primer triunfo de Ferretti al mando del conjunto juarense.
Tuca es un histórico del balompié nacional; a través de sus múltiples logros ha cargado de respeto su apellido. Al inicio del Apertura 2021 no se avecinaba una mejoría del club, sin embargo, el tiempo puso las cosas en orden y con esos nueve puntos conseguidos en las últimas semanas se han alejado del sótano de la tabla.
Una de las diferencias más marcadas es la exigencia. Miguel Herrera carga en sus hombros una de las responsabilidades más grandes de la liga: ser el timonel del club con mayor éxito en los últimos años. En cambio, Ferretti llegó para gestar un proyecto nuevo, con expectativas claramente inferiores a las de la institución felina, pero no por ello más o menos importantes.
Actualmente los Bravos están por superar su actuación del Guardianes 2021 en el que apenas cosecharon 15 unidades. Hoy, tras 10 jornadas los dirigidos por el Tuca se encuentran en la posición 12 con 11 puntos, y buscarán seguir sumando para obtener un boleto al repechaje de la liguilla.
Si bien Tigres no puede hablar de una crisis, si no comienzan a encaminarse en está segunda mitad del torneo sus posibilidades por levantar el título (porque es una exigencia real) se verán cada vez más complicadas. Mantienen una racha de tres juegos ganados, cinco empatados y dos perdidos y acumulan cuatro jornadas sin conocer la victoria, la última fue la que le propinaron en casa a Mazatlán, por ello la presión hacia Miguel Herrera sigue en incremento.
Un lado es para el estratega congratulado y alabado por su realidad más reciente, el otro es para el que recibe gritos de un estadio molesto por no cumplir las exigencias. Al final, los dos pueden tener éxito o ambos pueden fracasar, pero por ahora, Herrera y Ferretti no comparten más que la liga; en caso de que las cosas se mantenga igual, los estrategas se medirán en la jornada 17 cuando el Tuca vuelva a la que fue su casa durante 11 años.
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